viernes, 30 de agosto de 2013

La Tormenta.

La tormenta.






.......La  tarde  presagia  lluvia,aunque ha amanecido  un  día  radiante y  soleado,con  temperaturas  por encima  de  lo
normal,propicio para la formación de las temidas tormentas con aparato eléctrico y lo que es peor, la caída de  pedrisco
que arruine,dañe y destruya nuestra  cosecha de nectarinas y melocotones.


Poseo  junto a mi marido, unas  30 hectáreas de
nectarinos y melocotoneros,fruto del esfuerzo  de nuestro trabajo estos últimos  años. Damos trabajo a un buen  número de
personas, que  sólo poseen  esta pequeña  ayuda para  poder subsistir,por  eso muestro  inquietud,ansiedad,desasosiego y
angustia cuando  observo sobre  el horizonte,las  negras nubes  que amenazan  la recolección  de este año. Esta mañana ha
estado aquí el perito,me ha informado que todo va fenomenal,la poda en verde realizada por mi grupo de podadores ha sido
fantástica,y los frutos  que estaban,ocultos,escondidos y  cubiertos,vuelven a estar  descubiertos para poder  madurar y
coger color para la  recolección, que se iniciará  dentro de unos días. Consulto  la página de internet  dónde muestra la
evolución de las nubes,las noticias no son muy alentadoras,esta tarde se espera fuerte aparato eléctrico con posibilidad
de un 90% de caída de  pedrisco. Paseo por la habitación con  inquietud,mi marido reparte junto a unos  trabajadores las
cajas de recogidas.Miro a través de la ventana,las nubes cada vez son más compactas y densas,pronto anochecerá,me espera
una noche de sobresaltos,ojalá sólo llueva y no caiga el temido pedrisco que arruine la recolección.


Cada vez se  escucha
con más  insistencia,los truenos,seguidos  de un  importante aparato  eléctrico.Mi marido  regresa a  casa, se encuentra
preocupado por la situación,observa el horizonte y mueve insistentemente la cabeza..-¡Nos espera una noche de lobos!..-
exclama..-ojala sólo  sea abundante  agua con  ausencia de  pedrisco. Las primeras  gotas de  agua comienzan a caer,cuando
desaparece la luz artificial, busco en los muebles  a oscuras y hallo una vela,me encuentro nerviosa,agitada,parece  ser
que el pedrisco nos va arruinar la campaña,siento también las personas que quedaran sin trabajo,no soy creyente pero  en
estos momentos pido con insistencia a todos los santos  que no caiga el temido pedrisco. Llueve con insistencia y  la luz
de la vela da poca claridad,recuerdo que en el sótano guardábamos unos focos de gas. Bajo con cuidado, hace bastante tiempo que
no accedo hasta el lugar. La oscuridad es absoluta,  mientras los truenos hace retumbar la casa,con nerviosismo  busco los
focos.  Mientras rezo,unas  lágrimas afloran  de mis  ojos,al final,  sobre una  estantería, aparece  el rostro  de Santa
Barbara,en un busto que trajimos  desde Tharsis, cuando mi madre  falleció.


Retiro unas telarañas y comienzo  a recordar la
leyenda de este busto,que  mi madre poseía hace  muchos años,beso su bello  rostro y rezo abrazado  a la santa para  que
desaparezca esta  tormenta que  nos amenaza. Bajo  la luz  de la  vela,comienzo a  recordar la  historia que mi madre nos
contaba,tanta veces, sobre  el busto............"Hija mía,este  busto realizado con  esmero de nuestra  patrona tiene su
historia... hace muchos  años habitaba un  pastor,en una pequeña  choza,en el camino  que conduce a  Puebla de Guzmán,este
pastor poseía mucho arte  con las manos, de  cualquier palo o estaca,hacía  verdaderas obras de artesanía...un  perro,un
pájaro,una oveja,  cualquier cosa  que veía,era  motivo para  hacer una  talla en  madera,que luego regalaba a cualquier
persona que  pasaba junto  a su  choza,pues tenía  un gran  corazón,predicaba y  pregonaba con humildad,pues lo poco que
poseía lo  repartía con  las personas  que no  poseían nada  en aquellos  años tan  duros de guerra civil.




En mis años de contrabando,cuando  visitaba  de  forma regular  con  mis  padres,el vecino  país  de  Portugal,entablé amistad  con 
el pastor,pronto me dí cuenta de su gran corazón,humildad, modestia y timidez. Una noche de tormenta,un rayo impactó con
una encina cercana,partiéndola por la mitad,cómo si un cuchillo cortara mantequilla. A la mañana siguiente el pastor visitaba
la encina y con un hacha cortaba  un trozo de ramo de enorme grosor. Tras  casi dos días, pues la madera de  encina es muy
dura,compacta y consistente,logró su objetivo. Su idea era hacer una  talla de la virgen de la Peña,pero mis padres  y yo
lo convencimos que nos hiciera una talla de Santa Barbara,patrona de nuestro pueblo,terminado su trabajo,pagaríamos  por
la realización del busto .El se  negó a cobrar,aduciendo,alegando y argumentando,que  nuestra bondad y amabilidad con  él
era infinita,eterna,ilimitada. Entregamos una vieja fotografía, para que se guiara,y dimos todo el tiempo del mundo,para que no
se  obsesionara en  terminarla,sólo en  sus ratos  de ocio,cuando  el ganado  ya estaba  recogido. Comenzó a  tallar con
decisión,regalamos herramientas que  le hicieron ilusión,varios  tipos de escofinas,formón,martillo,papel  de lija...etc. En su
rostro cargado de felicidad, podía observarse sus rasgos de persona,afable, cordial y cortés.




......Trabajaba  sin descanso  por las  noches,iluminado con  la tenue,delicada  y sutil  iluminación que  ofrecía unas
velas. Encantado  con  su  trabajo,quería  hacer  una  fiel  reproducción  de  la  santa,poniendo  todo  su  empeño  cómo
artista,impregnando cada trozo de madera de exquisita maestría  en el arte de la imaginería. Me contaba también  el viejo
pastor,  que la  encina que  había sido  abatida por  el rayo,había  servido para  muchos contrabandistas  en tiempo  de
guerra,cuando acudían a Portugal,cómo refugio para pasar desapercibidos en el tramo final que conducía hasta Tharsis. Por
fin cuando acabó su magna,excelsa y magnifica obra,sólo habría que darle el toque final con la pintura,labor que también
se encargó  de realizar,realzando  de esta  forma los  magníficos trazos  que había  realizado sobre  la dura y compacta
madera. Terminada la obra  sólo quedaba la  corona y el  halo dorado que  flanquea sobre la  cabeza de la  santa,para tal
menester  se utilizó  latón,muy parecido  al oro  por su  brillantez dorada. Este  trabajo también  requería paciencia  y
maestría,que fue  desarrollada con  increíble destreza,pericia  y talento. Cuando  fuimos a  recoger la magnifica obra,tu
padre y  yo,nos quedamos  sin aliento,el  busto parecía  tan real  que parece  que nos observaba,radiante de felicidad y
satisfacción. Intentamos por todos  los medios que  recogiera un donativo  por su trabajo,pero  él respondió....-bastante
regalos me habéis  hecho con haber  ofrecido este trabajo  y todas las  herramientas que he  tenido que utilizar. Con  un
fuerte abrazo y con todo tipo de deseos de bienestar,nos despedimos de él,prometiendo que visitaríamos su humilde  choza
con mas  asiduidad.


Pocos años  después falleció,una  pulmonía acabó  con su  vida,la noticia  nos impactó  tanto que nos
llevamos un  tiempo sumidos  en una  fuerte depresión".  Recordando la  historia del  busto,ha pasado más de una hora,la
lluvia sigue cayendo,mientras mi marido me reclama en el piso superior..suena un móvil..-¿Quien será,a estas  horas?..me
pregunto. Con fuerte llanto,nuestro vecino,Horacio,se queja del pedrisco,sus casi 40 hectáreas de melocotoneros han  sido
seriamente dañadas,aún no conoce el alcance del daño,pero  supone que puede ser del noventa por ciento..Abrazo  con toda
mi fuerza la  santa,impregnando su rostro  con unas lágrimas  que descienden de  mis enrojecidos ojos,mientras  pido con
insistencia y fe que el pedrisco se haya desvanecido convertido sólo en pacífica lluvia que no daña el fruto. Espero  con
impaciencia la llegada del nuevo  día, quiero recorrer el terreno  para evaluar los daños,el seguro  sólo cubre pequeños
imperfectos. Por fin amanece, en una noche infernal de  truenos y rayos,estoy deseosa de recorrer el campo,mis  pensamientos no
son nada optimistas,todo lo contrario muy pesimistas,la llamada  de nuestro amigo Horacio ha fortalecido más la  idea de
que nuestra campaña  de recogida próxima  sea un gran  fracaso,con la ruina  para nosotros y  la perdida de trabajo para
muchas familias. Las primeras claras del  día aparecen, recorriendo las primeras  hectáreas,que están junto a la  casa. Me
llevo una magnifica sorpresa,en esta parte sólo ha caído lluvia,sin dañar al fruto que muestra un estado precioso con un
color rojo intenso. Pero  esto sólo es el  principio,sólo unas cuantas hectáreas,debemos  recorrer toda la finca,son  30
hectáreas. Con el coche  vamos escudriñando las  distintas variedades sembradas  y todo está  perfecto,el pedrisco se  ha
diluido cómo azucarillo en agua,parece que una  fuerza sobrenatural haya actuado protegiendo nuestra cosecha,comienzo 
a recordar a Santa Barbara,abrazada a su imagen. Aunque no soy creyente,ni creo en milagros, nunca he obrado de mala fe con
nadie,todo lo contrario,he ofrecido trabajo a muchas personas desinteresadamente cuando la plantilla estaba cerrada. Para
devota mi madre,ella siempre creyó en  la Santa,sobre todo cuando mi abuelo  tuvo dos descarrilos con el tren  y resultó
ileso. Una magnifica noticia para ella fue que la Santa tenía por fin su ermita en los llanos del barrito,eso la colmó de
felicidad aunque la pobre falleció a los pocos años y no pudo disfrutar de tan magnifica romería. Mi estado de  felicidad
crece al ver que todo se encuentra perfecto,muestro gran alegría cuando recorro las ultimas hectáreas. Por fín regresamos
a  casa,sobre  la   mesa  se  encuentra   la  imagen  de   Santa  Barbara,parece  que   nos  observa  con   felicidad  y
satisfacción,recuerdo cuando mi madre  me contaba el día  que fueron a recoger  la imagen a la  pequeña cabaña. La imagen
muestra signos de deterioro,quizás los años que ha pasado en el interior del sótano haya dañado la madera,prometo que la
llevaré a un imaginero que  repare los daños y haga  una limpieza,desde este momento deseo  que la santa nos acompañe  y
proteja en el  salón de la  casa.


La campaña de  recogida ha resultado  todo un éxito,hemos  vendido casi el  noventa por
ciento de la producción,pero sobre todo mi gran alegría  es ver mi santa sobre un pedestal,con claveles rojos  y blancos
cómo la bandera de Tharsis,presidiendo mi salón,si mi madre viviera estaría orgullosa,junto a la santa pondré un retrato
de mis padres,un trocito de mi pueblo a muchos kiómetros de distancia,en estas tierras lejanas de Lérida.


La Tormenta






Un relato de Marcos Tenorio.









3 comentarios:

  1. Marcos, pon una foto del busto.

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  2. Por favor.¡ No me hagas llorar más! Yo soy de Montes de san Benito, pero me considero casi tharsileño, allí fui al colegio, allí tengo mucha familia y más amigos. Que Santa Bárbara nos proteja. Amen.

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