martes, 9 de agosto de 2022

Recuerdos de Tharsis....Grifos públicos.


 

Recuerdos de Tharsis....Los grifos públicos



...Ubicado en lugares estratégicos, los grifos

suponían para Tharsis, una fuente de agua

aunque esta no fuera potable. Una tubería

invertida en forma de U, con una llave para

abrir y cerrar, aposentado sobre una base

sólida de cemento, suponía toda la sencilla

construcción.


Lugar de encuentros, para los habitantes del

barrio. El grifo, se erigía en protagonista,

sobre todo en los meses de verano, cuando el

incesante astro rey se dejaba sentir, y los

vecinos acudían hasta sus inmediaciones,

para recoger agua en cubos, o simplemente

para refrescarse, cómo hacían los chavales

después de disputar intensos partidos de

fútbol, en el llano de la era u otros lugares

del pueblo.


 



Sentado, bajo la sombra que me brinda

la esquina, ya cuando el sol, eleva su dorado

circulo por la sierra Tersae, vertiendo sus incesantes rayos, que encuentra un escudo

en estas horas del día, en estas viviendas,

de gruesos muros y tejas árabes, observo el

devenir de la gente, que se acerca hasta el

grifo, para recoger agua en cubos de plástico

u hojalata, para posteriormente ser usada en

las labores de la casa.


 


Una madre, con su pequeño, descalzo, que esquiva y sortea, casi de puntillas, la tierra

abrasada por este sol temprano, se desplaza

hasta el grifo, portando un baño, donde el chiquillo, gozará, al menos de un rato

el agua fresca, que refrescará y aplacará

el calor, que despide su menudo cuerpo

de apenas seis años.


Los obreros de la compañía, se acicalan,

con el agua vertida, sobre palanganas,

limpian y refrescan el rostro, de la suciedad

adquirida en la mina, usando jabones

caseros de sosa caústica y estropajos de

esparto.



El agua sobrante, fluye lentamente, por la

regola, humedeciendo algunas zonas, donde

crecen verdes tallos de hierba, que se elevan

de manera desmesurada, por el continuo

aporte de nutrientes.

 


 


Bandadas de gorriones sedientos, emanan desde

distintos lugares, dispuestos a refrescarse y

aplacar la sed, observados por zagales que

cazan “aceisteros” con ingeniosos artilugios

de fabricación artesana.


Las abuelas, charlan de tiempos pasados

y adolescentes, juegan, a tirarse agua con las

manos, presionando sobre la tubería

invertida, que desplaza el agua en todas

direcciones, impactando sobre la tierra

abrasada y el olor a petricor, por momentos,

me trae recuerdos, al otoño, que vendrá

cargado de generosas lluvias, para los

campos.



El silencio se apodera del lugar, en las horas

centrales del día, sólo el crepitar de las alas de

chicharras se escucha en lontananza.

Los cuerpos cansados, reposan en la siesta,

con la llegada de la tarde, todo vuelve a la normalidad y el agua del grifo volverá a fluir

para lavar la ropa de los miembros de cada

hogar, fregar la vajilla del almuerzo pasado y

fregar los suelos de cuarteles y casas.


La noche, envuelve el pueblo, mientras los vecinos aprovechan las suaves temperaturas sentados al fresco.

La luz de luna, refleja, su blanca palidez

sobre el agua sobrante del duro cimiento de

cemento.


El grifo, permanece mudo, callado, con la llegada del nuevo día, volverá a fluir el

agua de sus tuberías y alrededor, de su

estrecho margen, volverá a girar la vida.


Solo en nuestra memoria, perdurará para

siempre estas pequeñas cosas, detalles de un

tiempo pasado, que recordamos con nostalgia

cuando el ciclo de nuestra existencia en

este extraordinario planeta, de manera

irremisible, ponga fin a nuestra actividad.


Recuerdos de Tharsis....Los grifos públicos


Marcos Tenorio Márquez


 


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