Historia de Fantasmas.
.......No sé si he escogido bien el titulo de
este nuevo relato,pues sinceramente los fantasmas no
existen,sólo son
recreaciones del estado de nuestro
cerebro,que nos hace ver u oír cosas
que no existen,solamente en nuestro
subconsciente. Pero hay personas que demuestran
mayor sensibilidad a estos fenómenos,cuando quedan
solas o visitan
lugares aislados y siniestros...yo he tenido experiencia
sobrenaturales,que achaco a mi poder de sugestión,sin dar mayor
importancia...mi primera experiencia data del año
1983,me encontraba realizando el servicio militar en Las
Palmas de
Gran Canarias,destinado en el cuerpo de la
Policía Naval...y la Policía Naval,realizaba
guardias en los distintos
departamentos de las autoridades de Marina de la
isla,y uno de esos departamentos era un juzgado,en la
calle de Grau
Bassas. Este juzgado poseía una fachada gótica,bastante
siniestra cómo de película de terror,y allí nos alojábamos
los
Policías Navales,a hacer guardias las 24 horas del día,en dichas
dependencias,solos y aislados.
En dicho juzgado,había una sala a la que llevaban los marineros o
soldados de infantería de Marina,que habían fallecido
por causas de suicidio,perecer ahogados u otra causa.
Reunidos en el cuartel se contaban sucesos acaecidos
en dichas
dependencias,sucesos de otra parte que te ponían la
piel de gallina,pues los compañeros contaban que se oían
sonidos
extraños,voces y alguna aparición espectral,por el
contrario otros decían que allí no había nada,y que
allí se estaba
muy bien,pues estabas todo el día solo en sus dependencias sin
que nadie te molestara.....una de las noches me tocaba a
mí hacer guardia,me trasladaron con el "land rover" y
relevé al compañero,que había pasado un día muy a
gusto,según me
comentó y que había estado leyendo novelas del gran genio
H.P.Lovecraft....¡¡Joder!!..exclamé,con el miedo que da la
casa
y encima el tío se pone a leer novelas de terror....a este
compañero,lo conocíamos en el cuartel con el sobrenombre de
"EL conde de Grau Bassas" pues tenía un cierto
parecido con el actor Cristopher Lee,que por otra parte,fue
muchos años
el actor que encarnó al personaje de la novela de Bram
Stoker..."Drácula".
Me preparaba para pasar la noche en dichas dependencias,sólo con
la inestimable ayuda de un subfusil "Z",y una decena de
cintas de cassettes de bandas en su
mayoría anglosajonas de nombres tan dispares
cómo..."Saxon,Iron Maiden,Judas
Priest,Motorhead...etc" y con un walkman tan
de moda por aquellos años,y que te encontrabas
casi regalado en las
distintas tiendas de "Hindúes" de la isla. La lúgubre
iluminación del juzgado invitaba a que cayeras en los
brazos de
Morfeo,pero esa noche prometía ser larga y tensa,y el proceso
sugestivo comenzaba a hacer mella en mi pobre cerebro,así
es que esa noche la pasé en vela,escuchando "crujios"
de muebles viejísimos y destartalados,pero fue sobre las cuatro de
la madrugada,cuando escuché el sonido de una puerta
como se abría,de un salto me incorporé de aquel
camastro,con el
vello erizado,cogí el subfusil y me dispuse a salir de la
habitación dónde teníamos la guardia. Un pasadizo de unos cinco
metros,comunicaba con el salón en dónde se
encontraba la sala,de las personas
fallecidas,mientras caminaba un frío
invernal se apoderaba de mi cuerpo,descendiendo en varios grados
la temperatura primaveral que gozábamos en las islas,al
llegar al salón encendí la pobre iluminación,sin
que notara nada extraño,baje por unas escaleras que
conducían a la
puerta de salida,tras abrir la puerta comprobé que la calle
estaba desierta y en silencio,subí de nuevo para arriba y al
llegar justo enfrente de los últimos escalones,que daban acceso
al salón,comprobé cómo la luz en la sala de fallecidos
estaba encendida,pues se veía por debajo de la
puerta,en el hueco que deja,pensé en esos momentos
que podría ser el
interruptor del salón que también encendía
la luz de la sala de fallecidos,pero esa luz
me hizo pasar momentos
angustiosos,y no pegar ojo hasta que la luz de un nuevo día
hiciera que cayera abatido de cansancio.
No comenté la noticia con nadie,pero me las ingenié
para no hacer guardias en aquel siniestro juzgado...ahora
paso a
relatar unos acontecimientos surgidos en el pueblo de
Tharsis en la década de los años setenta. La consulta,casa,
del
practicante D.Jesús,se había quedado vacía,pues este había
cogido una plaza en Huelva. Debajo la consulta de los médicos
seguía activa. Pero en el piso superior sus dependencias se
encontraban vacías,varios vecinos que vivían en los aledaños
de la casa, dieron la voz de alarma,al comprobar
por las noches cómo la extraña luz de una vela se
paseaba por sus
dependencias,causando el pánico y desasosiego entre los que la
habían observado,muchos vecinos del pueblo se reunían por
los alrededores dispuestos a observar
la extraña luz,sin que esta
apareciera y el supuesto fantasma fuese
desenmascarado,al final se hablaba de una broma del vecino Domingo
Zapata,sin que esta noticia transcendiera más allá de
una simple anécdota graciosa. En la década de
los años ochenta ,sobre mediados,otro supuesto
fantasma resurgió con
fuerza,pero este no se aparecía con velas en
casas,este se le aparecía a la entonces
adolescente Ana Zamorano,más
conocida cómo Ani "la de la Pinta" este
supuesto"fantasma" aprovechaba que la adolescente visitaba
a sus amigas por las
noches,para presentarse de modo silencioso en las
esquinas....una de las noches con varios amigos,salimos de
"batida"
por los alrededores de la casa de Ana,los
huertos cercanos al cementerio,la plaza de San
Benito,la calle Ramón y
Cajal,Huerto Lanchares. Sin divisar nada,pero algunos de
los compañeros,prometieron haber visto una figura que
corría
igual que el hijo del viento,ocultando entre chumberas
e higueras y desapareciendo por completo. Muchos hablaron
de
supuestos vecinos del pueblo,que aprovechaba la oscuridad para
acechar a Ana,sin que esta noticia transcendiera más allá
del ámbito local.
Para terminar este relato quiero hacer mención a los
populares "marimantas" personas que se disfrazaban
con sábanas
blancas que portaban un candil que aparecían sobre todo por
los huertos alrededor del cementerio,y que asustaban a los
obreros de la CIA de Tharsis,que se desplazaban al no existir
vehículos hasta talleres y Filón Norte,para trabajar.
Marcos Tenorio Márquez 2012
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