lunes, 26 de julio de 2021

Recuerdos de Tharsis.....Autopista E. Bañuls


 

Recuerdos de Tharsis...Autopista E. Bañuls.



...-¡Ya vienen, los coches topes!.


Exclamaba Matías, en la esquina de la calle Málaga.


El partido de fútbol que disputábamos, se interrumpía, y todos corríamos como posesos, hasta el llano del paseo. Grandes camiones, transportaba la pista de coches , incluida la gran roulotte, de grandes dimensiones, que ocupaba la parte central, donde iba todo el cableado, puesta en marcha de la pista y el despacho para la venta de las populares fichas, de color amarillo. La roulotte, de color rojo, llevaba serigrafiada con letras de color blanco, el nombre de la pista...E. Bañuls, y unas luces de neón rodeaba, todo el ventanal, desde donde se distribuía las fichas.


A los pocos minutos, de la llegada, chavales y chavalas, de todos los barrios del pueblo, se juntaban y reunían, en los alrededores del paseo, bajo las sombras de los aromos, para observar el montaje de la pista. Admirados, asombrados y fascinados, por aquellos hombres musculosos, que bajaban las pesadas planchas con carretillas, más de algunos pensaron, que esa sería su profesión en el día de mañana.


Ya conocíamos sus nombres de años anteriores y representaba para nosotros, nuestros héroes. De mayor, queríamos ser como ellos, poseer músculos de acero, emular su trabajo y repartir fichas, entre las féminas, para poder ligar con ellas. Pasados unos días, la pista por fin estaba montada, solo quedaba bajar los coches, y este trabajo se hacía bajo una enorme expectación, con las sombras proporcionadas, por el enorme toldo, que cubría, todo el extrarradio.


La atracción reina de la velada, atraía sobre todo a un público adolescente y juvenil, con algunos esporádicos padres de familia, que montaban a sus hijos, cuidando de que no sufrieran ningún percance. Los adolescentes, encontraban aquí, una buena oportunidad de ligar con jóvenes del pueblo, ya que las miradas insinuantes, sugerentes e incitantes, para invitarlas a dar una vuelta, era norma común, por eso ellas, acudían a estas citas, bien arregladas y coquetas. Ellos por el momento, acumulaban enorme carga de adrenalina, al ver a su prometida, de copiloto, esbozando una sonrisa, y queriendo emular por momentos, al volante, al rey de la velocidad en aquellos años, Emerson Fittipaldi, realizando todo tipo de piruetas, giros y demás prodigios técnicos.


Desde que la pista comenzaba, su puesta en marcha, antes del crepúsculo, hasta bien entrado el día siguiente, se producía congregaciones masivas, para coger autos, produciéndose en algunos momentos, broncas y altercados, donde tenían que intervenir los musculosos operarios, poniendo punto y final, a la pelea surgida.


A veces, se producían tremendo topetazos, por algún loco, que no respetaba, la ubicación del coche de al lado, lanzandolo fuera de la pista, ante el clamor y estupor de los presentes, que increpaban con abucheos, al energúmeno y salvaje, sujeto.


En las horas centrales del día, los coches, aparcados en el centro de la pista, esperaban la llegada de la tarde, para nuevamente irrumpir con brío, hasta un nuevo día, en estos cinco días de veladas mágicos.


Recuerdos de Tharsis....Autopista E. Bañuls.


Marcos Tenorio Márquez.




No hay comentarios:

Publicar un comentario