viernes, 18 de junio de 2021

Recuerdos de Tharsis....El juego del trompo


 

Recuerdos de Tharsis....El juego del trompo.



...Con la llegada del verano, las tan ansiadas vacaciones escolares, ponían punto y final a nueve meses de estudios y labores en la escuela.

Los barrios, calles y esquinas, cobraban vida, repleta de sangre joven, que quebraba la soledad de los meses pasados, y la algarabía, bullicio y griterío, volvía de nuevo para el fastidio de algunas vecinas, sobre todo las que vivían en zonas de esquinas, las cuales debían de soportar los ruidos, vertiendo algún que otro cubo de agua o lanzando amenazas, que solo tenían efecto disuasorio, pues al poco tiempo las esquinas nuevamente volvían a poblarse.


Las casas y cuarteles, recién blanqueados de cal, impregnaban el aire y un sutil aroma de limpieza, invadían las calles, donde el color blanco, bajaba desde los techos, hasta la linea de cejillo color gris del cemento.


Gozaba Tharsis, por aquellos años, de un impresionante cinturón de eucaliptos centenarios, de robustos troncos y sombras infinitas. Lugar de encuentros, para todas las personas del pueblo. Bajo la opacidad, que nos brindaban, sus hojas, protegiéndonos de los dañinos rayos ultravioletas, nos reuníamos adolescentes y jóvenes, para dar las primeras caladas a un cigarrillo, robado a nuestros padres en la hora de la siesta, probar por primera vez el sabor de la cerveza, aguardiente o vino y visualizar alguna revista, de aquellas que salieron, tras la muerte de nuestro querido caudillo (Que irónico soy). Los eucaliptos, para nosotros, constituían, un inmenso parque de atracciones, ideal para hacer fluir nuestra imaginación, creatividad e ingenio.


De la gran variedad de juegos, que disponíamos, el trompo, peonza u otros sinónimos, junto a bolindros y canicas, era el juego más aceptado por los adolescentes y jóvenes, que acudíamos a rivalizar contra los compañeros.


Para jugar a este juego, solo bastaba hacer un circulo sobre la tierra, donde hacíamos girar nuestros trompos. A este juego muy popular le llamábamos saca trompos, aunque también en otras zonas se le puede llamar el reto del círculo. Como en todos los juegos había que escoger, quién era el que lanzaba el trompo primero al circulo. Como ya he comentado en otras ocasiones, había varios procedimientos para elegir, y en esta ocasión, el perdedor es el que primero lanzaba el trompo al circulo, y los demás teníamos que expulsarlo, del circulo, tratando de impactar contra el. Obviamente ganaba, el trompo, que había logrado expulsar al primer trompo lanzado. En ocasiones, la dureza del impacto, quebraba al trompo, lanzado en primer lugar, con el consiguiente llanto del niño, al ver su trompo partido en dos. Había un truco, que muchos jóvenes poníamos en practica, para que nuestro trompo no partiera y era el clavar una chapa de refresco de cola o cerveza, previamente enderezada con un martillo o pedrusco, para los más bastos, rústicos y toscos en el trabajo. Esta chapa de metal, reducía el impacto actuando como un escudo.


Entre los trompos y peonzas, realizados de manera artesanal, había autenticas obras de arte, ejecutadas y elaboradas, por maestros carpinteros, con maderos sobre todo de encina, por la dureza de su extraordinaria madera. Aunque la mayoría de trompos, eran adquiridos en la popular ferretería de “Repiso” de tantos y buenos recuerdos. Una vez tenías el trompo en tus manos, te hacías de un cordel y una chapita de refresco o cerveza, la cual taladrabas, para hacer un nudo y quedara entre tus dedos al lanzar el trompo.


Recuerdos de Tharsis...El juego del trompo


Marcos Tenorio Márquez.

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