viernes, 19 de agosto de 2022

Ecos y voces, del pasado.


 

Ecos y voces, del pasado.


...Ilustrando, nuevamente, pasajes

de tiempos pasados, los últimos rayos

de sol, de este estío tardío, alumbra

mis pensamientos, para plasmar en

esta blanca hoja de papel, los

sentimientos más profundos que brotan

de mi alma, como torrente de aguas

frescas y cristalinas.


Motiva, dibujar, fragmentos de

nuestra historia, quizás porque

retornas a aquella época, donde nuestra

infancia y adolescencia, fue arropada

por el inmenso cariño que profesaban

nuestros seres queridos, esos mismos

que ya no están con nosotros, pero que

permanecen vivos en nuestra memoria

al contemplar una vieja fotografía o una

ilustración, que nos hace regresar, para

esbozar una sonrisa o derramar algunas

lágrimas.


Ecos y voces del pasado, quedaron

grabadas en mi cerebro, como perpetuos

estigmas, que afloran, cuando pienso en

ellos.


Recorro la plaza de abastos, envuelto en

las fragancias que despide la fruta fresca

recién llegadas de los pueblos.

Multitud de personas, se agolpan frente

a la fruta, quizás los rigores, de este

caluroso verano, estimulan a consumirlas

para sofocar los calores intensos.


Observo, entre la multitud y comienzo a

procesar y grabar, como si se tratara de

una cassette, esas voces y ecos, que penetran

en mi cabeza, como espadas afiladas.


María, con gracia y salero, trata de vender

a la abuela, un rico melon galía.


...-Abuela, Francisca, se lo pongo a

diez pesetas, para que sus nietos, puedan

saborear y paladear, este delicioso manjar

recién llegado, de la huerta de Baltazar.


...-Venid y probar, estas ricas sandías, que

nos devuelven la alegría y si queréis

también, aquí tengo buenos tomates,

pimientos y pepinos, para hacer un

buen gazpacho, junto a las sardinas

de Acevedo.


En la zona de enfrente, los aromas

cambian de manera radical, y un fuerte

olor a pescado y costa, penetran por

nuestras fosas nasales.

Una sinfonía de voces, recorren el

mostrador del pescado y Catalina, Ana,

María, Lucia, Ramona, tratan de

convencer a la animada muchedumbre

que se agolpa, sin decidirse.


...- Mirad, que buenas mojarras, tengo

hoy, para el almuerzo o cena, os dejo

el quilo a cuatro pesetas.


...-Chocos frescos, para freirlos o hacer

un buen guiso, venid que se acaban y no

habrá más, hasta la semana que viene.


...- A la rica corvina, para hacer ese

delicioso guiso, que espera su marido

cuando regrese de la mina.


De esta forma, se me ha pasado la mañana

cuando escucho, a mi madre, que espera

junto a la boca de agua, del economato, para

que le ayude, a llevar la pesada compra.


...- ¿Mamá, me has comprado chocolate?


Pregunto.


...-Sí, aquí tienes, pero para ti y tu hermana.


Ecos y voces, del pasado.


Marcos Tenorio Márquez.

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