La niebla
Desciende por laderas, llanuras, páramos
envolviendo, abrazando, todo lo
que encuentra a su paso, enigmática,
arcana, vestida de suave manto
blanco, mortecina, nacarada
de nauseabundas emanaciones,
pestilentes, impregnadas de
húmedas gotas de agua.
Que será, el misterio que desprende
cuando aparece, por el páramo
quizás, almas atormentadas, sometidas
en anteriores vidas, violadas, por
semejantes, que claman venganza
para que los verdugos sean ejecutados
como bastardos asesinos.
La niebla, evapora, languidece, cuando
los rayos de sol, penetran como espadas
afiladas, sobre su delicado celaje
evanescente, descubriendo la belleza
que contiene la barriada, en la cual se
libró una batalla, en las que entregaron
sus vidas, almas inocentes.
Querida abuela, dime que pasó en
la barriada, que tantos recuerdos atormentan
tu alma, cuando la niebla emerge y todo
desaparece.
¿Porqué, brotan lágrimas, de tus ojillos
marrones, mientras suspiras, profundamente?.
Hija mía, en ese barriada, sucumbieron vecinos
sin motivos aparentes, porque defendían
una palabra llamada democracia.
Entre esos vecinos, se encontraba mis padres, hermanos y cuyos cuerpos jamás fueron encontrados.
Por eso hija mía, cada vez que la niebla emerge, pienso en las almas que vagan, pidiendo ser liberadas.
La niebla...Marcos Tenorio Márquez
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