martes, 27 de julio de 2021

Las primeras herreras de la temporada...(Homenaje a José Tenorio Beltran) D.E.P.


 

Las primeras herreras de la temporada...(Homenaje a José Tenorio Beltran) D.E.P.



.Delante de la pantalla del ordenador, tocando sutilmente el teclado, mis pensamientos se acumulan, impidiendo que comience el relato, el cual, debido a estos últimos años, en los que nuestra amistad, forjada, fraguada y labrada desde niño, quebrara como el mas frágil vidrio concebido por el hombre, influyendo e impidiendo, que estas palabras que dedico a mi buen amigo, suenen vanas y estériles, por no tomar decisiones, decisivas y determinantes, en el momento que nuestra amistad comenzaba a deteriorarse, por fuerzas ajenas a mi voluntad, que arrastraban mis consentimientos y deseos, al lado oscuro, en los que me encontraba atrapado, en donde terceras personas manejaban mis decisiones e impedían, que tomara la forma correcta de proceder en situaciones que se produjeron cuando nuestra amistad más necesitaba reforzarse.


Admiraba a mi buen amigo, en todo los sentidos: su honestidad, comportamiento, educación, se hacía patente, en cada acción que desarrollaba, en los innumerables momentos que vivimos juntos, compartiendo infinidad de aficiones, en donde relucía y hacía gala, de su habilidad e inteligencia.


La vida se ha comportado con una persona buena, bondadosa, honrada y afable, de forma cruel y despiadada, impidiendo e imposibilitando, que la felicidad compartida junto a su mujer e hijo, quebrara, rompiendo de manera injusta, sus ganas de vivir, donde trataba de recuperar de modo sólido, consistente y resistente, una primera advertencia, injusta, irrazonable e inaceptable.


No tengo excusas, pretextos y disculpas, para evitar que nuestra amistad quebrara, aunque ya nada puedo hacer, solo recordar los buenos momentos vividos, esbozando una sonrisa, recordando, aquellos instantes, en los que compartimos por ejemplo nuestra afición por la pesca, donde él me introdujo, para enseñarme, instruirme y adiestrarme en los distintos métodos de capturas, de los que quedé prendado, por la belleza del paisaje costero, con sus preciosas puestas de sol y las noches estrelladas, con el luminoso de la boya, bailando al son de las olas, con la luna como testigo, hundiéndose en las oscuras aguas, cuando el sargo picaba el cebo. También el silvestrismo, ocupó parte de nuestra vida, aunque las capturas era lo de menos, nosotros acudíamos a la cita de verderones y jilgueros, para estar en contacto con la naturaleza, y embriagarnos de sus olores, fragancias y aromas, de los amaneceres, en donde el astro rey, irrumpía por el horizonte entre encinas, alcornoques, jarales y brezos.


A primeras horas de la mañana, el calor del fuego, mitigaba, el frio adquirido, aunque el fuego solo era una excusa, pues nosotros solo necesitábamos las brasas, para asar costillas, pancetas y chorizos, regadas con cerveza cruzcampo. En tiempos de gurumelos y turmas, mi buen amigo, con destreza, maestría y pericia, intuía los lugares donde los hongos y setas, escondían su presencia entre grietas, para sacarlos con exquisita habilidad. Nuestra pasión por la música, en los que también coincidía nuestros gustos a la hora de pinchar un disco o insertar un cd.


Por último, antes de dar paso al relato, quiero resaltar la virtud que dominaba, que mas me fascinaba, de las muchas que poseía, y no es otra que su sentido del orden, colocación y distribución, de los distintos, objetos, cosas y elementos, los cuales ordenaba en sus correspondientes, lugares, para poder acceder a ellos sin ningún tipo de problemas.


Una gran persona, se nos marchó para siempre, nosotros, los que lo conocimos, somos testigos, de sus hechos, acciones, obras y actos, y siempre hablaremos de manera exquisita, cuando sea nombrado. Mirando, observando, la noche estrellada, del caluroso mes de julio, cuando agosto llama a la puerta, lanzaremos un beso al cielo y con solemnidad, dignidad y seriedad, diremos...Descansa gran amigo, la gloria tienes ganada.


Marcos Tenorio....28 de julio de 2017.


Las primeras herreras de temporada.


En los albores de la incipiente primavera, cuando las temperaturas ascendían tímidamente para desalojarnos de ropa de abrigo y los vientos giraban a sur, suroeste, llegaba el momento propicio para escudriñar el litoral, buscando las zonas más tempranas dónde las herreras hacían acto de presencia tras el largo y frío invierno. Quizás, la mejor zona para tentar la suerte,se encontraba a principios del espigón Juan Carlos I , donde la extensa playa de arenas doradas y agua transparente y limpia, se fusiona con la roca artificial de cantera, que forma el comienzo del imponente espigón. Es en este lugar, dónde el bravío y colosal océano, bate sus aguas oxigenadas, contra la dura roca artificial que el hombre plantó, para que la entrada a la ría de Huelva, fuera más profunda y así los barcos de gran tonelaje, pudiera arribar a puerto.


Indescriptible, de esta forma, se puede narrar la belleza del paraje, que encontramos a nuestro alrededor, conformando el lugar un prestigioso espacio protegido conocido como marismas del odiel, donde cría multitud de aves marinas.

Tras comprar los cebos en la popular tienda del “Moro” quizás el pionero en Huelva, de la venta de carnada, para la pesca, poníamos rumbo para el espigón. La carnada para las herreras en el lugar elegido, sería la galera, un crustáceo muy apreciado por las herreras, como ya narraba en mi anterior relato titulado...”Cita con las herreras”. La belleza del lugar, hace que los casi 8 kilómetros, que separa la ciudad de Huelva del comienzo del espigón, pasen inadvertidos y en pocos minutos ya estábamos montando las cañas. Es a partir de la segunda hora de pleamar, cuando la marea vuelve a acariciar la roca, el momento propicio para lanzar las cañas a unos sesenta u ochenta metros, del lugar donde nos encontramos, pues es en esa zona donde el agua forma remolinos levantando la arena que contiene pequeños crustáceos, moluscos y anélidos, lugar de caza de herreras, lubinas ,sargos y otras especies ocasionales como pueden ser lenguados, corvinatas y mojarras.


La comodidad del lugar, con el coche cercano, hace que podamos disfrutar aún más de nuestra jornada, al disponer de todo tipo de material que podemos alojar en el auto sin necesidad de desplazamiento. Con las cañas lanzadas, sólo debemos esperar el momento de la primera picada, que no tarda en producirse si las condiciones son las idóneas y adecuadas, incluso puede producirse doble picada, pues cuando este popular pez hace acto de presencia, lo hace en grandes bancos, satisfaciendo a todos los aficionados. Por el contrario, otras veces, con todo favorable, se muestran reacias o no hacen acto de presencia y nuestras cañas no registran ni una sola picada. Recuerdo aquí al amigo Antonio Ferrera, con una frase que hizo famosa, al referirse al ser preguntado.


...-¿Cuanto habéis pescado?.


Y de forma rotunda y categórica respondía.


...-¡CERO!.


Pues así es la pesca y hoy día aún más, con lo esquilmada que está la mar, el número de capturas descienden en una zona la cual era un paraíso para el pescador, aficionado y profesional.


Tan solo me queda recordar que el mar si es una fuente agotable, y cualquier mal que podamos hacer, se volverá en nuestra contra.


Marcos Tenorio Márquez.

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