El Lobo.
Minas de Tharsis, 1940.
...El hambre, necesidad, penuria, miseria y pobreza, azota las calles del pueblo, cómo una plaga, cubriendo de rostros cadavéricos multitud de personas, que aguardan que la guadaña aparezca por las puertas para segar para siempre sus miserables vidas. Cada semana, el viejo Juan, que habita una cabaña cercana al “ Saucito”, aparece por el pueblo, porta un gran cayado, recuerdo, reminiscencia, del pasado, cuando guiaba un gran rebaño de ovejas. Sobre su hombro, descansa un gran saco de esparto y en su interior se puede adivinar varios cadáveres de perros y gatos que servirán como almuerzo y cena. Hombre extraño, el viejo Juan, apenas tiene amigos en el pueblo, cuentan de él historias increíbles, labrando una leyenda oscura, sombría y misteriosa, aunque muchos creen que toda esas fábulas, quimeras e invenciones sólo son mitos de un hombre solitario que vive rodeado de una manada de lobos en las tierras sombrías, inhóspitas, lúgubres del “Saucito”.
La familia de Joaquín, espera impaciente en el hogar, la llegada del progenitor. Hace unos días partió para un lejano pueblo de Portugal, para comprar pan, café, azúcar, productos básicos para soportar este terrible año de desgracias debido a la guerra civil. Gracias a la venta de cepas de brezos, que recogen en las inhóspitas y sombrías cumbres que rodean el “Saucito”, pueden recaudar unas pesetas para invertirlas en la adquisición de alimentos en el lejano Portugal. Regresa de madrugada, ha tenido que burlar la presencia de la guardia civil, pues estos actos son considerados por la autoridad como contrabando de bienes, y después de retirar los alimentos, serán encarcelados en la dependencias y calabozos de Puebla de Guzmán. Unos golpes en la puerta, despiertan a Carmen, esposa de Joaquín, que esperaba su llegada. Tras besar a su marido y dar gracias a Santa Barbara, el matrimonio se dispone a guardar los alimentos en los armarios. Han sido varios días de tensión acumulada, cada vez la presencia de guardias civiles y carabineros es mayor en la zona fronteriza y el contrabando está más vigilado. Amanece un nuevo día en el hogar de Joaquín y Carmen, sus pequeños, dos hembras y un varón de edades comprendidas entre los seis y nueve años, acaban de levantarse, con ojos legañosos, por fin pueden abrazar y besar a su padre, tras dos días de ausencia. El invierno, en el pueblo es crudo, riguroso, severo, hay que traer cepas de brezo desde las cumbres, para encender fuego en el hogar y vender el resto. La familia al completo se prepara para emprender camino hasta las cumbres de los Molineros. En sus montes crece de forma generosa, llamativos brezos de flores preciosas. La pequeña Laura, benjamina de la familia, va montada sobre el asno, que dispone de varios serones para guardar las cepas. Cruzan la llamada Huerta Grande, para adentrarse en terreno llano, antes de acometer las cumbres que se divisan en lontananza. El viejo Juan, observa a la familia, casi escondido entre helechos y zarzamoras, en el momento que Joaquín inspecciona su vieja escopeta, ya que con la entrada de la tarde cualquier depredador puede hacer acto de presencia. Ya en las cumbres, la familia se dispone arrancar con la ayuda de azadas, las duras cepas. La tarde declina por el horizonte, cuando un aullido, perceptible, apreciable y manifiesto, hiela la sangre de la familia, produciendo espasmos, estremecimientos y escalofríos. Joaquín llama a toda la familia, para que se reúna alrededor, hay que encender una gran hoguera, esto ahuyentará a las fieras y no se acercaran, mientras el asno muestra intranquilidad, advirtiendo de la presencia de cánidos salvajes. Carmen llama a los pequeños, que pronto se reúnen alrededor de su madre. Pronto terminará la recogida de cepas, y hay que salir para el pueblo....un segundo aullido, desata la alarma en la familia, que comprueba que falta la pequeña Laura. Entretanto los aullidos de lobos intensifican su sonido, que desaparecen en la fría tarde, noche. Carmen y Joaquín pregunta a sus hijos por la pequeña hermana desaparecida.
...-¿Rodrigo, Andrea y vuestra hermana, estaba con vosotros?.
...-No lo sabemos mamá, cuando comenzaron los aullidos corrimos hacia vosotros y Laura no estaba.
Responden entre sollozos.
Comienza una búsqueda intensa por los alrededores del lugar, sin que haya respuesta, entretanto la ansiedad poco a poco se apodera del matrimonio y hermanos, que se trasladan hasta la cabaña del viejo Juan, para preguntar. En los alrededores de la cabaña, el hedor, tufo y pestilencia es indescriptible, numerosos cadáveres de perros, gatos, aparecen esparcidos por los aledaños dela cabaña con las pieles arrancadas. En su interior, un confortable fuego, asciende la temperatura en contraste con el exterior. Hasta la misma puerta llega Joaquín, Carmen y sus hijos....unos golpes en seco, y un hombre entrado en años los recibe, de modo grosero y descortés.
...-¿Que queréis, que buscáis aquí a estas horas?.
Pregunta con el ceño fruncido.
...-Perdone que le moleste...nuestra hija ha desaparecido, nos encontrábamos buscando cepas, cuando comenzaron los aullidos de lobos, tras acudir los hermanos, mi pequeña no ha aparecido...estamos preocupado, con los lobos por los alrededores.
...-No la he visto, marcharos para el pueblo, sólo traéis problemas, lo más probable es que el viejo lobo el que dirige la manada haya acabado con su vida.
Responde, con bastante malhumor.
...-Nooo por favor, no me diga eso.
Grita Carmen, cayendo abatida sobre el suelo, mientras el crepúsculo cubre de sombras las cumbres.
Joaquín armado de valor, recoge la escopeta y sale a la búsqueda de su pequeña, en la oscuridad.
...-Lauraaaaaaaa.
Grita de modo desgarrador, disparando varios cartuchos que estallan en la fría noche estrellada.
Sin resultados, abatidos, comienzan el camino de regreso para casa. El nuevo día arrojará luz sobre el caso, con la ayuda de vecinos, familiares y amigos. Un nutrido grupo de vecinos recorren las cumbres, sin resultados. Entretanto Manuel, hermano de Joaquín, realiza un asombroso descubrimiento, sobre una aulaga, aparece una prenda de vestir de Laura, completamente destrozada, cómo si se tratara de dentelladas, la prenda aparece con manchas de color rojo, preferiblemente sangre de la pequeña. La noticia impacta sobremanera en la familia, incapaz de reconocer que su pequeña haya sido devorada por la manada de lobos que habita las inhóspitas tierras, pues no pudo escucharse ningún grito y lamento que indicara que los cánidos, se abalanzaran sobre ella para devorarla. Otra versión recoge que la pequeña, al encontrarse con el lobo se desmayó y este la arrastró hasta la espesura, quitando la prenda de vestir con dentelladas. Esta versión puede ser la correcta, piensa Joaquín, pues desde donde apareció la prenda de vestir de Laura, había cerca de doscientos metros hasta dónde estaba la familia reunida. Ha constituido para la familia toda una fatalidad, desdicha y desgracia, perder a su pequeña devorada, por una manada de lobos, mientras que en Joaquín crece la sed de venganza para acabar con los presuntos asesinos de su pequeña. De esta forma, Joaquín se lanza al monte, acompañado de un fiel mastín, regalo de su hermano. No descansará hasta acabar con la manada, aunque esto le lleve alejarse de su familia.
Capitulo II
...Totalmente entregado en vengar la muerte de su hija, Joaquín acaba obsesionado con liquidar la manada de lobos que habita en las cumbres, para ello no sólo utiliza su escopeta, también utiliza trampas y carne envenenada, que distribuye en diferentes zonas. Entretanto en el hogar de Joaquín, reina la tristeza, apatía, desgana. Debido a la desaparición de la pequeña, el hogar se ha roto en pedazos, y la falta de comida es el principal problema, ya que Joaquín, cegado, obcecado y empecinado con los cánidos salvajes, ha dejado un lado su familia y esta ocupa un segundo plano, por lo que Carmen decide abandonar el hogar y dedicarse al peligroso contrabando para alimentar a sus hijos. Cada cierto tiempo Joaquín, acude al pueblo, portando numerosas pieles de cánidos, que cuelga sobre un gran eucalipto, para que los vecinos, admiren, disfruten y contemplen su valor. Hace tiempo que Joaquín, no aparece por el hogar, la temible enfermedad que padece se apoderó de su cuerpo y mente, sólo piensa en el exterminio, aniquilación y erradicación de una raza de animales salvajes a la que llaman lobos, sin saber, ni conocer, si efectivamente ellos fueron los causantes de la muerte de su pequeña. Carmen, entretanto, ha sido capturada por la guardia civil y encerrada en los calabozos de Puebla de Guzmán. El sargento, hombre tosco, sin escrúpulos, no atiende los rezos y lloros de Carmen y la mantiene encerrada. El final de los hijos de Carmen es inminente, si no aparece un alma caritativa y buena que ofrezca algo de alimentos, y esa idea de que sus hijos fallezcan, golpea de forma constante la delicada salud de Carmen. La señora, Teodora, acude cada mañana, a las casas de los más humildes y necesitados a repartir un poco de alimento. En una de estas casas, Teodora, es informada de las penurias por la que pasa Carmen, con un marido que abandonó el hogar para vengar la muerte de su pequeña. Tras entregar alimentos, Teodora, acude de manera rápida hasta el hogar de Joaquín, encontrando una situación bastante dramática, con los pequeños enfermos y con evidentes muestras de desnutrición sobre sus menudos cuerpos. Desde esos momentos, Teodora, vuelca todos sus esfuerzos en salvar a los pequeños, que necesitan de manera urgente, alimentos sólidos y líquidos, para vencer una muerte segura, en un hogar donde falta de todo. Mientras esto ocurre en el hogar, Joaquín siguiendo a la manada, se encuentra, a bastantes kilómetros del lugar, sin interesarle la suerte que corren su mujer e hijos, trata por todos los medios de abatir al macho alfa, el que dirige la manada y esta situación hace que su carácter se vuelva arisco, rudo, hosco y huraño, malviviendo de algún otro conejo o perdiz que caza, durmiendo bajo cielos estrellados algunas veces y encapotados amenazando con fuertes lluvias otros. Carmen, tras permanecer encerrada una semana en los calabozos, por fin es liberada, una sola idea ronda por su cabeza, la salud de sus pequeños.
El largo trayecto desde Puebla de Guzmán a Tharsis, se hace corto, pues quiere llegar lo antes posible al hogar. Por fin a unos metros, parece vislumbrar que desde la chimenea brota humo....humo, producido por fuego, que mantiene el hogar con buena temperatura. Tras golpear la puerta es recibida por Teodora, que abraza a Carmen, cayendo abatida en sus brazos ante los llantos de unos pequeños que lloran de alegría por el regreso de su madre. Muy lejos del lugar, en la rivera de Covica, unos pastores han encontrado el cuerpo sin vida, de varón de unos 45 años. Cerca del cuerpo sin vida, en un profundo barranco, se encuentra un mastín de pelo blanco fusionado con gris. Tras dar la voz de alarma, llega hasta el lugar efectivos de la guardia civil junto con un juez de instrucción que levantan elcadáver, presentando varias heridas como consecuencia de la mortal caída desde lo alto del barranco. Llevado hasta las dependencias de la guardia civil, el cadáver, se redacta un edicto describiendo la forma física del sujeto, para que seadistribuido por todos los pueblos cercanos para reclamar el cadáver. Teodora y Carmen, han convertido el hogar en apacible, gracias al tremendo esfuerzo de esta sencilla mujer, que viste con indumentaria franciscana, luciendo sobre su pecho la imagen del monje franciscano...San Francisco de Asís. Unos golpes en la puerta, alarman a Carmen, que sale para ver quién golpea de modo insistente,reiterado y repetitivo.
...-¡Que pasa,que sucede!.
Exclama, con angustia Carmen.
...-¡Carmen, tienes que acudir a Puebla de Guzmán, ha aparecido un hombre, que por la descripción parece ser tu marido!.
Exclaman, varias vecinas, que ocultan el fallecimiento.
...-¿Pero, donde se encuentra?.
Pregunta Carmen, de forma angustiada, acongojada y afligida.
...-En
las dependencias de la guardia civil, de Puebla de Guzman.
Responden al unísono varias vecinas.
Carmen, con síntomas de nerviosismo, ansiedad e inquietud, trata de recorrer a pie los kilómetros que la separan desde Tharsis.
...-Espera Carmen, conozco un hombre que te puede ayudar.
Responde, Teodora.
Al poco rato llega hasta el lugar, Manuel “El de la coja”, con un mulo y un carro, dispuesto para acompañar a Carmen y Teodora hasta Puebla de Guzmán. Entretanto los pequeños son cuidados por Romana, hermana de Teodora y perteneciente al igual que ella a la orden Franciscana. Varias horas de camino y por fin llegan hasta las dependencias, dónde curiosamente Carmen, estuvo retenida hace varios meses. Con inquietud, es recibida, por el mismo sargento, tosco y desagradable que la mantuvo encerrada.
...-Buenas tardes, me han informado que se encuentran un hombre aquí, que por las descripciones resulta ser mi marido.
...-¡Cual, el fallecido!.
Responde de modo grosero, maleducado y gamberro, este sargento de ideología fascista.
Abatida, por la noticia, Carmen, se desmaya ante los brazos de Teodora, que trata de tranquilizarla, mientras acuden a la sala donde se encuentra el fallecido. Tapado bajo una sábana blanca, el cadáver de Joaquín, espera la visita de su mujer, que lo reconoce al instante, al ser retirada la sábana, y esta abraza y besa el rostro de un hombre bueno, que sufrió la perdida de una hija y este afán de venganza, destruyó la personalidad de un hombre tranquilo, pacifico y sosegado, transformando en un ser, cuyo único objetivo en la vida era el exterminio de una raza de cánidos salvajes llamados....lobos.
...-Bien, parece ser su marido, tendrá usted que responder a múltiples preguntas, pues junto al cadáver, se encontraba una escopeta y también un perro mastín, que tuvimos que liquidar al no querer apartarse del cadáver. Cómo bien dicen, el perro es el amigo más fiel del hombre, después de presenciar la escena no tengo la menor duda en reconocerlo.
Respondía de modo maleducado, grosero y gamberro, el sargento de ideología fascista apellidado Gutiérrez.
Entre sollozos, Carmen, comenzaba la historia con la desaparición, de su hija y el repentino afán de querer vengar a la pequeña por parte de su marido, al informarse que los asesinos podrían ser una manada de lobos que habitan las cumbres de un paraje llamado “Saucito”...al escucharse en aquellos momentos los temidos aullidos.
...-La venganza no es la mejor opción, señora, estos asuntos deben quedar para las autoridades competentes que saben cómo resolver estas cuestiones.
Respondía Gutiérrez.
...-Sí, sabemos que es cierto, estos asuntos son para las autoridades pero mi marido estaba tan obcecado, cegado y obsesionado, en dar caza a esos animales, que no escuchó mis palabras y se lanzó precisamente acompañado por el mastín, que habéis matado, regalo del hermano, a dar caza y perseguir a los presuntos asesinos.
...-Esta persecución de la manada, lo trajo hasta estas lejanas tierras, pues desde donde desapareció la pequeña, hasta donde apareció el cadáver, hay unos cuantos kilómetros.
Respondía nuevamente Gutiérrez, acercando a Carmen, unos impresos, para que firmara la defunción de su marido, reconociendo que la persona fallecida, es efectivamente, Joaquín Díaz Rodríguez.
Debido a que el cadáver llevaba varios días en las dependencias, el cuerpo inmediatamente fue trasladado hasta Tharsis, dónde en una humilde ceremonia fue enterrado en un nicho,el cual fue costeado por las hermanas Teodora yRomana, debido a que Carmen en esos momentos no disponía de efectivos.
En una sencilla lápida reza el siguiente epitafio....Joaquín Díaz Rodríguez nacido en (Tharsis) Alosno 1895 fallecido en Puebla de Guzmán 1940...tu mujer e hijos jamás te olvidarán.
En pocas fechas una familia feliz de cinco miembros, había quedado sólo con tres. Carmen, juró, trabajar desde esos momentos, para poder criar a sus hijos y dar una educación que recordara a su padre y hermana fallecidos, portando el apellido Díaz, con honor. Con la inestimable ayuda de Teodora y Romana, la familia pudo solventar aquellos difíciles años. Décadas después, en los sesenta, Carmen y sus hijos decidieron emigrar a Cataluña, donde comenzarían una nueva vida, aunque siempre recordaran a su padre y hermana fallecidos. Cada día esperan noticias de un pequeño pueblo del Andévalo llamado, Tharsis...que arrojen luz sobre que ocurrió con su hermana....pues después de leer y ver las vidas de estos bellos cánidos, tienen serias dudas que estos animales fueron los asesinos de su hermana y el posterior enloquecimiento de su padre con su fallecimiento.
Capitulo III
...Han pasado más de cuarenta años de los terribles acontecimientos, surgidos en el paraje llamado...el "Saucito" aún no olvidados por los hermanos de la pequeña Laura. Hechos que también desembocaron en el posterior fallecimiento de su padre, al caer sobre un gran barranco, en su afán de abatir el macho alfa de una manada de lobos, presuntos asesinos de su pequeña hermana. Nos encontramos en el año 1982 y Tharsis al igual que gran parte del país, soporta una terrible sequía, acentuada tras varios años de un indice bastante bajo de precipitaciones. Acompaño a mi padre hasta el paraje de los tristes acontecimientos. Sobre un gran barranco, dónde crece zarzamoras, adelfas e higueras de manera anárquica, se encuentra un manantial de fina y sabrosa agua fresca. Tras llenar varias garrafas de agua, nos sentamos a descansar sobre una gran roca, desde dónde se divisa una cabaña casi escondida, invadida de zarzamoras, cuyo tejado se encuentra totalmente destruido.
...-¡Papá y esa cabaña!.
Exclamo con curiosidad, sin saber nada quién ocupaba dicho lugar.
Un intervalo y mi padre responde con seriedad.
...-Esa cabaña, pertenecía a un viejo pastor, llamado Juan. Mi madre, tu abuela, contaba de él historias raras, cómo que aullaba en las noches de luna llena y se alimentaba de cualquier trozo de carne, sin importarle su procedencia, era cómo un animal. Su madre falleció al poco de nacer y se cree que fue amamantado por una loba, aunque todo esto es leyenda, su cuerpo estaba totalmente cubierto por vello grueso, que parecía más de animal que humano. Solía ir por el pueblo, en tiempos de hambruna, para cazar gatos y perros y recoger también cadáveres de estos animales para comerlos. Hace más de cuarenta años sobre estos parajes desapareció una niña y muchos cuentan que los lobos fueron los autores, aunque hasta hoy día nadie ha podido probar su participación e implicación al no aparecer el cadáver de la pequeña.
...-Ufff papá, menuda historia, fíjate cómo tengo el vello de los brazos.
...-Si hijo, a mi también, este lugar me produce escalofríos, será por esas cumbres tan altas y estos barrancos donde crece bastante vegetación de forma anárquica.
...-¡Papá, puedo ir a echar un vistazo a la cabaña!.
Exclamo, con gran interés.
...-Puedes ir, pero ten cuidado, en esos lugares suelen refugiarse víboras, escorpiones y tarántulas.
Recorro los escasos cuarenta metros que me separan de la cabaña, y mi corazón comienza a latir, de modo acelerado, mientras mi rostro comienza a palidecer, notando cómo la temperatura desciende. Numerosos huesos de animales, con bastantes años, aparecen esparcidos alrededor de la cabaña. Sin duda el viejo Juan se alimentaba de todo tipo de animales, ya fueran omnívoros, hervíboros o carnívoros. Sobre la envejecida puerta, aparece una gran tarántula, que desaparece cuando golpeo la puerta con un palo de eucalipto. La destartalada puerta, aún sujeta por oxidadas bisagras, cede, dejando paso a una cabaña de dos habitaciones, dónde sólo quedan en pié los gruesos muros de barro. Observo a mi alrededor que no queda ningún tipo de mobiliario, sólo algunas herramientas bastantes oxidadas, una hacha, una pequeña guadaña y un gran cuchillo que me produce escalofríos, posiblemente con este gran cuchillo, el viejo descuartizaba los animales para posteriormente engullirlos.
Sobre un hueco de la cabaña, a unos metros, percibo egagrópilas, desechos de las aves nocturnas, cuando engullen algún mamífero o ave, devolviendo posteriormente las partes no digeribles, probablemente pueda tratarse de una lechuza. A punto ya de volver dónde me espera mi padre, hago un macabro, trágico, descubrimiento. Sobre el antiguo poyo de piedra que servía al viejo Juan, cómo mesa para preparar la comida, observo sobre su base, cómo alguna alimaña ha puesto al descubierto algunos huesos, y eso que asoma sobre la tierra removida me parece una calavera....humana. Horrorizado abandono la cabaña, gritando, excitado y nervioso.
...-Papá, papáaaaa.
...-¡Que te pasa hijo, pareces que hayas visto un fantasma!.
Exclama mi padre, alarmado.
Con el rostro totalmente demacrado, pálido y desmejorado, trato de respirar, absorber oxigeno, para contar a mi padre lo que acabo de ver.
...-Tranquiliza, respira hondo, ya te dije que no visitaras esa cabaña, pues se alojan muchos bichos, en su interior.
Responde mi padre.
...-No, papá, es algo peor, he visto alguna tarántula, pero el descubrimiento que he realizado, no puedo explicarlo con palabras.
Respondo, haciendo un enorme esfuerzo, totalmente conmocionado, asombrado por el macabro descubrimiento.
...-¿Pero que has visto hijo?.
Pregunta mi padre, bastante intrigado.
...-¡Papá, acabo de ver, sobre la base del poyo, dónde el viejo preparaba la comida, lo que sin duda corresponde a una calavera humana, que alguna alimaña ha puesto al descubierto!.
Exclamo, aún bajo los signos de un fuerte shock.
...-No es humana, se sabe que el viejo se alimentaba, de cualquier tipo de carne...perros, gatos, alguna oveja, cualquier animal, esa calavera corresponde algún mamífero.
Responde mi padre, con seguridad.
...-Si tan seguro estás...¿Por qué no la vemos?.
Pregunto de modo rotundo.
Unos segundos pensativos, y caminamos hasta la cabaña, mientras caminamos mi padre me cuenta que el viejo Juan falleció en la segunda mitad de los años cincuenta, el cuerpo fue encontrado en un lamentable estado de descomposición, por cazadores que se encontraban cazando por la zona. Los restos fueron enterrados en el cementerio, sobre un fosa, de la que no se guarda ningún tipo de epitafio, ni tan siquiera el nombre. Llegados hasta el lugar, muestro a mi padre la zona, dónde las alimañas, descubrieron la calavera.
...-¡Es verdad, hijo, llevas razón, es humana!.
Exclama mi padre, sorprendido, asombrado, extrañado.
...-Debemos avisar, inmediatamente a la guardia civil, no sabemos a quién puede corresponder dicha calavera.
Bajo un estado de nervios, inquietud y excitación, nos trasladamos hasta el cuartel de la guardia civil, en el barrio de Pueblo Nuevo. Nos recibe el sargento Calderón, que mantiene buena relación con mi padre debido al fútbol.
...-¡Amigo Bartolomé, que le trae por aquí!.
Exclama, estrechando la mano de mi padre.
...-Hace más o menos una hora, nos encontramos recogiendo agua para casa, en un paraje llamado.."El Saucito". Después de llenar las garrafas de agua, mi hijo decide inspeccionar una vieja cabaña, dónde habitaba un viejo pastor, haciendo un macabro descubrimiento...una calavera humana.
Responde mi padre, con escalofríos, temblores y espasmos.
...-¿Una calavera humana?.
Pregunta el sargento.
...-Sí, yo pensé que se trataba de un animal, pero al observar dicho hallazgo, corroboré lo que dijo mi hijo al comprobarlo.
...-Bien, Bartolomé, guardad con esto secreto, hasta que el juez pueda inspeccionar la zona, para ver de que persona puede tratarse. Ahora mismo nos trasladamos hasta la zona, para investigar, si sois tan amables nos podéis acompañar para conocer el lugar exacto.
Al día siguiente y tras conocer la zona exacta, efectivos de la guardia civil científica, se trasladan hasta el lugar, con la orden del juez, para recoger los restos que serán estudiados por antropologos forenses, para conocer la identidad de la persona en cuestión.
Entretanto en el pueblo, las noticias sobre el cadáver aparecido en la cabaña, son difundidas sin ningún tipo de información fidedigna, fiable y veraz, surgiendo todo tipo de hipótesis, suposiciones y probabilidades. Días más tardes los antropologos forenses, tras examinar de forma minuciosa los huesos, redactan un amplio informe en el que...subrayan la siguiente información.....
..."Realizamos un examen exhaustivo de todos los huesos aparecidos en la pequeña fosa de la cabaña. Antes, debemos decir, que el cadáver con todo su esqueleto, fue descuartizado por un objeto cortante mal afilado, pues algunos huesos presentan zonas astilladas, creemos que el objeto que pudo descuartizar el cadáver tuvo que ser una hacha, por que la dirección del corte nos es siempre la misma, cómo suele ocurrir al cortar con una sierra".
En otra parte del extenso informe redactados por los médicos se puede leer.
..."El esqueleto corresponde al examinar de forma minuciosa el cráneo, a un sujeto de corta edad, así se deduce por la dentadura, dónde falta los incisivos centrales, típico en los niños de 7 u 8 años".
El informe y las noticias llegan cómo cuentagotas al pueblo, dónde la población muestra signos de conmoción, asombro, desasosiego y todos apuntan que el cadáver aparecido en la pequeña fosa en el interior de la cabaña, pueda tratarse de la pequeña Laura, desaparecida hace 42 años en las inmediaciones del lugar. Siendo el autor de tan horrendo, aterrador y execrable crimen....el viejo Juan. Pero lo que más conmociona a la población aparte del crimen, es el hecho de que el cadáver pudo ser consumido, por este sádico, perturbado y desequilibrado ser, que habitaba dicho lugar..
Rodrigo y Andrea, que estuvieron hace unos seis años en el pueblo, para dar cristiana sepultura a su madre Carmen, son informados del macabro hallazgo. La noticia produce en los hermanos a pesar de los años transcurridos, asombro, sorpresa. Creían que su hermana, habría caído por algún barranco profundo y había estado sepultada todo estos años. Nunca creyeron que los lobos fueran los autores, ni tampoco sospecharon del verdadero asesino, cuando visitaron aquel día la cabaña para preguntar por su hermana. La prueba de adn efectuada a los hermanos, deja bien claro que el cadáver, aparecido en la pequeña fosa en el interior de la cabaña, corresponde a Laura.
El brutal crimen efectuado sobre su pequeña hermana, el tiempo ha amortiguado, pero jamás olvidaran que su menudo cuerpo fuera descuartizado y consumido por un loco demente, en un caso raro de canibalismo, pues las historias que contaban de este hombre solitario, distan mucho de lo que había realizado y jamás podría pensarse que llegaría a estos extremos. La historia llega a su final con la sepultura de los huesos hallados, junto a sus padres...Carmen, Joaquín y ahora también unas letras en cuyo epitafio se puede leer...Laura Díaz Macias. Nacida en Tharsis (Alosno) 1933 fallecida en Tharsis (Alosno) 1940 tus hijos y hermanos jamás os olvidarán.
...-¿Os preguntareis, queridos lectores?..-¡Qué ocurrió ese día!
...-¿Rodrigo, Andrea y vuestra hermana, estaba con vosotros?.
...-No lo sabemos mamá, cuando comenzaron los aullidos corrimos hacia vosotros y Laura no estaba..
...-¡Que haces por aquí, pequeña!.
Exclama el viejo Juan.
...-Tengo miedo se escuchan aullidos de lobo, quiero ir con mi mamá y papá.
Responde Laura.
...-No temas, me acompañas hasta la cabaña, hasta que venga tus padres a buscarte...los lobos están muy cerca y son muy malos, se comen a los niños..
...-No quiero, quiero ir con mi mamá, por favor...¡Que hace!
En pocos minutos, la pequeña caía abatida sobre los brazos de Juan, sus menudos pulmones no pudieron soportar la falta de oxigeno, al ser taponada sus fosas nasales y boca por las manos de Juan. El cadáver de la pequeña, fue sepultado en unas rocas, hasta que sus padres abandonaron el lugar.
...-¿Que queréis, que buscáis aquí a estas horas?.
Pregunta Juan, con el ceño fruncido.
...-Perdone que le moleste...nuestra hija ha desaparecido, nos encontrábamos buscando cepas, cuando comenzaron los aullidos de lobos, tras acudir los hermanos, mi pequeña no ha aparecido...estamos preocupado, con los lobos por los alrededores.
...-No la he visto, marcharos para el pueblo, sólo traéis problemas, lo más probable es que el viejo lobo el que dirige la manada haya acabado con su vida.
Responde Juan.
En noche cerrada, cuando los consternados padres abandonan el lugar, Juan, se acerca por el cadáver. Tras realizar una incisión en el cuerpo de la que brota sangre, este golpea el pequeño abrigo que abrigaba el cuerpo de la pequeña, golpea el abrigo con rocas, para hacer saber que puedan ser dentelladas realizadas por cánidos salvajes, y refriega el abrigo sobre la herida, donde brota la sangre. Posteriormente se marcha, con el cadáver, taponando la herida para no dejar ningún tipo de rastro....dejando el abrigo, con marcas de sangres y posibles dentelladas, sobre una aulaga.
FIN
El Lobo...Un relato original de Marcos Tenorio Márquez.
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