Recuerdos de Tharsis....Derribo de “cuarteles”
...Debido al éxodo masivo de vecinos, que se produjo a finales de la década de los años sesenta y principios de los setenta, hacia otros lugares de España o países extranjeros, los cuarteles quedaron vacíos, desocupados, deshabitados.
Este hecho, que se produjo en casi todas las zonas rurales y pueblos del país, hacia las grandes ciudades, originó la excusa perfecta que necesitaba la compañía minera, para declarar la zona peligrosa, obligada por la inminente ampliación de Filón Norte.
Con el paso de los años, las calles que conformaban el barrio, alrededor del casino viejo, escuela grande y demás zonas, comenzaron a quedar vacías, y tan solo unos pocos vecinos, resistían a abandonar unas casas, donde habían forjado, fraguado y concebido un proyecto de vida. Muchas personas, que contemplaron los amaneceres desde el “Corralón” entre vuelos de grajillas, cernícalos y vencejos, personas que escucharon el claxon de los camiones y el sonido de las perforadoras, ante la atenta mirada del descomunal malacate, y que vieron partir el tren cargado de mineral desde las esclusas, presagiaban y auguraban, como su querido barrio sería engullido por la mina. Ese precioso barrio, al cual no conocí, y al que imagino cuando observo películas como “Que verde era mi valle” de John Ford, así percibo, como debía ser aquella zona, repleta de personas, que volvían del malacate y se dirigían hacia filón norte, que tendían la colada de la blanca ropa de cama, entre la verde hierba, y niños que jugaban en las esquinas, tras volver de la escuela grande.
La negación de la compañía minera, de construir nuevas viviendas en el pueblo, pero sí en el vecino pueblo de Alosno, obligaron a muchos vecinos a trasladarse, ya que el nuevo barrio construido, poseía casas modernas, amplias y confortables, comparados con los míseros cuarteles del pueblo. Muy a pesar, y entre lágrimas, por sus fuertes raíces, arraigadas a la tierra que les vio nacer, no tuvieron más opción que marchar, al ser la mayoría de ellos matrimonios jóvenes, con familia que en algunos casos constaban de mas de seis miembros. En el caso contrario, muchos vecinos, del barrio, se trasladaron hasta otras zonas del pueblo, que habían quedado deshabitadas, estas personas poseían un amor incondicional por su pueblo, en cuyo interior había germinado la semilla que los unía, a la tierra de nacimiento, como las raíces de los grandes eucaliptos y pinos.
Al quedar deshabitados los cuarteles, estos eran ocupados de manera ilegal, por jóvenes de la época, con inquietudes culturales, la mayoría de carácter progresista, con simbología que en algunos casos hacia referencia a la democracia, aún prohibida por el régimen dictatorial, del caudillo. En los guateques que se organizaban, la música estaba muy presente, no sólo española, también de habla inglesa y grupos y solistas como The Beatles, Bob Dylan, Joan Baez, Procol Harum, Deep Purple, Jimi Hendrix...etc, eran muy escuchados por estos jóvenes la mayoría melenudos, debido a la moda impuesta aquellos años.
Entre todas la reuniones que surgieron, en esos años, quizás la más emblemática, representativa y simbólica fuera...”Asambleístas Democráticos” brillante nombre, surgido de la mente prodigiosa de algún joven, de inquietudes rebeldes, contra una dictadura, rancia, pasada y antigua, que frenaba el progreso, para convertir al país en una democracia, la cual imperaba en toda Europa.
Otras reuniones, con menos ideología, político cultural, surgían sobre todo para pasr el tiempo de manera entretenida, constituir un equipo de fútbol, y sobre todo organizar guateques en donde no faltaba la música del momento, donde grupos como Formula V, Los Diablos, Los Brincos, Los Bravos y solistas...Camilo Sesto, Nino Bravo, hacían las delicias, con sus ritmos, melosos y pegadizos. Entre los nombres que recuerdo destaco a.. “Nuevas Amistades”, que poseían un gran equipo de fútbol, también Ritmo Jóven y Plaza Vieja.
En épocas navideñas, los cuarteles, se decoraban, con increíbles graffitys, donde relucía el arte de los jóvenes, al plasmar sus inquietudes culturales sobre la blanca pared, y en una de estas paredes, fue donde encontré un día, un fantástico busto realizado de Ernesto “Che” Guevara, el cual no llevaba la firma de su creador/a, años mas tarde me enteraba de que había sido realizado por Dolores López, de manera soberbia, sublime, admirable.
Bonitas navidades en estos cuarteles, pues la gran mayoría de personas se reunían en un corto espacio, estrechando así toda la concentración a un mismo lugar.
A mediados de los años setenta, la compañía minera, comenzaba el derribo de cuarteles y edificios, mas cercano a la mina, y de esta manera, edificaciones emblemáticas y simbólicas, como la escuela grande y casino viejo, eran derribadas y sepultadas, con toda su historia, atrás quedaban miles de anécdotas, recuerdos y añoranzas.
Hoy día, tan solo, nos queda en el recuerdo, la acacia, plantada quizás a finales de los años cincuenta, frente a un cuartel de la calle San Ernesto, por un familiar de la familia “Fariña” cerramos los ojos e imaginamos, como era el barrio, pues esas imágenes quedaron en nuestras retinas para siempr
Observo, con melancolía y pena, junto
a mi hijo, como la pala cargadora derriba
la que fue mi casa, en la calle
San Ernesto.
La máquina, derriba en segundos
lo que tanto esfuerzo y sacrificios
costó a nuestros antepasados, que
levantaron todo un pueblo con
ilusión, anhelos y esperanzas de
forjar un futuro alrededor de las minas,
para formar familias, que fomentaran
costumbres, tradiciones, que sin
duda, quedarían impregnadas en
las milenarias rocas, como las estrellas
en el firmamento, al caer la noche.
Lágrimas, descienden sobre mis mejillas
recuerdos, brotan de mi cerebro, como
la verde hierba, cuando la lluvia
penetra en la reseca tierra y hace
crecer ese germen, dormido, un
largo periodo de tiempo.
Aquí nací un veintidós de enero
en plena estación de invierno
en un duro parto, según confesó
años después mi querida madre
la cual quedó viuda, poco tiempo
después de que mi añorado
padre tuviera un percance en
la mina. Esa mina que tantas
vidas ha quitado, pero de la
cual me siento orgulloso
porque he sido forjado
con el temple del martinete,
esculpido en dura roca de manganeso
y mi robusto corazón, ruge como
si fuera un motor diésel.
Desde aquí asistía todas las
mañanas a clase, en la escuela
grande, desde aquí, veía la imponente
silueta del malacate, revestida de
negro, como las grajillas, como los
vencejos, que surcaban el azulado
cielo.
Desde mi privilegiado enclave y con
pocos años de vida, observaba todos
los años, cada cuatro de diciembre
nuestra patrona en procesión
dirigirse hasta la misma boca
de la mina y un escalofrío
erizaba mis vellos,cuando las
personas gritaban..-¡Viva Santa Bárbara!
Desde esos momentos comenzó a
germinar, brotar y desarrollar en mi ser
la semilla de la devoción, fervor y fe
esa misma semilla que ha quedado
esparcida en mi familia y de la cual
nos sentimos orgullosos y satisfechos.
Recuerdos de Tharsis....Derribo de "cuarteles"
Marcos Tenorio Márquez.
Lo único que queda de aquel barrio que cuentan que era precioso es el árbol que sembró mi abuela María Martín Infantes (María Fariñas)
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