La tormenta.
.......La tarde presagia
lluvia,aunque ha amanecido un día radiante y
soleado,con temperaturas por encima de lo
normal,propicio para la formación de
las temidas tormentas con aparato eléctrico y lo que es peor, la
caída de pedrisco
que arruine,dañe y destruya nuestra
cosecha de nectarinas y melocotones.
Poseo junto a mi marido, unas
30 hectáreas de
nectarinos y melocotoneros,fruto del
esfuerzo de nuestro trabajo estos últimos años. Damos
trabajo a un buen número de
personas, que sólo poseen
esta pequeña ayuda para poder subsistir,por eso
muestro inquietud,ansiedad,desasosiego y
angustia cuando observo sobre
el horizonte,las negras nubes que amenazan la
recolección de este año. Esta mañana ha
estado aquí el perito,me ha informado
que todo va fenomenal,la poda en verde realizada por mi grupo de
podadores ha sido
fantástica,y los frutos que
estaban,ocultos,escondidos y cubiertos,vuelven a estar
descubiertos para poder madurar y
coger color para la recolección,
que se iniciará dentro de unos días. Consulto la página
de internet dónde muestra la
evolución de las nubes,las noticias no
son muy alentadoras,esta tarde se espera fuerte aparato eléctrico
con posibilidad
de un 90% de caída de pedrisco.
Paseo por la habitación con inquietud,mi marido reparte junto
a unos trabajadores las
cajas de recogidas.Miro a través de la
ventana,las nubes cada vez son más compactas y densas,pronto
anochecerá,me espera
una noche de sobresaltos,ojalá sólo
llueva y no caiga el temido pedrisco que arruine la recolección.
Cada vez se escucha
con más insistencia,los
truenos,seguidos de un importante aparato
eléctrico.Mi marido regresa a casa, se encuentra
preocupado por la situación,observa el
horizonte y mueve insistentemente la cabeza..-¡Nos espera una noche
de lobos!..-
exclama..-ojala sólo sea
abundante agua con ausencia de pedrisco. Las
primeras gotas de agua comienzan a caer,cuando
desaparece la luz artificial, busco en
los muebles a oscuras y hallo una vela,me encuentro
nerviosa,agitada,parece ser
que el pedrisco nos va arruinar la
campaña,siento también las personas que quedaran sin trabajo,no soy
creyente pero en
estos momentos pido con insistencia a
todos los santos que no caiga el temido pedrisco. Llueve con
insistencia y la luz
de la vela da poca claridad,recuerdo que
en el sótano guardábamos unos focos de gas. Bajo con cuidado, hace
bastante tiempo que
no accedo hasta el lugar. La oscuridad
es absoluta, mientras los truenos hace retumbar la casa,con
nerviosismo busco los
focos. Mientras rezo,unas
lágrimas afloran de mis ojos,al final, sobre una
estantería, aparece el rostro de Santa
Barbara,en un busto que trajimos
desde Tharsis, cuando mi madre falleció.
Retiro unas telarañas y comienzo
a recordar la
leyenda de este busto,que mi madre
poseía hace muchos años,beso su bello rostro y rezo
abrazado a la santa para que
desaparezca esta tormenta que
nos amenaza. Bajo la luz de la vela,comienzo a
recordar la historia que mi madre nos
contaba,tanta veces, sobre el
busto............"Hija mía,este busto realizado con
esmero de nuestra patrona tiene su
historia... hace muchos años
habitaba un pastor,en una pequeña choza,en el camino
que conduce a Puebla de Guzmán,este
pastor poseía mucho arte con las
manos, de cualquier palo o estaca,hacía verdaderas obras
de artesanía...un perro,un
pájaro,una oveja, cualquier cosa
que veía,era motivo para hacer una talla en
madera,que luego regalaba a cualquier
persona que pasaba junto a
su choza,pues tenía un gran corazón,predicaba y
pregonaba con humildad,pues lo poco que
poseía lo repartía con las
personas que no poseían nada en aquellos
años tan duros de guerra civil.
En mis años de contrabando,cuando
visitaba de forma regular con mis
padres,el vecino país de Portugal,entablé
amistad con
el pastor,pronto me dí cuenta de su
gran corazón,humildad, modestia y timidez. Una noche de tormenta,un
rayo impactó con
una encina cercana,partiéndola por la
mitad,cómo si un cuchillo cortara mantequilla. A la mañana
siguiente el pastor visitaba
la encina y con un hacha cortaba
un trozo de ramo de enorme grosor. Tras casi dos días, pues la
madera de encina es muy
dura,compacta y consistente,logró su
objetivo. Su idea era hacer una talla de la virgen de la
Peña,pero mis padres y yo
lo convencimos que nos hiciera una talla
de Santa Barbara,patrona de nuestro pueblo,terminado su
trabajo,pagaríamos por
la realización del busto .El se
negó a cobrar,aduciendo,alegando y argumentando,que nuestra
bondad y amabilidad con él
era infinita,eterna,ilimitada.
Entregamos una vieja fotografía, para que se guiara,y dimos todo el
tiempo del mundo,para que no
se obsesionara en
terminarla,sólo en sus ratos de ocio,cuando el
ganado ya estaba recogido. Comenzó a tallar con
decisión,regalamos herramientas que
le hicieron ilusión,varios tipos de
escofinas,formón,martillo,papel de lija...etc. En su
rostro cargado de felicidad, podía
observarse sus rasgos de persona,afable, cordial y cortés.
......Trabajaba sin descanso
por las noches,iluminado con la tenue,delicada y
sutil iluminación que ofrecía unas
velas. Encantado con su
trabajo,quería hacer una fiel reproducción
de la santa,poniendo todo su empeño
cómo
artista,impregnando cada trozo de madera
de exquisita maestría en el arte de la imaginería. Me contaba
también el viejo
pastor, que la encina que
había sido abatida por el rayo,había servido
para muchos contrabandistas en tiempo de
guerra,cuando acudían a Portugal,cómo
refugio para pasar desapercibidos en el tramo final que conducía
hasta Tharsis. Por
fin cuando acabó su magna,excelsa y
magnifica obra,sólo habría que darle el toque final con la
pintura,labor que también
se encargó de realizar,realzando
de esta forma los magníficos trazos que había
realizado sobre la dura y compacta
madera. Terminada la obra sólo
quedaba la corona y el halo dorado que flanquea
sobre la cabeza de la santa,para tal
menester se utilizó
latón,muy parecido al oro por su brillantez
dorada. Este trabajo también requería paciencia y
maestría,que fue desarrollada
con increíble destreza,pericia y talento. Cuando
fuimos a recoger la magnifica obra,tu
padre y yo,nos quedamos sin
aliento,el busto parecía tan real que parece
que nos observaba,radiante de felicidad y
satisfacción. Intentamos por todos
los medios que recogiera un donativo por su trabajo,pero
él respondió....-bastante
regalos me habéis hecho con
haber ofrecido este trabajo y todas las
herramientas que he tenido que utilizar. Con un
fuerte abrazo y con todo tipo de deseos
de bienestar,nos despedimos de él,prometiendo que visitaríamos su
humilde choza
con mas asiduidad.
Pocos años después falleció,una
pulmonía acabó con su vida,la noticia nos
impactó tanto que nos
llevamos un tiempo sumidos
en una fuerte depresión". Recordando la
historia del busto,ha pasado más de una hora,la
lluvia sigue cayendo,mientras mi marido
me reclama en el piso superior..suena un móvil..-¿Quien será,a
estas horas?..me
pregunto. Con fuerte llanto,nuestro
vecino,Horacio,se queja del pedrisco,sus casi 40 hectáreas de
melocotoneros han sido
seriamente dañadas,aún no conoce el
alcance del daño,pero supone que puede ser del noventa por
ciento..Abrazo con toda
mi fuerza la santa,impregnando su
rostro con unas lágrimas que descienden de mis
enrojecidos ojos,mientras pido con
insistencia y fe que el pedrisco se haya
desvanecido convertido sólo en pacífica lluvia que no daña el
fruto. Espero con
impaciencia la llegada del nuevo
día, quiero recorrer el terreno para evaluar los daños,el
seguro sólo cubre pequeños
imperfectos. Por fin amanece, en una
noche infernal de truenos y rayos,estoy deseosa de recorrer el
campo,mis pensamientos no
son nada optimistas,todo lo contrario
muy pesimistas,la llamada de nuestro amigo Horacio ha
fortalecido más la idea de
que nuestra campaña de recogida
próxima sea un gran fracaso,con la ruina para
nosotros y la perdida de trabajo para
muchas familias. Las primeras claras
del día aparecen, recorriendo las primeras hectáreas,que
están junto a la casa. Me
llevo una magnifica sorpresa,en esta
parte sólo ha caído lluvia,sin dañar al fruto que muestra un
estado precioso con un
color rojo intenso. Pero esto sólo
es el principio,sólo unas cuantas hectáreas,debemos
recorrer toda la finca,son 30
hectáreas. Con el coche vamos
escudriñando las distintas variedades sembradas y todo
está perfecto,el pedrisco se ha
diluido cómo azucarillo en agua,parece
que una fuerza sobrenatural haya actuado protegiendo nuestra
cosecha,comienzo
a recordar a Santa Barbara,abrazada a su
imagen. Aunque no soy creyente,ni creo en milagros, nunca he obrado
de mala fe con
nadie,todo lo contrario,he ofrecido
trabajo a muchas personas desinteresadamente cuando la plantilla
estaba cerrada. Para
devota mi madre,ella siempre creyó en
la Santa,sobre todo cuando mi abuelo tuvo dos descarrilos con
el tren y resultó
ileso. Una magnifica noticia para ella
fue que la Santa tenía por fin su ermita en los llanos del
barrito,eso la colmó de
felicidad aunque la pobre falleció a
los pocos años y no pudo disfrutar de tan magnifica romería. Mi
estado de felicidad
crece al ver que todo se encuentra
perfecto,muestro gran alegría cuando recorro las ultimas hectáreas.
Por fín regresamos
a casa,sobre la
mesa se encuentra la imagen de
Santa Barbara,parece que nos observa
con felicidad y
satisfacción,recuerdo cuando mi madre
me contaba el día que fueron a recoger la imagen a la
pequeña cabaña. La imagen
muestra signos de deterioro,quizás los
años que ha pasado en el interior del sótano haya dañado la
madera,prometo que la
llevaré a un imaginero que repare
los daños y haga una limpieza,desde este momento deseo
que la santa nos acompañe y
proteja en el salón de la
casa.
La campaña de recogida ha
resultado todo un éxito,hemos vendido casi el
noventa por
ciento de la producción,pero sobre todo
mi gran alegría es ver mi santa sobre un pedestal,con claveles
rojos y blancos
cómo la bandera de Tharsis,presidiendo
mi salón,si mi madre viviera estaría orgullosa,junto a la santa
pondré un retrato
de mis padres,un trocito de mi pueblo a
muchos kiómetros de distancia,en estas tierras lejanas de Lérida.
La Tormenta
Un relato de Marcos Tenorio.
Marcos, pon una foto del busto.
ResponderEliminarPor favor.¡ No me hagas llorar más! Yo soy de Montes de san Benito, pero me considero casi tharsileño, allí fui al colegio, allí tengo mucha familia y más amigos. Que Santa Bárbara nos proteja. Amen.
ResponderEliminarQue bonito Marcos un saludo
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