La Lechuza.
.....Los habitantes del pequeño pueblo
de San Cipriano
llevaban días angustiados e inquietos.
La tranquilidad
que se respiraba por sus callejuelas,
estaba
siendo alterada,cuando la noche cubría
con sus sombras la aldea.
Desde el cementerio, a pocos metros de
las
casas,un canto lúgubre,fúnebre y
siniestro
se dejaba sentir,haciendo que los
habitantes
se encerraran en sus hogares, temerosos
de un
poder sobrenatural..-¡El espiritu de
alguna
persona, que había fallecido en
extrañas
circunstancias!..- exclamaban algunos.
Algunos valientes se adentraron en sus
muros,cesando el canto,pero pronto el
poder de sugestión se
impuso,teniendo
que salir por patas,al divisar sombras,
sobre
las envejecidas lápidas.
El misterio del cementerio encantado, se
extendió por la comarca. Algunos
avezados
parapsicólogos,hicieron guardia,
encerrado
sobre sus muros,capturando extrañas
psicofonías que sólo se percibían en
los
oídos de los más fieles creyentes de
los
fenómenos paranormales.
Algunos vecinos,pensaron incluso en
abandonar
el pueblo. La maldición ha caído sobre
esta
comarca..-replicaba el alcalde, en una
junta vecinal.
La noticia llegó a oídos de un viejo
cabrero,curtido,
por toda una vida en el campo,durmiendo
bajo las
estrellas,enfrentándose a lobos y otras
alimañas.
Yo puedo descifrar el misterio que tanto
temor
os impone..-¡Este está
loco!..-exclamaron algunos.
Con el poder sobrenatural nadie puede,y
este
cementerio está maldito..-respondió,la
muchedumbre.
Dadme de plazo unos días,y os aseguro
que os
resolveré dicho misterio..-¡Trato
hecho!..-
Se apresuró, exclamando, el señor
alcalde.
Bueno, esta noche, partiré sólo,en mi
zurrón llevo
este extraño artilugio,y esta rata que
acabo de coger.
Con carcajadas y risotadas fue
despedido,el cabrero,que encaminaba sus pasos hasta el viejo
cementerio.
En el bar del pueblo los vecinos
comentaban..-¡Quiere atrapar un
espíritu con un cepo y una rata!..-Este
cabrero está
loco..-murmuraban, mientras golpeaban
las fichas de
dominó, contra el duro mármol de la
mesa.
Llegado hasta el cementerio, el canto
lúgubre cesó.
Sobre un descampado,el cabrero comenzó
a armar
el cepo,y la rata que encerrada en una
jaula,serviría
como cebo.
Terminado su trabajo regresó al bar
..¡Bueno amigos, ya está todo
preparado,por la mañana
me acompañareis hasta el camposanto,a
ver si nuestro
"espíritu" ha echo acto de
presencia!..-exclamó,entre guasas
burlas y cachondeo.
Por la mañana temprano una muchedumbre
se reunía
en torno al cabrero..-¡Bueno,es hora de
partir,vamos a
desenmascarar el misterio!..-exclamó.
Seguido por una centena de vecinos,sugestionados y temerosos,la
comitiva llegaba hasta las puertas del cementerio donde se divisaba
el cepo.
Ahí está amigos,ese es vuestro
maligno,espíritu,que tanto pavor,temor
y miedo os ha ocasionado...Atrapada en el cepo,una vieja lechuza,
agitaba sus garras para deshacerse de la
red..-¡Pero si es
una lechuza!..-exclamaron
todos,alucinados.
Así es amigos,hace unos días, me llegó
la noticia del
supuesto espíritu. Accedí hasta el
cementerio y escondido
pude escuchar el canto de esta rapaz
nocturna,que se
asemeja mucho al llanto de un bebé.
Desde hoy no volveréis
a escuchar su canto,pero no matadla,esta
ave se alimenta de
ratas,ratones y otras alimañas.
Cuando comprobéis que ya no se escucha
sobre los muros
su canto,soltadla,pues habita desde hace
meses el viejo
cementerio,y no tenéis que temer nada.
Efectivamente, desde aquel día el
extraño canto se dejó de
escuchar,la lechuza encerrada en una
enorme jaula,degustaba
ratones y ratas. El cabrero fu nombrado
hijo predilecto
del pueblo.
La Lechuza.
Relato original de Marcos Tenorio
Márquez
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