jueves, 20 de febrero de 2020

Mi suegro




Mi suegro


Había pospuesto ya varias veces, la cita con mi futuro suegro, para la entrada en casa, ya que estaba prometido con su hija, argumentando y objetando, argucias, con final feliz, que iba aplazando, mi presencia, ante aquel hombre de carácter serio, severo y responsable, cuya mirada, penetrante, afilada y aguda, producía espasmos.

Yo me consideraba, un joven tímido, apocado, de carácter noble y risueño. Lucía melena como los jóvenes del momento, influenciado por la moda ye-ye y sobre mi rostro resplandecía, un enorme mostacho de color rubio, como mi pelo, que ocultaba parte de mi labio superior.


Conocí a mi novia, en las reuniones de amigos, que organizábamos, en los viejos cuarteles que quedaban vacíos, allí, escuchando música de Módulos, Los Bravos y Formula V, quedé prendado por la simpatía que irradiaba su bello rostro, cuando movía su esbelta figura, al son que marcaba la música. Aunque debo reconocer, que tenía muchos pretendientes y que yo solo sería uno mas de su extensa lista, más aún cuando algunos pronunciaba esta funesta y fatídica frase.
 
..-Eres poco camello, para tanto desierto.
 
Lo cual provocaba, que mis escasas posibilidades de éxitos, quedaran diezmadas y exiguas.

En los partidos de fútbol, que organizábamos contra otras reuniones de amigos, mi corazón latía con brío, cuando observaba, como su estilizada figura, penetraba por la puerta de entrada, junto a otras amigas, para presenciar el encuentro. Es entonces, cuando relucía en mí, el futbolista que llevaba dentro, exponiendo mi extenso repertorio de regates, pases, gambeteos y dominio del balón, que culminaba con el gol, el cual se lo dedicaba a ella, que sonreía, sonrojada y ruborizada, señal inequívoca de que estaba enamorada.

Celestial, sublime y todos los adjetivos que quisiéramos añadir, fue cuando por fin, declaré mi amor hacia ella, de modo natural, espontáneo y sincero, todo bajo el aura de timidez, que me caracteriza, el cual fue correspondido de manera afirmativa, llevándome una sorpresa.

Esos años ya pasaron y tan solo falta enfrentarme al momento más delicado, por el cual, he sufrido tanto, posponiendo una y otra vez, mi encuentro con la bestia (metafóricamente hablando).
 
 
..-¡Cariño, ya no podemos esperar más, tienes que hablar con mi padre, para que te dé el visto bueno,verás como no pasa nada!.
 
Exclamó, mi novia.
 
..-Sí, lo sé, debo armarme de valor, pero debo presentarme ante el, de manera diferente, me cortaré las greñas y el mostacho que luzco, pues tu padre es un señor chapado a la antigua, el cual rechazaría, mi imagen de rebelde e insurrecto, con la figura que ofrezco.
 

Por fin llegó el momento deseado y mi novia organizó una cena, en casa de sus padres, a la cual estaba invitado. Antes de partir para casa de mi novia, afeité mi rostro y esparcí after shave, marca “Floyd”, luego sobre mi pecho y axilas, usé “varon dandy” marca viril por excelencia. Pantalones de tergal, que tendría que aguantar pese al picor que me producía y camisa con jersey cuello V, planchados por mi madre, era mi atuendo elegido, lejos de mi imagen actual de tejanos y camiseta de Pink Floyd.
Los zapatos, arreglados por mi amigo Paco Ceto, en la zapatería de Melchor, hacían un “siglo” que no se usaba, gracias a la labor realizada, brillaban como estrellas en el firmamento...y me dije, bueno, ya es hora de partir, ante la gran expectación que había causado en mi calle, con multitud de vecinas observando, mis movimientos, cotilleando, murmurando y fisgoneando a través de visillos de ventana y postigos entreabiertos, mi nuevo cambio de “look”.

Pasadas media hora, mi novia esperaba, junto a los grandes abetos del barrio de Pueblo Nuevo. Excitado, nervioso y angustiado, recorrí los últimos metros y pasé bajo un cartel que rezaba...”Todo por la patria


Con movimientos torpes, nervioso y circunspecto avancé, agarrado de la mano de mi novia, exudando a través de mis poros y rezando, para que no pasara nada. La puerta abrió y una sutil iluminación, iluminó mi asustado rostro. Traté de recomponer mi deteriorada figura, pasando mi mano sobre el pelo, por si quedaba algún cabello rebelde, esbocé quizás una sonrisa, debido a la tensión acumulada. Tras un corto paseo por el estrecho pasillo, ya divisé la entrada al salón, donde aguardaba mi suegro, totalmente erguido, con su impecable traje verde de guardia civil, esbozando una leve sonrisa. Con educación me invitó a que pasara y tomara asiento, mientras tanto, quería huir, escapar, jamás había pasado por una situación similar y mis movimientos nerviosos, podrían arruinar toda la velada. Permanecí frente a él, asustado, atemorizado, mientras mi temblorosa mano derecha, buscaba la suya para fundirse en un fuerte apretón. Posteriormente tomamos asiento frente a la mesa y comenzó un exhaustivo examen, con la vista, que recorrió mi espigada figura de metro setenta y siete. Sin palabras, con un aire marcial y castrense, como si fuera un sargento frente a un recluta, aquel hombre supo de momento, que tipo de persona era. Con la llegada de mi suegra, nada que ver con su marido, comenzamos la exquisita cena, preparada por mi novia, que culminó con el sabroso postre, que ponía fin a la velada.

Junto a una copa de brandi, comenzaron los turnos de preguntas, los cuales respondí, con franqueza y sinceridad.
 
.-¿Estudias o trabajas?
 
..-El mes que viene, me incorporo al colegio de Flechas navales en Huelva.
 
Respondí.
 
..-Bien, me alegro que estudies en un colegio de renombre como Flechas Navales.
 
..-(De renombre jajaja, no veas las personas que van destinadas a dicho colegio).
 
En silencio, esbocé una sonrisa.
 
..-¿Practicas algún deporte?
 
..-Sí, futbol.
 
..-¿De que equipo eres?.
 
..-Del Barsa.
 
..-Ah, ahí no coincido, yo soy del Madrid.
 
..-Bien, buen equipo, posee 6 copas de Europa..(hice algo la pelota, pues solo quería quedar bien).
 
Ya más calmado, esperaba la pregunta final, esa que todos los suegros suelen hacer y más en mi caso.
 
..-Espero, que vuestro compromiso, sea serio, aún no te conozco realmente, pero me pareces buen tipo, no como esos melenudos que van por ahí luciendo greñas y enormes mostachos, con camisetas de grupos anglosajones, que diós sabrá que dicen en sus letras, mi hija sabrá si ha elegido un buen hombre, por mi parte mereces una oportunidad y ojalá puedas ser el hombre de su vida.
 
..-Gracias.
 
..-Respondí.
 
..-(De buena me he librado, si llego a aparecer con greñas y mostacho).

Nos despedimos con un fuerte apretón de manos, mientras suspiraba aliviado. Poco después marchamos al cine, donde daban una de mi director favorito.. John Ford...Que verde era mi valle...mientras, mi novia me recordaba
 
..-Ves cariño, como no ha pasado nada.
 
..-Sí, llevas razón, tu padre es un encanto...(Uff, que mal lo he pasado...si llego a aparecer con greñas y mostacho).
 
Respondí, quedando la frase, entre paréntesis, solo para mi.

Mi Suegro....Un relato original de Marcos Tenorio Márquez.

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