domingo, 5 de enero de 2020

El pintor

El Pintor.

....Seducido, atraído, cautivado  por las  bellas fotografías  expuestas en  la red  social, por Antonio  Pinilla y  María
Antonia, un famoso pintor se traslada hasta la bella localidad de Tharsis, para recoger en sus lienzos todo el poder y  la
fuerza  de  los paisajes  que  ofrece el  entorno  de la  pedanía  Andevaleña, y  poder  plasmarla, con maestría  en  sus
cuadros. Bajo una  entidad oculta,  adquiere un  pequeño cuartel  en la  calle Alicante. Un vetusto automóvil, innumerables
cajas de pinturas, lienzos, caballete, pinceles, conforman todo su  equipaje.

De figura desgarbada, flaco, con poco  cabello y
enormes gafas de aumento, da más la sensación de un  pobre indigente que de un famoso pintor. Ayudado por las  fotografías
de Antonio  y María  Antonia, escudriña todos  los lugares  para saber  los lugares  exactos desde  dónde plasmar toda la
belleza  que ofrece  los distintos  enclaves que  conforman el  pueblo. Los amaneceres  por la  zona este  del pueblo,  le
apasionan. La vieja estación de tren, sumida, inmersa en el abandono le entristece, mientras piensa..-¡Qué valioso podría
haber sido para cualquier pintor, este espacio años atrás, cuando los trenes cargados de mineral, emprendían la ruta  hasta
Corrales, con  la  estación  recién   pintada, y  el  enorme  reloj   marcando  las  horas
!.No  obstante,   encuentra  un
lugar, idóneo, desde dónde  comenzará a  pintar su  primer cuadro  al que  titulará la  vieja estación.


Casi toda la mañana, destina a pintar  el cuadro, a mediodía  regresa, para hacer la  compra en la  plaza de abastos. Compra 
sobre todo, fruta y pescado, aguarda pacientemente con exquisita educación  su turno, y la forma de  hablar, denota que no es  de
estas tierras, pues la corrección en el castellano, declara que es habitante de la zona centro del país. Parco en palabras, toma café 
en el bar de la plaza, regentado  por Juan Antonio Monterde, desde allí  encamina sus pasos hasta el  cuartel alquilado, dónde
cocinará pescado. Varios días destina a su primer cuadro, ayudado por la fotografía, retoca y perfila para recoger todo  el
encanto, atractivo y embrujo que ofrece los vagones, vías de tren, traviesas y el paisaje circundante. Por fin, terminado  su
primer  cuadro, comienza  el segundo . El ambiente  tranquilo, sosegado y  apacible del  pueblo, le  inspira cierta
confianza, aunque se muestra  esquivo, para relacionarse con  la gente del  lugar. Muchas personas piensan,  que es un  loco
bohemio, que ha aparecido por  aquí, huyendo de la ciudad, y  que se encuentra tocado  de la cabeza. Para su  segundo cuadro
elige la  plaza de  San Benito, emblemático  barrio de  Tharsis, dónde ha  vivido personas  tan destacadas  cómo el médico
Don Feliciano.

Recoge toda la fuerza y belleza, que ofrece el lugar, con  la farola en el centro, al fondo la sierra Tersae, protege  con
su empinada cumbre el entorno del pueblo,cómo si se  tratara de un viejo castillo rodeado de murallas. Las  personas que
pasan a su alrededor, observan cómo maneja los distintos pinceles con maestría, dotando al cuadro de detalles que a simple
vista pasan desapercibidos por  las personas que observan  el paisaje. Con varias semanas  en el pueblo, ha ido  plasmando
cada uno de los bellos rincones que posee la  pedanía...corta Sierra Bullones, tan sólo lo que queda de  ella, lamenta no
haber venido  años atrás  cuando su  espectacular malacate, presidia  como un  faro en  un acantilado  rocoso, la
profunda corta, dónde curtidos mineros bajaban a ganarse el pan en oscuras galerías. Desde el cabezo Madroñal, entre pinos
carrascos y piñoneros, plasmaba el pueblo, en el mayor lienzo que poseía, duro trabajo, pero al final del mismo quedó satisfecho con
el trabajo  realizado. Para  la ermita,  situada  en el  Barrito, realizó  un cuadro  excepcional, pues  al no  ser  tiempo de
romería, imaginó una multitud que seguía a  los costaleros que portaban sobre sus  hombros a la santa. Detrás un grupo  de
jinetes con bellas amazonas, seguían a la  multitud entre vítores y salves a  la santa. Con más de ocho cuadros  pintados, tan
sólo quedaba la zona oeste, por  dónde el astro rey oculta, su  rojiza esfera, salpicando el horizonte  de hermosos colores
fusionados entre nubes, blancas, amarillentas y negras. En las aguas  del dique Lagunazo, se refleja los bellos colores  del
atardecer, mientras los ánades reales se zambullen  en sus aguas claras y cristalinas. Tras  casi tres meses de trabajo y  diez
cuadros, un día desaparece, sin llamar la  atención, tal cómo vino al lugar,  así se marcha.

Las pocas personas  que pudieron
hablar  con él,  muestran admiración...inteligente, culto, educado instruido, me  recordaba por  su aspecto  al genio  de Apple
...Steve Jobs...comentaba Juan,  hijo de Dolores,la  dueña del cuartel  que fue alquilado  por el famoso pintor. Meses
después de que el famoso pintor desapareciera del pueblo, una gran exposición de pintura se celebraba en el famoso  museo
del Prado de Madrid. En la ceremonia de inauguración de la misma, diversas personalidades de la vida política, artística  y
cultural del país, se daban cita. Entre las diversas exposiciones de pinturas, llamaba poderosamente la atención  un nombre, el
cual  era  visitado  de   forma,  frecuente, constante, asidua  por  cada   uno  de  los  presentes, los   cuales  quedaban
atónitos, absortos, admirados  por  tanta  belleza, preguntando   entre  ellos  si  ese   lugar  existía  o  había   sido
inventado......uno de los presentes, se acercó hasta  las innumerables personas que contemplaban la obra......alzando  la
voz, pronunció estas palabras..-Este lugar existe, se encuentra en  el Andévalo onubense, entre la sierra y la  costa, su nombre
aparece en la biblia y  desde tiempos inmemoriales sus ricas  tierras han sido explotadas por  los hombres....este bello
enclave se llama.......THARSIS.
Grandes aplausos resonaban por todo el museo, la pequeña pedanía se había convertido  por
un día, en todo un acontecimiento. La obra había adquirido tanta relevancia e importancia, que los cuadros adquirieron  una
valoración, al alcance tan sólo de grandes fortunas. Jamás se supo quién había firmado la obra, pues en los cuadro figuraba
tan solo el nombre de G.O.D.



Un relato de Marcos Tenorio 2013.

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