jueves, 12 de septiembre de 2019

La Lechuza.

La Lechuza.


.....Los habitantes del pequeño pueblo de San Cipriano
llevaban días angustiados e inquietos. La tranquilidad
que se respiraba por sus callejuelas, estaba
siendo alterada,cuando la noche cubría
con sus sombras la aldea.


Desde el cementerio, a pocos metros de las
casas,un canto lúgubre,fúnebre y siniestro
se dejaba sentir,haciendo que los habitantes
se encerraran en sus hogares, temerosos de un
poder sobrenatural..-¡El espiritu de alguna
persona, que había fallecido en extrañas
circunstancias!..- exclamaban algunos.


Algunos valientes se adentraron en sus
muros,cesando el canto,pero pronto el
poder de  sugestión se impuso,teniendo
que salir por patas,al divisar sombras, sobre
las envejecidas lápidas.


El misterio del cementerio encantado, se
extendió por la comarca. Algunos avezados
parapsicólogos,hicieron guardia, encerrado
sobre sus muros,capturando extrañas
psicofonías que sólo se percibían en los
oídos de los más fieles creyentes de los
fenómenos paranormales.


Algunos vecinos,pensaron incluso en abandonar
el pueblo. La maldición ha caído sobre esta
comarca..-replicaba el alcalde, en una junta vecinal.
La noticia llegó a oídos de un viejo cabrero,curtido,
por toda una vida en el campo,durmiendo bajo las
estrellas,enfrentándose a lobos y otras alimañas.


Yo puedo descifrar el misterio que tanto temor
os impone..-¡Este está loco!..-exclamaron algunos.
Con el poder sobrenatural nadie puede,y este
cementerio está maldito..-respondió,la muchedumbre.
Dadme de plazo unos días,y os aseguro que os
resolveré dicho misterio..-¡Trato hecho!..-
Se apresuró, exclamando, el señor alcalde.


Bueno, esta noche, partiré sólo,en mi zurrón llevo
este extraño artilugio,y esta rata que acabo de coger.
Con carcajadas y risotadas fue despedido,el cabrero,que encaminaba sus pasos hasta el viejo cementerio.
En el bar del pueblo los vecinos comentaban..-¡Quiere atrapar un
espíritu con un cepo y una rata!..-Este cabrero está
loco..-murmuraban, mientras golpeaban las fichas de
dominó, contra el duro mármol de la mesa.


Llegado hasta el cementerio, el canto lúgubre cesó.
Sobre un descampado,el cabrero comenzó a armar
el cepo,y la rata que encerrada en una jaula,serviría
como cebo.
Terminado su trabajo regresó al bar
..¡Bueno amigos, ya está todo preparado,por la mañana
me acompañareis hasta el camposanto,a ver si nuestro
"espíritu" ha echo acto de presencia!..-exclamó,entre guasas
burlas y cachondeo.


Por la mañana temprano una muchedumbre se reunía
en torno al cabrero..-¡Bueno,es hora de partir,vamos a
desenmascarar el misterio!..-exclamó. Seguido por una centena de vecinos,sugestionados y temerosos,la comitiva llegaba hasta las puertas del cementerio donde se divisaba el cepo.
Ahí está amigos,ese es vuestro
maligno,espíritu,que tanto pavor,temor y miedo os ha ocasionado...Atrapada en el cepo,una vieja lechuza,
agitaba sus garras para deshacerse de la red..-¡Pero si es
una lechuza!..-exclamaron todos,alucinados.


Así es amigos,hace unos días, me llegó la noticia del
supuesto espíritu. Accedí hasta el cementerio y escondido
pude escuchar el canto de esta rapaz nocturna,que se
asemeja mucho al llanto de un bebé. Desde hoy no volveréis
a escuchar su canto,pero no matadla,esta ave se alimenta de
ratas,ratones y otras alimañas.


Cuando comprobéis que ya no se escucha sobre los muros
su canto,soltadla,pues habita desde hace meses el viejo
cementerio,y no tenéis que temer nada.
Efectivamente, desde aquel día el extraño canto se dejó de
escuchar,la lechuza encerrada en una enorme jaula,degustaba
ratones y ratas. El cabrero fu nombrado hijo predilecto
del pueblo.


La Lechuza.


Relato original de Marcos Tenorio Márquez

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