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sábado, 21 de septiembre de 2019

Recuerdos de Tharsis.....Aquellos sandalios

Recuerdos de Tharsis......Aquellos Sandalios.


......Con  la  llegada  de  la  primavera,el  ascenso de  las  temperaturas,suavizan  el  ambiente  que  ha enfriado  el
invierno. Aunque  ya  los  inviernos no   parezcan  a los  de  antaño,por  el calentamiento  global,añoramos  aquellos
inviernos,cuando  acudíamos  al  colegio,con  bastante  ropa  de abrigo  y  en  días  lluviosos  calzados  con botas  de
agua,impermeable y paraguas.


  Tras las vacaciones  de navidad,se abría  un paréntesis,hasta las 
próximas vacaciones,que serían las de Semana Santa,en dónde el domingo de resurrección,se celebra en Tharsis,el popular "Sandalio".
Una fiesta eminentemente familiar,en dónde celebramos la resurrección  de nuestro señor Jesucristo,una fiesta sencilla  dónde
prima el buen ambiente. Varias ubicaciones ha conocido el "Sandalio" pero la que yo recuerdo de pequeño es la del
Barrito”. Un enclave precioso,rodeado  de un  mar de  flores,donde una  explosión de  color,cubre por  completo el 
terreno,hasta las centenarias encinas,revestidas sobre su base de un manto de hierba fresca,para sentarte sobre ella,cómo si de un
mullido colchón vegetal de  agradable aroma,abrazara tu  cuerpo,y te sumergiera  en una sensación  de cautivo bienestar.




Cada familia posee un enclave,que trata de ocupar cada año,para ello se traslada hasta el lugar la tarde antes,para instalar una
silla, mesa o cartel,que nos avise de que esa encina  está ocupada,así de este modo no surge ningún tipo de  polémica..Un
grupo   de   amigos   llamados  "Amigos   del   Sandalio",preparan   una  carpa,dónde   se   puede   degustar  de  
modo gratuito,vino,aceitunas,taquitos  de jamón  o queso....La  mañana de  domingo,las encinas  que han  permanecido un  año
solitarias,comienzan a estar acompañadas por   cientos de personas que llegan  hasta el lugar sobre vehículos  de cuatro
ruedas...(Hago aquí un pequeño inciso,para recordar,aquellos años en dónde la inmensa mayoría de personas que no poseían
vehículos,llegaban hasta el lugar,portando canastos,cestas o bolsas,en una bonita estampa,de alegre colorido,flanqueados
por alguna bestia con sus serones cargados,dónde no podía faltar la cafetera para hacer café).




Una vez abandonas el asfalto ,tomas un carril  de tierra,donde una  cafetera de varios  metros te da la bienvenida,luciendo sobre  su
base la frase "Amigos del  Sandalio",cientos de vehículos  ocupan las encinas,y  las barbacoas ocupan  un lugar relevante,cuando
desde su base  calientan el carbón,dónde se  asarán,costillas,chorizos,solomillos y pancetas. Un agradable
aroma de mil sabores se extiende por las encinas,entre juegos de niños,y jovencitos que buscan su primeras relaciones. Mesas,sillas
y tumbonas,ocupan las grandes  encinas,y la comida se  convierte en la reina  de la fiesta,en dónde  no puede faltar las
tortillas de bacalao,tortilla de patatas,realizadas por manos expertas,el día antes de la fiesta.......Entre pinchos  de
tortilla y solomillos,un buen  trago de vino,para ir  entonando la garganta para  los primeros fandangos,que suenan  con
alegría,cuando se  vive la  fiesta rodeado  de buenos  amigos.Poco después,comienzan  los juegos  populares,con la
popular piñata,la cuerda,carrera de sacos,que  hacen las delicias de  jóvenes  y mayores. Un rato de relax,para  tomar un
buen café,con la popular cafetera,icono de la fiesta,el intenso aroma se vuelve en fragancia sutil,impregnando la  suave
brisa que nos llega del sur,avisándonos con tímidos rayos de sol,que la tarde acaba de comenzar. Con la taza de café  aún
hirviendo,nos servimos un trozo de bollo con el huevo duro.....tiempo de tranquilidad,para charlar con la familia de los
sinsabores de la vida,la melancolía ronda tus pensamientos,cuando observas que a tu alrededor,faltan personas  queridas,
personas que hacen pocas fechas disfrutaban contigo,ofreciéndote su compañía. La banda del Cerro del Andévalo,se suma  a
la fiesta,amenizando con  pasodobles,para alegría de  todos......la tarde de  infinitas sombras cubre  ya las encinas,los
primeros coches comienzan a desfilar,poco  a poco,las encinas comienzan a  quedar vacías,el bullicio se torna  silencio y
las encinas vuelve a recobrar su ambiente,de gran belleza paisajística.


Prepara María la cesta
que nos vamos “pal”
Sandalio,no te olvides
las tortillas de bacalao
la cafetera y el bollo con
el huevo duro incrustado.


Coge chiquillo la bota
que la llenaremos de buen
vino blanco yo mientras
tanto, pongo los aparejos
a la burra del suegro.


Un largo camino nos
espera, hasta las encinas del
barrito,aunque vamos distraído
disfrutando del paisaje.
Una suave brisa,nos acompaña
esparciendo fragancias de flores
de jaras,tomillo y poleo.
En el azulado cielo escuchamos
trinos y gorjeos de cogujadas,
calandrias y alondras.


Dejamos el asfalto y divisamos
las primeras encinas,sobre
la resplandeciente hierba,brillan
ules multicolores y maromas
sujetadas por grandes ramas
donde se columpian, muchachas
guapas.


Que bonito esta el campo
con todas las encinas ocupadas
en cada reunión de familiares
y amigos se entonan fandangos
al son de guitarras y panderetas.
Pasadas las dos de la tarde
una explosión de sabores y aromas
inunda las encinas,es la hora del
almuerzo.
Dispuestos sobre los coloridos hules
tortillas de bacalao,picadillos,morcón
chorizo y taquítos de jamón
nos cautivan para que degustemos
en esta ceremonia anual,regada
con buen vino de la tierra.


La tarde declina,y aparecen las
primeras candelas, con el humo
de viejas maderas,se calentará el
agua, que servirá para disolver
el café, con el que brindaremos
un año más,mientras recordamos
a nuestros seres queridos
que nos acompañaron a lo largo
de años pasados.


La popular banda del Cerro
nos ameniza la merienda, con
populares pasodobles que nos
deleita,cuando la tarde declina
y el sol languidece por poniente.


Con el crepúsculo y sus infinitas
sombras, damos por terminada
la fiesta y las encinas nos despiden
hasta el próximo año.








Recuerdos de Tharsis......Aquellos Sandalios.
Marcos Tenorio Márquez

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