viernes, 8 de noviembre de 2024

La grajilla y el minero.

La grajilla y el minero.

...Movía la cola de manera insistente
la astuta grajilla, dispuesta para
arrebatar un trozo de pan, al pobre
minero, del canasto, que guardaba
celosamente tras unas rocas.

De forma sigilosa, cautelosa y disimulada
se acercó hasta el canasto, preparada para
abrirlo con su robusto pico. Más en ese
preciso momento, sonaba la sirena, que
anunciando la hora del almuerzo, avisaba
al minero, del descarado, astuto, pícaro
plan del pajarraco.

...-Ah rapaz, ave del averno, por eso te
castigó el creador, para que permanecieras
enlutada el resto de tu vida, y graznaras
igual que los cuervos.


...-¡Me querías robar un trozo de pan!
No tienes bastante, con lo que te ofrezco

todos los días. Aunque me haces compañía

aquí en la profundidad de la mina, no es

lícito robar a un amigo.


Saciada con los trozos de pan, que el minero
de forma generosa había entregado, echaba
a volar, con gráciles movimientos de la cola.
Pasadas unas horas, unos graznidos alertaba
al minero, que se apartara para no ser aplastado
por una gran roca.


Minutos después del gran susto, aparecía la
negra silueta sobre la roca.


...-Retiro todo lo dicho, oh dulce pajarillo, de

triste figura, que con un simple graznido

salvaste la vida, de este pobre minero,

que debe alimentar cuatro personas.



Desde hoy día, formarás parte de mi familia, te
cuidaré, protegeré y ayudaré y jamás olvidaré

que me has salvado la vida y en las memorias

y evocaciones, que haga, siempre resaltará tu

negra figura.




Marcos Tenorio Márquez.


 

sábado, 2 de noviembre de 2024

Recuerdos de Tharsis...Tráfico de camiones de “palos”


 

Recuerdos de Tharsis...Tráfico de camiones de “palos”


...En la lejana década de los años sesenta y principios de los setenta, cumbres, cabezos, cerros y colinas, plagados de arbustos autóctonos como jaras, jaguarzos, tojos, aulagas, brezos y madroños, comenzaron a extinguirse, ante poderosas máquinas articuladas por orugas, las cuales creaban terrazas, en las que posteriormente serian sembradas de eucaliptos, un árbol procedente y originario de las lejanas tierras de Oceanía, de crecimiento rápido, debido a sus grandes raíces, las cuales empobrecen la tierra buscando el agua por un extenso radio. Esta nueva forma de rentabilizar y producir, en terrenos de difícil acceso, en donde la superficie pedregosa, rocosa y abrupta no concedía otro tipo de explotación, se hizo popular en toda la provincia y sobre todo en las comarcas de Sierra y Andévalo, donde los terrenos circundantes presentan este tipo de irregularidades descritas, anteriormente.


Este tipo de utilización y aprovechamiento del terreno, origino obviamente, trabajo, al cual se sumaron muchos jóvenes en edad de trabajar, que acudieron a la llamada, azada en mano, para sembrar todo lo que las grandes máquinas había preparado. Labor ardua, dura y complicada, que sin embargo ayudo a solventar que las tristes economías de la zona, obtuvieran algo de beneficios, en unas comarcas azotada, por el desempleo y paro.


Años mas tarde de la siembra, ya con los eucaliptos, bien crecidos, comenzaba la labor de talarlos por su base, con modernas motosierras. Esta labor también requería mucha mano de obra y muchos jóvenes pudieron acceder a un trabajo duro, pero que se realizaba en la tierra de nacimiento y en la que no tenías que desplazarte. Estos trabajos frenaron aunque en pequeña medida, el éxodo masivo de personas hacia otros lugares de España y Extranjero. Tras derribar los eucaliptos, cuadrillas de jornaleros, desplazaban los troncos, ladera abajo para colocarlos todos juntos, donde tractores equipados con pinzas, los colocaban en camiones, para su desplazamiento, hasta la fábrica de celulosa, en el pueblo de San Juan del Puerto.


Tráfico de camiones por Tharsis.


...En la década de los años setenta, jugábamos a fútbol en la era, y todo transcurría con normalidad hasta que comenzaba el tráfico de camiones de “palos” como generalmente se conocía. Abandonábamos el partido y nos íbamos hasta la cercanía de la carretera, para ver in situ, estos grandes camiones, con su pesada carga, dirigirse hasta el lugar donde depositar el pesado embalaje.

Disfrutábamos viendo el paso de los camiones, hasta tal punto que muchos de nosotros, soñábamos de mayor, con conducir estos grandes vehículos. Recuerdo en clase de cuarto, cuando el profesor, Don Mario Rabadán, preguntaba a los compañeros por su profesión en el futuro, entre las muchas respuestas obtenidas y en profesiones tan dispares y cualificadas como médico, abogado, profesor y demás, sobresalía con rotundidad....


...-¿ Y tu Juanito ?


...-Yo...conductor de camiones de “palos”


Ante las risas y carcajadas de los compañeros.


Marcos Tenorio Márquez.

domingo, 20 de octubre de 2024

Recuerdos de Tharsis...Arde el cabezo del Madroñal


 

Recuerdos de Tharsis....Arde el cabezo del Madroñal.



...Aunque me encontraba realizando el servicio militar en Las Palmas, mis padres a través de una carta, me notificaban del pavoroso, espantoso y terrible incendio que asoló el bello enclave conocido como cabezo “Madroñal”. En su vorágine, torbellino y ciclón de fuego, las grandes llamaradas, arrasaron sin piedad, aniquilando y reduciendo a cenizas, multitud de hectáreas de pinos carrascos, piñoneros, madroños, jaguarzos, jaras, tojos, aulagas, y también una importante fauna de reptiles, aves y mamíferos. Incluso los seres humanos que habitan alrededor de su cumbre, corrieron peligro, por la proximidad de las llamas.


El cinturón de huertos centenarios, con paredes de poca altura, fueron arrasados y algunos arboles frutales, reducidos a cenizas.



El año de 1984, fue un año difícil para la compañía Española de Minas de Tharsis. Los mineros, se vieron obligados a plantear una huelga, pues la compañía quería reducir el número de trabajadores por la crisis y la bajada del precio en la pirita. No quiero vincular el incendio producido, con medidas de presión para que la compañía reconsiderara su postura y diera marcha atrás, y debo pensar que el incendio se produjo de manera fortuíta. De lo contrario, si el incendio fue concebido por algún grupo de pirómanos, para demostrar a la compañía del poder de persuasión y convencimiento de todo un pueblo, para que recapitularan y cambiaran de postura, debo decir bajo mi modesto punto de vista, que se equivocaron, al prender fuego a un bello enclave que nunca jamás volvería a ser como antes.


En las labores de extinción del incendio, aparte de personal de la compañía y personas voluntarias del pueblo, formaron parte una dotación de bomberos, guardia civil y personal cualificado.



También varios hidroaviones y helicópteros sobrevolaron la zona arrojando agua. La compañía, con maquinaría y camiones cisternas, contribuyó a erradicar el importante incendio que se trasladaba por las cumbres cercanas, llegando incluso a la cercanía de chalets situados en la zona de Huerta Grande. Por fin el incendio fue erradicado, pero el panorama era desolador. Los que conocíamos bien, este importante enclave de nuestra pedanía, quedamos desolados, abatidos y afligidos, al recordar nuestros años de infancia y adolescencia en la búsqueda de nidos y exploración de sus terrenos. Mientras, en el pueblo, la huelga recrudecía, aumentaba y las acciones en contra de la compañía intensificaban, con cortes de carreteras y caceroladas a las puertas de la oficina general. Todo este panorama desolador se tradujo en actos vandalicos y jóvenes rebeldes, saquearon, asaltaron y desvalijaron el club de Pueblo Nuevo, y algunos chalets de jefes de la mina. Estas medidas persuasivas, cesaron, cuando la compañía entabló conversaciones con el comité de empresa, para llegar a un principio de acuerdo. Gracias a la mediación de los grupos Socialistas, que gobernaban en España y Andalucía, se acordaba y firmaba, que los mineros que tuvieran un número de años trabajando en la mina y contramina, quedaran jubilados con casi el 90% de su salario. Esta masiva jubilación de mineros, obtuvo frutos deseados en los albores del verano de 1986, cuando la compañía realizó casting, para contratar personal joven. Aunque debo decir que este casting resultó toda una pantomima, imitación y parodia y los que resultaron elegidos ya estaban contratados por el señor...Don Enchufe.



A punto de licenciarme, recibo una

carta, de mis queridos padres, entre

los saludos de rigor, unas lineas más

abajo, reza estas palabras.


...-Hijo, el cabezo

de Madroñal...arde.



Afligido y consternado, seguí leyendo

con avidez, aunque, solo conseguí

derramar unas lágrimas, pues mis

padres me quedaron con la

incógnita del huerto de mi

abuelo, separado por una pequeña

pared de roca.



Ya licenciado, recorrí el cabezo, que se

encontraba desolado, yermo y devastado.

Ya no escuchaba, el arrullo de las tórtolas

ni el melancólico canto del mirlo,

no veía las ambarinas flores de tojos y

aulagas, con sus destellos dorados

ni la veloz carrera de los conejos en

busca de madrigueras.


Observé entonces, pinos, desprovistos de sus

bonitos trajes verdes, perfilando el azulado

cielo como flechas ennegrecidas.

Observé, tímidos brotes de brezo,

brotar desde la tierra yerma, que

comenzaba a cicatrizar, tras las primeras

aguas recibidas.





Cerré los ojos e imaginé aquel lugar, donde

busqué con mi inocencia de niño, el nido

del cuco, donde encontré mis primeros

nidos de pardillo, junto a mi amigo

Juanillo. Aquel lugar, donde me

enamore por primera vez y

donde le dí la calada a un

cigarrillo.



Recuerdos de Tharsis....Arde el cabezo del Madroñal



Marcos Tenorio Márquez.

martes, 15 de octubre de 2024

El cascay real.


 

El “cascay” real.



...Manuel, ha recibido de su tío Juan “Correntón” un extraordinario regalo de cumpleaños. Un ejemplar de jilguero, de buen porte y extremada belleza, que completa con un reclamo excepcional y asombroso, que podría escucharse, cuando el ave bastante mimada por Manuel, sale a recibir los primeros rayos de sol del día.



Llegado el tiempo de otoño y con las primeras aguas otoñales, comienza por fin, la temporada de paso de fringilidos, que tanto arraigo posee en nuestra tierra. Para la primera salida del año, acordamos un lugar lejano, un lugar que gozaba de gran tradición por parte de todos los aficionados, un lugar de obligado paso para multitud de especies de aves, que invaden el sur de España, huyendo de los rigores del frío y crudo invierno del norte.


Como primer día de caza, faltan algunos reclamos, que han perecido durante el año o aún no han cambiado de pluma totalmente. Eso es lo que sucedía a mi jilguero, que tras el verano no había cambiado la pluma y se disponía hacerlo precisamente al comienzo de temporada, falta de experiencia en nuestras jóvenes identidades. Reunidos ya algunos reclamos, sólo faltaba el más importante, el pájaro que cuenta con más adeptos en Tharsis, por su colorido y bello reclamo, el jilguero.

Tras meditarlo y pensarlo un buen momento, alguien nos recordó.


...-¿Sabéis quién tiene un buen jilguero?.


...-¡No!


Exclamamos todos.


...-¡Manuel!.


...-¡Es verdad!


Exclamé.


...-Cada vez que visito la casa de mis abuelos, puedo escuchar su extraordinario canto.


Opiné.


...Tu crees que puede acompañarnos en esta gran aventura!


Exclama, mi buen amigo, Juan.


...-De verdad, que no tengo idea, ya sabes que es muy raro, depende de su estado emocional.


Volví a dar mi opinión.


...-Muy bien, por preguntar no pasa nada.


Replica Juan, encargado como casi todos los años de reunir los reclamos. Pasadas unas horas, después de buscar los canutos, varetas y preparar el arbolete, una buena noticia recibe mis oídos.


...-¡Tenemos jilguero, tenemos jilguero!.


Exclama Juan, dando voces.


...-Bien, cerré el puño y pensé...por fin hemos reunido los cuatro reclamos...(jilguero, verdón, chamariz y jamás).


Reunidos por la noche en mi casa, acordé la hora de salida, las cinco de la mañana.


...-¡Las cinco de la mañana, no es muy temprano!


Exclaman, algunos.


...-No es temprano, fijaros que debemos ir andando hasta el poblado del dique “Lagunazo”, son casi cinco kilómetros.


...-Bueno, está bien, la verdad que es mejor salir con tiempo suficiente, de esta forma posteriormente tendremos todo preparado para los primeros momentos del día.



Con puntualidad inglesa, abandonamos el pueblo, rumbo al poblado del “Lagunazo”. La fría mañana se deja sentir, en las dedos que sujetan las jaulas, y cada momento tenemos que ir cambiando las jaulas de lugar. A la altura del huerto de Pepillo “Canta la misa” cogemos el arbolete que permanece escondido entre jaguarzos y jaras, para reemprender el viaje. Nuestro espíritu joven y sin achaques físicos de ningún tipo, hace que el camino se nos haga corto y pronto visualizamos con las linternas que portamos, el impresionante puente romano, que nos da la bienvenida al poblado conocido como “El Alosnillo” aunque en Tharsis es conocido como “Lagunazo”. Ladridos de perros mastines, nos informan que estamos bajo sus dominios y que respetemos al rebaño de ovejas que de forma paciente guardan.


Al llegar demasiado pronto, tenemos que aguardar la llegada del alba, bajo el calor de un generoso fuego de jaras viejas que encendemos para desentumecer las extremidades inferiores y superiores. Con las primeras claras del día, comenzamos con la misión de sujetar el arbolete con gruesas rocas. Una vez sujeto, mi primo Marcos, comienza a amasar la liga o “liria” de color pardo oscuro, mientras Juan, distribuye las distintas jaulas con reclamos. Yo y Manuel, colocamos los canutos en zonas estratégicas del arbolete. Una vez colocados los canutos, que sostendrán las varetas embadurnadas de “liria” comenzamos a distribuir estas por el arbolete.


Pasadas casi una hora, por fin aguardamos escondidos, bajo los derruídos muros de piedra del poblado. Los primeros pájaros, en llegar hasta las inmediaciones del arbolete, son los tan abundantes pardillos (jamases) capturando algunos de ellos. Transcurridas casi dos horas, las capturas comienzan a ser constantes. El jilguero de Manuel, comienza a sobresalir sobre los demás reclamos, con gorjeos vigorosos y fuertes, atrayendo hasta el arbolete multitud de congéneres que sobrevuelan por los alrededores.


A las once de la mañana, decidimos comer algo, que mitigue el hambre adquirida, por las continuas carreras hasta el arbolete. Cuando en las inmediaciones escuché, las escalofriantes notas, emitidas por un “cascay real” (Alcaudón real).


...-¡Atentos,,,ehhh, acabo de escuchar un “cascay real”!.


...-Si, mirad, está posado sobre aquel árbol.


Respondió, Juan.


...-Si, hay que tener cuidado, y no apartar la vista de los pájaros enjaulados.


Respondieron todos.



No ha transcurrido ni media hora, cuando afanados en arrimar a las ascuas, chorizos, tocino y algo de carne. Nuestro “cascay real” ataca de manera demoledora, fulminante, la jaula que contiene el jilguero de nuestro amigo Manuel. Fue una aparición fantasmal, un visto y no visto. Mi primo reaccionó y gritó con fuerza.


...-¡El cascay,,,el cascayyyyyyyyy!.


Abandonamos las carnes, chorizos, tocinos y fuimos velozmente a socorrer al jilguero, que permanecía sobre el fondo de la jaula, con la cabeza decapitada. Triste espectáculo, para uno de los mejores jilgueros que he escuchado y más tristeza para su dueño que caía abarrotado, abrumado, por el lamentable suceso vivido.


Abandonamos el campo, tristes, alicaídos, ninguno de los jilgueros que habíamos cogido le hace ilusión a nuestro amigo Manuel y solo una idea ronda por su cabeza.


...- Mi querido y buen jilguero, nunca más, podré tener un ejemplar como tu.


Desde ese momento, Manuel, jamás encerró ningún otro jilguero, que alegrase las mañanas soleadas desde su casa.


El “cascay”real....un relato de...Marcos Tenorio Márquez.


Dedicado a la querida memoria de Marcos Tenorio Macias y Juan Rodríguez Domínguez...(D.E.P)

domingo, 13 de octubre de 2024

El poeta y la poetisa.


 

El poeta y la poetisa.


Luce el poeta, pañuelo palestino

en solidaridad con el pueblo árabe.

Luce el poeta en su solapa, la insignia

del “che”Guevara, por la defensa de

las clases sociales, humildes y proletarias.

Luce el poeta barba enmarañada, descuidada

no busca la perfección en su físico, sí en

sus palabras.


Luce la poetisa, un aire desgarbado, desairado

deslucido, sin complejos, pues para componer

bellas poesías no hace falta mirarse al espejo.

Luce la poetisa, en su atuendo, ropa sencilla

simple y discreta, desprovista de joyas, alhajas

y sortijas, que hacen referencia a la abundancia

lujo y riqueza.

Luce la poetisa, gafas, que le otorgan un aire

intelectual, culto, instruido, para expresar sus

palabras con estilo, clase y elegancia.


A ti poeta, que compones, tus poemas, sin

importar el momento, mostrando en tus letras

sensibilidad, lirismo y encanto.

Expresas con tus palabras, sentimiento, afectos

y ternura, y con tus manos desnudas, manifiestas

con gestos, el mensaje que quieres transmitir,

acentuado por tu rostro, apasionado,

 desenfrenado, describiendo toda la emoción

 que contiene tus versos, poemas y estrofas.


A ti poetisa, que evocas, rememoras y

 despiertas pasiones, cuando recitas con

 maestría, poemas,de amor, odio, desencanto.

Posees magia, al incluir las palabras en el 

sitio exacto, preciso. Palabras que generan un 

torbellino de sensaciones, al recitarlas

desde el estrado, con el público puesto en pie, 

rendido, sumiso, subyugado, ante el arte

 empleado.


Gracias, escritor aficionado, por tus palabras

de alabanza, impregnadas de dulzura, pero

déjame que te deje escrito, antes de partir

hacia las lejanas tierras, estos versos,

 dedicados a mi santa.


No temas, Santa mía, son los latidos de mi 

corazón, que aceleran, ante tu presencia

latidos profundos, sinceros, porque pasaré

tiempo, sin la compañía que me ofreces y

brindas, en momentos delicados y en otros

en los cuales, la felicidad inunda, mi alma,

gracias a la profunda devoción, que te 

ofrezco, desde que mi padre, fue rescatado,

 en el derrumbe de la galería,  bastantes

 décadas, por su compañero, Simón.


Pronto marcharé, hacia tierras, extranjeras

pero juro, que te llevaré presente siempre,

cuando recite los versos que he compuesto

junto a mi señora, también poeta, y desde esas

tierras tan lejanas, una brisa de aire fresco

recorrerá un largo trecho, y sentirás mis

palabras, inundar tu bello rostro, con leves

susurros y murmullos.



Marcos Tenorio Márquez.