Recuerdos de Tharsis...Tráfico de camiones de “palos”
...En la lejana década de los años sesenta y principios de los setenta, cumbres, cabezos, cerros y colinas, plagados de arbustos autóctonos como jaras, jaguarzos, tojos, aulagas, brezos y madroños, comenzaron a extinguirse, ante poderosas máquinas articuladas por orugas, las cuales creaban terrazas, en las que posteriormente serian sembradas de eucaliptos, un árbol procedente y originario de las lejanas tierras de Oceanía, de crecimiento rápido, debido a sus grandes raíces, las cuales empobrecen la tierra buscando el agua por un extenso radio. Esta nueva forma de rentabilizar y producir, en terrenos de difícil acceso, en donde la superficie pedregosa, rocosa y abrupta no concedía otro tipo de explotación, se hizo popular en toda la provincia y sobre todo en las comarcas de Sierra y Andévalo, donde los terrenos circundantes presentan este tipo de irregularidades descritas, anteriormente.
Este tipo de utilización y aprovechamiento del terreno, origino obviamente, trabajo, al cual se sumaron muchos jóvenes en edad de trabajar, que acudieron a la llamada, azada en mano, para sembrar todo lo que las grandes máquinas había preparado. Labor ardua, dura y complicada, que sin embargo ayudo a solventar que las tristes economías de la zona, obtuvieran algo de beneficios, en unas comarcas azotada, por el desempleo y paro.
Años mas tarde de la siembra, ya con los eucaliptos, bien crecidos, comenzaba la labor de talarlos por su base, con modernas motosierras. Esta labor también requería mucha mano de obra y muchos jóvenes pudieron acceder a un trabajo duro, pero que se realizaba en la tierra de nacimiento y en la que no tenías que desplazarte. Estos trabajos frenaron aunque en pequeña medida, el éxodo masivo de personas hacia otros lugares de España y Extranjero. Tras derribar los eucaliptos, cuadrillas de jornaleros, desplazaban los troncos, ladera abajo para colocarlos todos juntos, donde tractores equipados con pinzas, los colocaban en camiones, para su desplazamiento, hasta la fábrica de celulosa, en el pueblo de San Juan del Puerto.
Tráfico de camiones por Tharsis.
...En la década de los años setenta, jugábamos a fútbol en la era, y todo transcurría con normalidad hasta que comenzaba el tráfico de camiones de “palos” como generalmente se conocía. Abandonábamos el partido y nos íbamos hasta la cercanía de la carretera, para ver in situ, estos grandes camiones, con su pesada carga, dirigirse hasta el lugar donde depositar el pesado embalaje.
Disfrutábamos viendo el paso de los camiones, hasta tal punto que muchos de nosotros, soñábamos de mayor, con conducir estos grandes vehículos. Recuerdo en clase de cuarto, cuando el profesor, Don Mario Rabadán, preguntaba a los compañeros por su profesión en el futuro, entre las muchas respuestas obtenidas y en profesiones tan dispares y cualificadas como médico, abogado, profesor y demás, sobresalía con rotundidad....
...-¿ Y tu Juanito ?
...-Yo...conductor de camiones de “palos”
Ante las risas y carcajadas de los compañeros.
Marcos Tenorio Márquez.
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