Recuerdos de Tharsis...El "bingo" de los eucaliptos

 

Recuerdos de Tharsis...El “bingo” de los eucaliptos.

...A comienzos de la década de los años ochenta, la monotonía era la nota reinante, en las largas tardes estivales. Sentados a la sombra de los grandes eucaliptos, los temas de conversación giraban sobre los cambios que se avecinaban, en cuanto a política se refiere, y muchos aseguraban que en las próximas elecciones, el partido socialista obrero español, sacaría suficientes escaños para gobernar en solitario. En todas estas conversaciones animadas, pero que llegaban a aburrir, nadie trataba de cambiar el signo de los coloquios y buscar alternativas para vencer el hastío y tedio diario. Es entonces cuando en una tranquila tarde, de pleno mes de julio, del año 1981, cuando surge la idea de jugar a la lotería o bingo, como se le suele llamar. Y la persona que tuvo esa feliz idea, asiduo de los coloquios y charlas, era conocido como “Girón”, aunque su nombre era Miguel Rodriguez (d.e.p) hermano de Sebastián Rodriguez (d.e.p). Miguel, había observado, que en algunas calles del pueblo concretamente, en calle Madroñal, en la casa de Román (Rau) y Manuela Martín, (descansen en paz ambos) los vecinos se reunían al caer la tarde para disputar partidas de lotería y esa idea Miguel, la quiso trasladar en un escenario al aire libre, que acogiera mayoria de personas, que acudían a los eucaliptos a tomar fresco y charlar.

Con una caja, que contenía el juego del bingo, un banco de madera y una silla plegable, se presentó Miguel, a la tarde siguiente de exponer su idea. Pronto se establecieron las bases, que consistía en el precio del cartón...5 pesetas y los premios donde el veinticinco por ciento recaudado sería para la “casa” y el setenta y cinco restante en premio para el ganador. La linea, obtendría, que el ganador jugaría la siguiente partida gratis. El escenario escogido, sería, como no, los grandes eucaliptos, cercanos a la carretera, también llamado la “Moncloa”. Se iniciaba de esta manera este apasionante juego, que crea adicción, aunque el bajo precio del cartón, intuía, que tan solo se tratara de mitigar la monotonía y el aburrimiento. A partir de ese momento, las tardes no serían igual y muchas personas algunas de ellas, que nunca habían frecuentado el lugar, acudían para probar suerte. En los siguientes años, el juego del bingo continuó, aunque cambió de escenario, ahora sería la zona cercana a Umbría Madroñal, donde se encuentra hoy día, numerosas casas de vecinos. Allí también, bajo la sombra de grandes eucaliptos, el lugar ofrecía mas intimidad al estar más alejado de la carretera y de casas. Solo la primavera avanzada y el verano, daban la oportunidad de jugar, al aire libre, cesando con la llegada del otoño, y la posibilidad de jugar todo el año, surgió nuevamente de Miguel, y para llevarla a cabo Miguel adecentó su garaje, situado detrás de lo que es hoy día museo minero, para jugar por las tardes y noche. El bingo continuó algunos años, hasta que, los cambios de ciclo y algunos aspectos legales, hicieran que cesara su actividad. Hoy día recordamos con nostalgia aquel comienzo de década, una década que trajo importantes cambios para España, donde nos divertíamos con nuestras aficiones y donde la bendita juventud formaba parte de nuestras vidas.

Recuerdos de Tharsis...El “bingo” de los eucaliptos.

Un relato de Marcos Tenorio Márquez.