sábado, 3 de septiembre de 2022

Recuerdos de Tharsis....La caza de "aceisteros" libélulas

 

 

Recuerdos de Tharsis....La caza de “aceisteros” (libélulas)



...El alcantarillado de Tharsis, en la zona de cuarteles, no comenzó sus obras, hasta los últimos años de la década de los setenta. El sistema de alcantarillado hasta esas fechas, consistía en regolas, que bajaban, por las calles, situándose en la parte alta, un grifo de agua, que permitía el arrastre de todo tipos de excrementos, hasta una fosa séptica, la cual a veces, quedaba rebosada, esparciendo las aguas residuales, por el perímetro de la fosa. En estos terrenos, anegados, crecía de manera abundante una vegetación, entre las cuales destacaban las malvas, que alcanzaban varios metros de altura, y otros tipos de hierbas, que atraían a multitud de insectos, mamíferos y aves.


Estos grifos, también dotaban de agua a los cuarteles, al no existir aún, una red de tuberías, que surtiera de agua las casas. Con estas condiciones poco higiénicas, proliferaban por las regolas, todo tipo de insectos, aparte, los olores nauseabundos, invadían a veces los hogares, a los cuales se les hacía frente, con aerosoles de fragancias de rosas u otras flores.

Recuerdo, las picaduras de las temidas avispas, que acudían a las cercanías de los grifos, donde el agua estancada, las atraía, para cazar en ellas. A estas dolorosas picaduras, tratábamos de mitigar, el dolor, refregando sobre la zona, el barro que se formaba, justo en la zona donde nos había picado.


De todos los insectos que pululaban por las regolas, quizás el más popular fuera el “aceistero” que es como se conoce por estas tierras a la libélula, que posee varias especies, siendo las más común, la libélula roja, que es a la que se le daba caza con mayor celeridad. Por el contrario, otra especie de libélula, de mayor envergadura, es conocida por estas tierras como “media luna” aunque su nombre es libélula emperador. Esta libélula, de buen tamaño, suele tener el abdomen de color azulado, celeste y negro, y no duda en dar caza, a insectos como avispas, abejas y otros insectos de buen volumen. Raras de observar, a veces solían aparecer, en lugares diferentes, a los de la libélula roja, tales como huertos y otras zonas, arboladas. Por último, otra especie parecida a la libélula, tiene el abdomen más fino y es conocida como..caballito del diablo, que suelen vivir a lo largo de barrancos, donde las aguas son limpias y oxigenadas.

Las libélulas, son insectos paleópteros, es decir, no pueden plegar las alas sobre su abdomen. De varios colores y especies, es un insecto depredador, que se alimenta de mosquitos, moscas, polillas, librándonos así de estos molestos insectos, aunque en aquellos tiempos debido a la poca cultura y al poco conocimiento que teníamos sobre ellas, dábamos caza.


Había dos formas de cazar a la libélula, que describo a continuación.

La primera forma, consistía en colocar sobre el barro, que se acumulaba en torno a la regola, una pequeña estaca de madera, de unos veinticinco centímetros. Estas estacas, atraía a las libélulas, que proliferaban con sus majestuosos vuelos a través de las regolas, para descansar. Una vez se se asentaban sobre las estacas, las sorprendíamos por el abdomen, con los dedos pulgar e indice.


La segunda forma de cazarla, era más sofisticada, y consistía en un artilugio de fabricación casera. Para la construcción de esta arma, necesitábamos una tabla de madera de unos treinta centímetros, la cual llevaba adherida mediante clavos, dos alfileres de maderas de tender ropa y dos puntillas clavadas en un extremo. Ya con esto, solo tenias que buscar en la caja de costura de tu madre, abuela o hermana, unos elásticos, los cuales anudabas, con una longitud de doce centímetros. Al presionar sobre el alfileres, estos liberaban los elásticos, haciendo blanco sobre las libélulas, que caían aturdida al suelo.


Por último, las libélulas cazadas, eran sacrificadas con métodos salvajes, brutales y crueles, que no quiero mencionar para no herir la sensibilidad de las personas. Todas estas prácticas, como ya comenté en otros relatos, fueron transmitidas por generaciones. Hoy día, hemos evolucionado y la educación y respeto por la flora y fauna, debe ser nuestro vehículo, para disfrutar de un planeta mejor. Estos tipos de torturas y cazas, quedará para siempre en el olvido, aunque es bueno recordarlo, para conocer nuestra historia y que la conozcan nuestros jóvenes.


Recuerdos de Tharsis....La caza de aceisteros (libélulas)


Marcos Tenorio Márquez.

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