viernes, 10 de noviembre de 2023

Chiru


 

Chiru.



...La nueva ermita, construida sobre un pequeño montículo, rodeada por un cinturón de casas de moderna edificación, y por aromáticos aromos de bellas flores amarillas, constituía un sueño para el pueblo, que por fin se hizo realidad, para una pedanía que crecía en número de habitantes y necesitaba una gran sede para satisfacer las necesidades y demandas, de unos habitantes en su mayoría de creencias Católicas, Apostólicas, Romanas.


La pequeña ermita de origen gótico ubicada en “Pueblo Nuevo”, se había quedado reducida, pues en realidad fue construida para acoger a los propietarios de las minas, jefes y altos cargos, casi todos de origen Británico y de creencias protestantes.



El tejado de la nueva ermita, formado por tejas árabes, pronto comenzó a ser colonizado por colonias de gorriones comunes y algunos estorninos comunes y pintos, amén de las bellas cigüeñas, que ocupaban un lugar privilegiado en el tejado, con un nido sólido de gran envergadura. Los tejados formados por tejas árabes semi curvas, constituyen un excelente lugar, en donde los gorriones, pueden construir sus voluminosos nidos, al abrigo de depredadores. Gracias a las grandes paredes de la ermita, pocos enemigos podían acceder hasta el mismo tejado y los gorriones anidaban en gran número, bajo sus tejas y también aunque en menor medida sobre los grandes eucaliptos que rodeaban al pueblo.



A la salida del colegio, sobre todo en tiempo de primavera avanzada, muchos niños, adolescentes y algún que otro adulto, recorrían los laterales de la ermita, para ver si algún gorrión en fase joven, había caído tras protagonizar su primer vuelo tras abandonar el nido.



Tomasín, hacía gala de ser el niño más rápido del pueblo, pues había ganado varios concursos, en la escuela y se pavoneaba, vanagloriaba y jactaba delante de las niñas, de la virtud que poseía, aunque estas le recordaban que en el concurso de varillas de cohetes, disputado por primera vez el año anterior ,había sido batido por un niño, el cual debido a su carácter humilde, modesto y sencillo no mostraba signos de superioridad y preponderancia hacia los demás, como hacía Tomasin, en cualquier ocasión.


Este hecho irritaba sobremanera a Tomasín, que no consentía ser humillado, por un ser de aspecto flaco, tímido y de apariencia poco atractiva. Una de las tardes, al salir del colegio, observó como varios niños corrían, tras un gorrión en fase joven avanzada, pues ya sobre su cabeza se notaba las primeras plumas negras...sin poder alcanzarlo. Era el momento propicio que esperaba Tomasín, pues iba acompañado, por la adolescente, por la cual suspiraba y de la que estaba profundamente enamorado.


...-¡Ese gorrión solo lo puede alcanzar, un tío rápido como yo!.

Exclama, exhibiendo en su rostro, un tono arrogante, presuntuoso y soberbio.


...-¡Anda, si tan rápido te crees que eres..cógelo!.

Exclama, Pepita, de dorados cabellos, ojos azulados y sonrisa pícara, astuta.


...-Eso esta echo, recoge mis libros y enseguida te lo traigo.

Proclama, con tono desafiante.



En breves instantes, Tomasín, se suma junto con los demás niños, que corrían para atrapar al gorrión, que volaba en dirección al vaciadero de mineral, donde grandes eucaliptos dificultarían la captura. Ante la imposibilidad de atrapar al gorrión, muchos niños sucumbieron y terminaron arrojando la toalla,(como suele comentarse por estos lares) pero no para Tomasín, que herido por su orgullo, ponía todo su empeño para atraparlo y poder presentarlo ante su prometida, como un trofeo de incalculable valor, que llegaría sin duda hasta el corazón de la adolescente.

El gorrión mientras tanto, dando cortos vuelos, se alejaba del pueblo y emprendía rumbo por la carretera que conduce hasta el vecino pueblo de Puebla de Guzmán. Transcurridas media hora, ninguna de las partes se daba por vencida, encontrándose a unos tres kilómetros del pueblo, en unos parajes conocidos como “El Campillo”.


Aprovechando los numerosos “galaperos” distribuidos sobre la zona, el gorrión descansaba, mientras llegaba un exhausto y cansado Tomasín, que secaba el sudor que brotaba desde su frente. Al pasar junto al imponente “Cerro del Águila” Tomasín, estuvo a punto de conseguir su objetivo, pero una inoportuna ráfaga de aire, alejó al pájaro, que de manera habilidosa y escurridiza, pudo encaramarse hasta las ramas altas de unos eucaliptos, desde donde se divisaba ya el vecino pueblo. Una tregua llegaba para las dos partes, en las que las fuerzas comenzaban a menguar y la estrategia sería decisiva.

Tras el descanso, unos misiles en forma de rocas, alejaron al ave del eucalipto, donde se sentía protegida, resguardada y segura, emprendiendo el vuelo hasta las primeras casas de la calle cuarteles, de Puebla de Guzmán.


A punto de abandonar y volver para el pueblo,Tomasín, en un último suspiro y cargado de rabia y cólera, apretaba los dientes para alcanzar el ave, que volaba ya entre tejados.

Bastante cansado, deambulando por las empinadas calles, observando sobre los tejados, para divisar al joven gorrión, un ciudadano del pueblo, contempla la actitud, y con curiosidad pregunta a Tomasín.


...-¿Niño, que haces por aquí, con el calor que hace?.


...-Vengo persiguiendo un gorrión, desde Tharsis.

Contesta Tomasín, sediento y deshidratado.


...-¡Por favor, me puede dar usted agua!.

Exclama a continuación.


Después de beber y haber perdido su objetivo, comienza las lamentaciones.


...-¡Entonces dices que vienes desde Tharsis, persiguiendo a un gorrión!.

Exclama el ciudadano, con rostro circunspecto, serio y mesurado.


...-Así es, no le miento.


De repente, el rostro serio del hombre, se volvió risueño, placentero, festivo y enormes carcajadas brotaron desde su enorme boca, desprovistas de dientes.


...-Jajajajaja, desde Tharsis, persiguiendo a un gorrión...jajajajajaja...no me lo puedo creer...jajajajajajaja.


La noticia pronto se divulgó, por toda Puebla de Guzmán y los Tharsileños, que accedían hasta el pueblo comenzaron desde ese día a ser conocidos como...”Chirus”.



Tomasín, regresó para Tharsis, en el auto del ciudadano. Después de dar las gracias, este le contestó de manera jocosa, bromista y salerosa.


...-¡De nada...Chiru!.


A punto de llegar a casa, abatido, decaído y desanimado, un gorrión bastante joven, emprendió vuelo desde unos gallineros, siendo atrapado en veloz carrera por Tomasín.

Tras recibir la reprimenda, de sus padres y con la llegada del crepúsculo, Tomasín, se reunía con su adorada Pepita, en la intersección de la calle Luciano Escobar.


...-¡Qué, lograste conseguir alcanzar al gorrión!.

Exclama Pepita.


...-Pues claro que sí, lo alcancé de momento en veloz carrera, sabes que nada puede vencerme.


Seguidamente, Tomasín, enseñaba a su prometida, el gorrión capturado en su vuelta, y una sonrisa pícara, se dibujaba sobre su rostro, al besar Pepita su mejilla.



Chiru.....Un relato original de Marcos Tenorio Márquez.


 

3 comentarios:

  1. Eso que cuenta el Sr Marcos Tenorio es una fábula inventada por algun gracioso,no creo que ninguna persona haya ido a la Puebla detrás de un gorrion

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  2. Pues a mí no me extraña nada, porque yo fui hasta El Empalme corriendo detrás de una lechuza.

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  3. Me hacen recordar otra que cuentan de uno que fue detrás de un mirla hasta Villanueva de las cruces

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