La Roca
Minas
de Tharsis 1948. Interior de la mina Sierra Bullones, a trescientos
metros de profundidad, en alguna galería
..-¡Mira, Juan, que roca
más rara acabo de encontrar!.
Exclama, Sebastían, minero
veterano.
..-Vaya, que rara es..-¿Que vas a hacer?.
Pregunta, su
joven compañero, en las labores de picador, mientras limpia su
frente del sudor adherido, con un ennegrecido pañuelo.
..-Pues me la
llevaré a casa, quedaría bien encima de la cómoda.
Responde,
Sebastián.
..-Ten cuidado, que no te vea el capataz, ya sabes que te
podría despedir, si te descubre.
..-Tranquilo amigo Juan, la esconderé
entre la ropa, no se dará cuenta.
Ya
en casa, en el reducido cuartel, Sebastían, enseña a su mujer la
extraña roca.
..-Esta roca es un secreto, la acabo de encontrar
mientras picaba, sólo sabe de su existencia, nosotros y el compañero
Juan, debemos guardarla en sitio seguro, pues nadie debe saber de su
existencia, ya sabes como son estos ingleses y me podrían despedir
si me la encuentran en casa, ya a Juan, le he advertido que no diga
nada.
..-¡Oh, es preciosa, que extraños colores y parece que de ella
emana algo, no sé como explicarlo!.
Exclama María, maravillada,
fascinada e impresionada, mientras en su rostro queda reflejado toda
la sensación vivida.
..-Debemos esconderla en lugar seguro, pues como
ya te dije, nadie debe saber de su existencia.
..-Tranquilo cariño, la
guardaremos en el viejo baúl de mi madre, ahí nadie sabrá de su
existencia.
Responde María, para tranquilizar a Sebastián.
A
partir de ese momento, María, comienza a sentir un extraño vinculo
con la roca y no pasa día sin que la piedra sea palpada, tocada y
acariciada.
Meses
más tarde del descubrimiento, Sebastián, sufre un percance en la
mina, y su espalda queda seriamente dañada. En el hospital, los
médicos que atienden al paciente, dan por echo que deberá aguardar
cama de por vida, pues son varias hernias discales las que amenazan
la columna de Sebastían, para convertirlo en un enfermo crónico
atado a una silla de rueda.
Sebastián,
robusto y fornido, no asimila guardar cama el resto de su vida, y cae
en el profundo pozo de la depresión. Solo su mujer al carecer de
hijos y familiares próximos, es el único timón que le queda, para
que su tremenda enfermedad, pueda ser llevada lo mejor posible el
resto de su vida.
Postrado
en cama, sobre sus enrojecidos ojos, brotan lágrimas que descienden
sobre sus mejillas. Agotado, exhausto y extenuado tras múltiples
intentos por incorporarse, no asimila dicha enfermedad y pide a
gritos un fármaco que ponga fin a su vida.
..-¡Tranquilo,
cariño, eres una persona fuerte, verás como superas estos dolores,
pero debes tener paciencia!.
Exclama María, con una sonrisa,
ocultando en sus entrañas el tremendo dolor que le produce ver a su
marido en esa situación.
..-No puedo con mi espalda, cada vez que me
muevo, siento como puñales clavados, dime si esto es
vida.
Responde, Sebastián, entre lágrimas.
De
manera intuitiva, María, acerca su mano, colocándola por debajo de
la espalda, mientras Sebastián la observa.
..-Ah, siento un fuerte
calor y alivio.
En esos momentos, Sebastián, hace un tremendo
esfuerzo y se incorpora boca abajo, quedando la espalada a merced de
su mujer que la acaricia con suaves masajes.
..-¡Que calor despide
esas manos, que gran alivio siento!.
Exclama Sebastián, ante la
incredulidad de María.
..-Noto, como una fuerza interior, es raro,
pues en todos mis años no he advertido esta cualidad que
poseo..-(piensa en silencio, mientras nota como su marido, esboza una
sonrisa).
Pasadas
varias semanas, las sesiones de masajes se intensifican, logrando y
obrando el milagro, ante la incredulidad y desconfianza de los
vecinos que veían al bueno de Sebastián, postrado en una silla de
ruedas, de por vida, y entre los habitantes del pueblo comienza a
deslizarse la noticia de que ha podido ser un milagro ya que el
matrimonio muestra especial devoción por la patrona...Santa Barbara.
También
María, ha quedado impresionada por el poder que trasmite sus manos, y
piensa por primera vez en la extraña roca que se aloja en el baúl,
la cual acaricia y palpa todos los días, desde que apareció traída
por su marido desde las entrañas de la corta Sierra Bullones. En
todo el pueblo se comenta e interpreta, que todo ha sido un milagro,
debido a la fe que ambos profesan por la santa, pues por desgracia,
enfermedad como la de Sebastián, ha habido en el pueblo, con
resultados negativos para todos y todas que la han sufrido. Un hecho
casi sin importancia, vino a reforzar la hipótesis de que sus manos
poseían una fuerza sobrenatural, la cual había llegado de manera
fortuita y ocurrió un día normal cuando su vecina Manuela, sufrió
un esguince de tobillo cuando ambas se dirigían a la plaza del
pueblo a realizar la compra.
..¡Ah, que dolor más grande, siento como
se ha doblado el tobillo!.
Exclama, con fuertes dolores Manuela.
De
modo intuitivo, María, se dirige a la zona de la pierna donde su
amiga ha sufrido el percance y presiona con ambas manos.
..-¡Que calor
y alivio siento, tienes unas manos milagrosas!.
Exclama Manuela.
La
noticia de la sanación, del esguince de Manuela, pronto obtiene
consecuencias y trascendencias, entre los habitantes del pueblo, pues
ya no se trata de un solo caso de curación, han sido varios y hasta
el humilde cuartel de María y Sebastián llega todo tipo de personas
aquejadas de diferentes males, (esguinces, lumbalgias y también
afecciones de la piel..erisipelas, psoriasis y los temidos
culebrones)
A todos ellos, trata de complacer María, pues nadie es negado a recibir
tratamiento a través de sus manos. Los vecinos y vecinas del pueblo
en muestra de cariño y gratitud, ofrecen dinero, pero este es
rechazado por el matrimonio, aún así las personas agradecidas
ofrecen todo tipo de víveres entre los que se encuentran
(huevos, patatas, aceites, zumos, legumbres y cualquier alimento no
perecedero). Estos alimentos, aunque son rechazados, acaban adquiridos
ante la insistencia de las personas que han sido curadas.
Han
pasado varios años y María, cuenta la verdad de sus poderes a su
marido, aunque se muestra un poco escéptica e incrédula, con la
posibilidad de que la roca haya sido la causante de su
extraordinario don.
..-Sebastián, debo contarte un secreto o quizás
no sea nada, pero no puedo por más tiempo guardar este misterio y
enigma.
..-¡Que misterio y enigma, de que hablas!
Exclama Sebastián,
intrigado por las palabras de su mujer.
..-La roca, que tenemos guardada
desde que la trajiste, no ha pasado día sin que la haya tocado,
palpado y acariciado, creo que de ella emana algo, no sé como
explicarlo, pero atribuyo los poderes que ejerzo en mis manos a la
roca.
..-¡Eso no puede ser, es una simple roca, que resplandece con
los colores de la tierra adherida a ella a través de los años, ya
me informé, es una roca sin valor, la cual podemos encontrar en
cualquier vaciadero de mineral, su nombre es goethita!
..-Pues,
no estoy de acuerdo, puedes pensar lo que quieras, pero desde que la
trajiste, entre ella y yo hay un vinculo perfecto y no pasa día sin
que la acaricie.
..-No digas nada, de esto por el pueblo, pueden pensar
que estás loca, el calor que desprende tus manos es la energía que
brota de tu interior, nada más, siempre la has tenido, pero lo
descubriste gracias a mis problemas de espalda.
Pasadas varias décadas, María, aún ejerce como
curandera, sanando con el poder de sus manos a todos los vecinos/as
que requiere de sus servicios, aunque ya muestra problemas de salud,
quiere antes de fallecer, que otra persona pueda seguir con su
extraordinario don, adquirido de la roca, pues cree de forma
ferviente, fervorosa e impetuosa, que su extraño poder, ha sido
trasmitido por la roca. Y para tal fin, piensa en una sobrina suya,
cuya bondad y amabilidad es infinita, aunque debe prepararla, ya que
debe creer, admitir y aceptar, que la roca, posee propiedades
divinas. Llegado el momento, ya en el umbral de su muerte, María,
confiere a su sobrina Josefa, el secreto mejor guardado todos estos
años.
..-¡Querida sobrina, Josefa, he pensado en ti, para que
continúes, con la extraordinaria labor que he venido haciendo todos
estos años, sanando y curando a personas, aquejadas de diferentes
males!
..-Claro que sí, querida tía, es un enorme placer continuar
tus sanaciones, aunque creo que yo no tengo ese don que tu posees,
pues eso no se aprende, ni hereda, esa capacidad y facultad para
sanar, solo la poseen personas privilegiadas, que nacen con ese
regalo divino por parte de Dios.
..-¡Querida sobrina, te equivocas, yo
era igual que tu, hasta que de manera fortuita llegó a mi vida una
extraña roca, que trajo tu difunto tío del interior de la
mina!
Exclama, María, con lágrimas, al recordad a su marido.
..-¡Una
roca!.
Exclama, Josefa.
..-Sí, sobrina, una roca que se halla en ese
viejo baúl, la cual debes acariciar y palpar todos los días, para
que transfiera todo el poder que posee...tu difunto tío, no creía,
pero te puedo asegurar que desde el día que la trajo, quede
fascinada y maravillada, atraída por su belleza, noté que emanaba
algo extraño desde su interior, algo inexplicable, meses mas tarde
cuando tu tío enfermó, fue curado con mis manos y así he seguido
hasta el día de hoy, por lo que te aseguro que esa roca posee una
extraña energía, que pasa a tu organismo otorgándote la facultad
de curar diversos tipos de enfermedades contraídas por los
humanos.
..-¡Oh tía María, vaya historia, aunque no sabemos si esa
energía actúa en todas las personas o solo en algunas!.
Exclama,
Josefa, maravillada por la historia que acaba de escuchar.
Bueno
sobrina, tú pruebas, pero debes palparla y tocarla todos los días,
también debes guardar el secreto y nadie debe saber de su
existencia, guardalá, en una zona donde solo tu tengas
acceso.
..-Gracias, querida tía, así lo haré.
Días
después de la charla mantenida con su sobrina, fallecía María.
Despedida con multitud de muestras de cariño, todo el pueblo habla de
su extraordinaria facultad para la sanación y de la humildad, bondad
y generosidad, que mantenía en todas sus acciones.
Han
pasado veinte años de la aparición de la piedra y una nueva
inquilina, la guarda con celo, en su humilde cuartel de la calle San
Ernesto. Ansiosa, deseosa y anhelante, de sanar a su primer cliente,
pronto encuentra una oportunidad en el hijo de su vecina Rosario,
aquejado de una enfermedad de la piel llamada psoriasis. Distribuida
por extremidades inferiores y superiores, el escozor, picor y
quemazón, en la zona afectada, hace que el pequeño Carlos, pase todo
el día, rascando la zona afectada, produciendo heridas. Josefa, se
acerca hasta el.
..-¡Que te pasa Carlos, que tienes codos y rodillas
enrojecido con escamas!.
Exclama.
..-No sé, me pica todo, no puedo
aguantar.
..-A ver, que vea.
Josefa,
al igual que hizo su tía en su primer caso con Manuela, dirige sus
manos hacía codos y rodillas, produciendo un gran alivio en el
pequeño.
..-¡Como quema tus manos, parece que la has tenido en
fuego, pero siento alivio, ya no me pica tanto!
Exclama, el pequeño.
Desde
ese mismo instante, Josefa, centra todo su interés en sanar a
Carlos.
..¡Vaya, parece que has heredado el poder de curación que
poseía tu querida tía María!
Exclama, bastante sorprendida
Rosario, ante la evolución de la enfermedad de su hijo.
..-Pues si
Rosario, como ocurrió a mi querida tía, poseemos esa rara virtud de
curar a través de nuestras manos...(ocultando, como ya advirtiese su
querida tía, el verdadero motivo de su poder)
Pronto,
la noticia de la curación de Carlos, tiene repercusión en el pueblo
y en todos los barrios es motivo de conversación.
..-¡Ha heredado las
facultades de su tía María!
Exclaman los vecinos, mientras el
amigo de su difunto tío Sebastián, el anciano Juan, cree que todo
el poder de sus manos, le llega a través de una misteriosa piedra. El
estaba presente, cuando Sebastián, arranco de las entrañas de la
mina, aquella piedra, luego más tarde se enteraba a través de su
amigo, que la piedra según su mujer poseía virtudes curativas.
Ajena
a todo tipo de “habladurias”, Josefa, continúa al igual que hizo
su tía María, sanando personas a través de sus manos, sin aceptar
dinero a cambio, solo la voluntad .
La
noticia de que existe una piedra con poderes curativos, comienza a
difundirse a través del anciano Juan, sin saber que esa noticia
puede dañar a su propietaria, pues como aseguró a su difunta tía,
todo iba a continuar en secreto.
Una
de las tardes, Josefa, acude a casa de Ramón, aquejado de una
fuerte lumbalgia. En el humilde hogar, formado por ocho miembros,
Ramón, es indispensable, pues de su miserable sueldo de minero
depende la familia.Tras unas sesiones de masajes, por fin Ramón se
recupera.
..-¡Gracias, hija mía, me acabas de sanar mis problemas de
lumbalgia, por fin puedo trabajar, aunque no tengo nada para poder
pagarte !
Exclama Ramón, con lágrimas sobre sus ojos.
..-Ramón,
esto lo hago por voluntad, no tienes que dar nada a cambio, no
trabajo por interés, esta facultad que poseo es para hacer el bien a
las personas, que necesita de mis servicios sin nada a
cambio.
Contesta Josefa.
..-También debo decirte, que se escucha por
el pueblo, que tus poderes curativos provienen de una misteriosa
piedra encontrada por tu difunto tío Sebastián, ten cuidado, pues
hay muchas personas de mal corazón, corroídas y consumidas por la
ambición e interés, que la desearían para utilizarla para sus
propios beneficios.
Sin
poder desmentir dichos rumores, debido a sus convicciones religiosas,
Josefa, asiente con la cabeza.
La
noticia de la extraña roca, se difunde por toda la comarca del
Andévalo y son muchas las personas, que acuden hasta la casa de
Josefa, para poder visualizarla.
..-¡Por favor, es una roca normal, es
llamada goethita, no posee virtudes curativas, no sé quien se
ha podido inventar eso!
Exclama, dominada por un ataque de nervios.
La
tranquilidad, sosiego y quietud que guardaba el humilde hogar de
Josefa, se ha visto invadida por personas curiosas y entre ellas
también hay las que anhelan, poseer las virtudes de la roca para su
propio beneficio como muy bien intuía Ramón.
La
fiesta anual del pueblo, la velada, atrae multitud de personas, de
pueblos limítrofes, como todos los años. Josefa, disfruta estos
días junto a sus amigas, pues aunque aún es joven, no ha encontrado
su media naranja y esta fiesta anual es buena oportunidad de
encontrar al joven que la lleve hasta el altar. Es sábado, y en el
pueblo reina un ambiente festivo. Sobre medianoche, Josefa, abandona
el pequeño cuartel y se dirige a buscar a sus amigas en Plaza Vieja,
desde allí se dirigirán hasta el paseo para disfrutar de la fiesta.
A punto de amanecer, Josefa, abandona junto a sus amigas la fiesta y
se dirige a casa a descansar tras una noche festiva.
..-¡Oh, no puede
ser!
Exclama, al comprobar que la puerta del cuartel, se encuentra
abierta. Sacudida por una reacción nerviosa, entra aprisa al
cuartel, dirigiendo sus pasos de manera intuitiva hasta donde guarda
su preciado tesoro...la roca.
..-¡Me la han robado, me la han
robado...malditos!.
Exclama, bajo fuertes reacciones nerviosas.
Pronto, algunos vecinos que regresan de la fiesta, acuden hasta el
pequeño cuartel, al escuchar los llantos desesperados de Josefa.
A
muchos kilómetros de distancia, en un pueblo cercano al vecino país,
el ambiente que reina en una casa es totalmente diferente.
..-¡Por fin,
poseemos la piedra milagrosa, nos haremos
rico...jajajajajajaja!
Exclama, un matrimonio de mediana edad.
En
Tharsis, Josefa, continúa bajo los efectos de una fuerte depresión,
preguntándose una y otra vez quién a podido perpetrar el robo. Los
vecinos del pueblo, también están abatidos, pues Josefa prestaba
sus servicios a todas las personas afectadas. En una noche de velada,
en que todo el pueblo está concentrado en un mismo lugar, es fácil
que el que quiera cometer un delito de robo actúe de forma
totalmente sosegada y serena, además la poca iluminación de la
zona, contribuye en medida a la consecución del robo.
Han
pasado varios meses desde la sustracción de la piedra y en un pueblo
cercano al vecino país de Portugal, aparecen panfletos con la
siguiente información...
”Se realizan curas y masajes de
enfermedades relacionadas con la piel y trastornos musculares”
Pronto,
la consulta abierta, tiene sus primeros pacientes, personas en su
mayoría afectadas de dolores musculares, por su faena en el campo.
El matrimonio, se muestra feliz, deseoso de curar a sus primeros
clientes y conseguir la fortuna que anhelan. Han realizado todo lo
que escucharon en sus continuas visitas a Tharsis y la piedra es
palpada y tocada todos los dias.
..-¿Hola, buenos
días, dime usted que le aqueja?
Pregunta al unísono el
matrimonio, a su primer cliente
..-Pues mire, me duele esta zona de la
rodilla, desde hace algún tiempo, he visitado especialistas en
traumatología y nada.
..-Bueno a ver, voy a comenzar con suaves
masajes, verás como pronto notará una mejoría, tendrá que venir
todos los días hasta que remita los dolores, la consulta diaria es
1000 pesetas.
Al
cabo de unas semanas, son innumerables, las personas que han pasado
por consulta sin que haya un solo caso de persona curada, apareciendo
las primeras críticas.
..-¡Sois unos estafadores y mentirosos, no he
notado mejoría alguna, al contrario, creo que mi rodilla ha
empeorado!
..-¡Mi dolor de lumbalgia, prometisteis que cesaría con
varias sesiones de masajes, llevo mas de diez y nada!.
Son solo,
algunas exclamaciones de vecinos.
En
la consulta, el matrimonio se encuentra abatido, derrotado.
..-Creo que
esta piedra es una roca vulgar y corriente, sin poder ninguno, esa
noticia de que posee poderes curativos es un bulo de la gente de
Tharsis...será mejor devolverla de nuevo y largarnos del pueblo,
tenemos suficiente dinero para comenzar una nueva vida.
A
punto de marcharse lejos del pueblo, una de las mañanas, ambos
detectan unos extraños tumores en el cuerpo, por lo que se dirigen a
la consulta médica que lo emplaza hasta Huelva.
..-¡Hace días,
notamos un enrojecimiento de la zona y mire, hoy han aparecido estos
extraños bultos!
Exclaman ante el especialista que los
atiende.
..-Vaya cosa rara, parece una radiación, han tocado o han
estado sometidos a algún tipo de radiación
..-Pues no señor, no
hemos tocado nada, ni hemos estado en contacto.
De pronto la señora
sufre temblores y escalofríos, tiene presentimientos, premoniciones y
sospechas, la piedra, la piedra, la maldita piedra.
..-¿Que
piedra?.
Pregunta el médico
..-Es una piedra que encontramos en el
pueblo de Minas de Tharsis, cuyos colores nos atrajeron, la recogimos
y la llevamos a casa.
..-Vaya, pues la tendremos que analizar, para dar
una respuesta.
Al
volver a casa, ambos deciden que la mejor solución es devolver la
roca, con una nota escrita. Para tal fin, preparan una caja de madera
donde introducen la roca y la nota.
Nos
encontramos en el mes de diciembre y las pocas casas que aún queda
en la zona peligrosa de calle San Ernesto, tienen como inquilina a la
buena de Josefa.
Como
cada día, Josefa, madruga, para limpiar el pequeño cuartel. Ya
pronto tendrá que abandonar, donde ha vivido todos estos años desde
su nacimiento, donde asistió al fallecimiento prematuro de sus
progenitores y donde fue sustraída la roca que le entregó su tía
María. La mañana amenaza con lluvia y Josefa, abre la puerta para
colocar cubos sobre las canales, llevando una sorpresa, pues aparece
una caja de madera con tapadera, cerrada de forma hermética. Su
corazón comienza a palpitar y latir.
..-¿Que será?.
Se pregunta en
silencio.
Con ayuda de un martillo, logra destapar la tapa, llevando
una sorpresa, en su interior se encuentra la roca sustraída hace
meses con una nota escrita...
”Nos
enteramos, hace meses, por la gente del pueblo, del poder curativo
de la roca y desde ese mismo momento nuestro único anhelo fue poseer
dicho tesoro, para hacer fortuna de manera interesada, codiciosa y
ambiciosa, pues caímos en la tentación que toda persona
anhela, ser rica y millonaria, sin pensar en nada, pues estábamos
bajo el dominio e influjo de esa poderosa droga que es el interés,
para lucrarnos con fines totalmente avariciosos y poseer riqueza para
desarrollar una vida de opulencia, abundancia y lujo. Nos
equivocamos y pedimos perdón, aunque no podamos reparar el daño,
pero aseguramos que la roca no posee poderes, mas bien irradia
extrañas radiaciones, letales para las personas que permanecen bajo
su influjo. Esos poderes, para la sanación que posees, al igual que
tu tía, provienen de tu organismo, los cuales utilizáis de manera
altruista y desinteresada para hacer bien a personas que necesitan de
vuestro servicio, personas humildes, honestas y de buen corazón...”.
Josefa,
muestra una reacción agridulce, por un lado es feliz al poseer
nuevamente la roca, pero piensa en las palabras escritas sobre el
papel...
Josefa,
continúa sanando personas a través de sus manos, en calle Zorrilla,
donde fue asignada su nueva vivienda. La roca ya no la utiliza y hace
tiempo que se desprendió de ella, aunque no se sabe donde puede
estar, todo es un misterio. Al fallecer, muchas personas se acercaron
hasta su velatorio, al dar el último adiós, a una persona que poseía
excelentes cualidades, tanto humanas, solidarias, caritativas y
altruistas, muy lejos de lo que se destila hoy día. Aunque buscaron
la roca con anhelo, los pocos familiares que poseía, jamas la
encontraron.
Minas
de Tharsis, verano de 2019....Juan Antonio, sale todas las tardes a
pasear, acompañado por su fiel perro Goby, un bodeguero astuto y
sagaz. Sus largos paseos, por los alrededores de la mina, suelen ser
inmortalizados en bellas instantáneas, que luego comparte con los
amigos a través de la red social, Facebook. Una de las tardes, en
un lugar por el que no había transitado nunca, hizo un hallazgo por
el cual se sintió muy satisfecho, sobre un arbusto de un envejecido
brezo, halló una roca que desprendía fuertes destellos, la cual
recogió y envolviéndola en una bolsa, la llevó hasta casa.....
La
roca....un relato original de Marcos Tenorio Márquez.
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