..............El arroz con leche constituía todo un sabroso postre en los años que aún los yogures no habían penetrado
en nuestro sistema de alimentación. El arroz con leche y “flanín el niño” eran las estrellas de los hogares de Tharsis en
los años sesenta y primeros de los setenta. Elaborado con la leche a granel que vendía las lecheras por las casas con su
cántaro de hojalata en el cuadrí,y la medida exacta de 1 litro, estas mujeres se paseaban con su cántaro por todas
las calles,ofreciendo una leche rica en calcio de unas vacas recién ordeñadas. Esta leche había que cocerla
inmediatamente en un proceso de esterilización, para eliminar microorganismos y esporas. Una vez hervida ya podías
consumir de mil maneras. Quiero recordar desde este blog, algunas personas que contribuyeron a que nuestros huesos
crecieran sanos y fuertes con todo el calcio de sus vacas...(Dolores del Carbón,Fernandita,Las Hermanas
Ripora,Francisca de la Huerta,Concha) y muchas más que no recuerdo,para todas ellas va dedicado este relato y este
pequeño homenaje que les brindo,pues en los crudos inviernos o los calurosos veranos,allí estaban ellas para ofrecernos
la ración de leche diaria.
En mi hogar cuando la leche no había sido consumida en días previos,se acumulaba en la nevera,pues la leche junto con
el pan se compraba a diario, hacíamos este rico postre,1 litro de leche con unos 200 gramos de arroz de grano
redondo,una cascara de limón o naranja, unos palitos de canela y 100 gramos de azúcar. El arroz previamente lavado para
quitar el almidón,se ponía a cocer junto con los demás ingredientes,una vez el arroz había absorbido todo la leche se
retiraba del fuego y mi madre añadía una cucharadita de mantequilla,para hacer más cremoso el arroz.Esta receta mi
madre la obtuvo de su madre María, que estuvo sirviendo muchos años con los Ingleses. Una vez el arroz enfriaba en
los platos,ya podías comerlo junto con un poquito de canela por encima.Este postre sano sin aditivos y conservantes,como
ya dije antes, constituía todo un sabroso postre en las cenas nocturnas en los hogares de Tharsis,nos aportaban vitaminas
sobre todo la D,y resultaba un postre bastante económico y sencillo de realizar.
Marcos Tenorio 2012.
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