domingo, 20 de octubre de 2024

Recuerdos de Tharsis...Arde el cabezo del Madroñal


 

Recuerdos de Tharsis....Arde el cabezo del Madroñal.



...Aunque me encontraba realizando el servicio militar en Las Palmas, mis padres a través de una carta, me notificaban del pavoroso, espantoso y terrible incendio que asoló el bello enclave conocido como cabezo “Madroñal”. En su vorágine, torbellino y ciclón de fuego, las grandes llamaradas, arrasaron sin piedad, aniquilando y reduciendo a cenizas, multitud de hectáreas de pinos carrascos, piñoneros, madroños, jaguarzos, jaras, tojos, aulagas, y también una importante fauna de reptiles, aves y mamíferos. Incluso los seres humanos que habitan alrededor de su cumbre, corrieron peligro, por la proximidad de las llamas.


El cinturón de huertos centenarios, con paredes de poca altura, fueron arrasados y algunos arboles frutales, reducidos a cenizas.



El año de 1984, fue un año difícil para la compañía Española de Minas de Tharsis. Los mineros, se vieron obligados a plantear una huelga, pues la compañía quería reducir el número de trabajadores por la crisis y la bajada del precio en la pirita. No quiero vincular el incendio producido, con medidas de presión para que la compañía reconsiderara su postura y diera marcha atrás, y debo pensar que el incendio se produjo de manera fortuíta. De lo contrario, si el incendio fue concebido por algún grupo de pirómanos, para demostrar a la compañía del poder de persuasión y convencimiento de todo un pueblo, para que recapitularan y cambiaran de postura, debo decir bajo mi modesto punto de vista, que se equivocaron, al prender fuego a un bello enclave que nunca jamás volvería a ser como antes.


En las labores de extinción del incendio, aparte de personal de la compañía y personas voluntarias del pueblo, formaron parte una dotación de bomberos, guardia civil y personal cualificado.



También varios hidroaviones y helicópteros sobrevolaron la zona arrojando agua. La compañía, con maquinaría y camiones cisternas, contribuyó a erradicar el importante incendio que se trasladaba por las cumbres cercanas, llegando incluso a la cercanía de chalets situados en la zona de Huerta Grande. Por fin el incendio fue erradicado, pero el panorama era desolador. Los que conocíamos bien, este importante enclave de nuestra pedanía, quedamos desolados, abatidos y afligidos, al recordar nuestros años de infancia y adolescencia en la búsqueda de nidos y exploración de sus terrenos. Mientras, en el pueblo, la huelga recrudecía, aumentaba y las acciones en contra de la compañía intensificaban, con cortes de carreteras y caceroladas a las puertas de la oficina general. Todo este panorama desolador se tradujo en actos vandalicos y jóvenes rebeldes, saquearon, asaltaron y desvalijaron el club de Pueblo Nuevo, y algunos chalets de jefes de la mina. Estas medidas persuasivas, cesaron, cuando la compañía entabló conversaciones con el comité de empresa, para llegar a un principio de acuerdo. Gracias a la mediación de los grupos Socialistas, que gobernaban en España y Andalucía, se acordaba y firmaba, que los mineros que tuvieran un número de años trabajando en la mina y contramina, quedaran jubilados con casi el 90% de su salario. Esta masiva jubilación de mineros, obtuvo frutos deseados en los albores del verano de 1986, cuando la compañía realizó casting, para contratar personal joven. Aunque debo decir que este casting resultó toda una pantomima, imitación y parodia y los que resultaron elegidos ya estaban contratados por el señor...Don Enchufe.



A punto de licenciarme, recibo una

carta, de mis queridos padres, entre

los saludos de rigor, unas lineas más

abajo, reza estas palabras.


...-Hijo, el cabezo

de Madroñal...arde.



Afligido y consternado, seguí leyendo

con avidez, aunque, solo conseguí

derramar unas lágrimas, pues mis

padres me quedaron con la

incógnita del huerto de mi

abuelo, separado por una pequeña

pared de roca.



Ya licenciado, recorrí el cabezo, que se

encontraba desolado, yermo y devastado.

Ya no escuchaba, el arrullo de las tórtolas

ni el melancólico canto del mirlo,

no veía las ambarinas flores de tojos y

aulagas, con sus destellos dorados

ni la veloz carrera de los conejos en

busca de madrigueras.


Observé entonces, pinos, desprovistos de sus

bonitos trajes verdes, perfilando el azulado

cielo como flechas ennegrecidas.

Observé, tímidos brotes de brezo,

brotar desde la tierra yerma, que

comenzaba a cicatrizar, tras las primeras

aguas recibidas.





Cerré los ojos e imaginé aquel lugar, donde

busqué con mi inocencia de niño, el nido

del cuco, donde encontré mis primeros

nidos de pardillo, junto a mi amigo

Juanillo. Aquel lugar, donde me

enamore por primera vez y

donde le dí la calada a un

cigarrillo.



Recuerdos de Tharsis....Arde el cabezo del Madroñal



Marcos Tenorio Márquez.

martes, 15 de octubre de 2024

El cascay real.


 

El “cascay” real.



...Manuel, ha recibido de su tío Juan “Correntón” un extraordinario regalo de cumpleaños. Un ejemplar de jilguero, de buen porte y extremada belleza, que completa con un reclamo excepcional y asombroso, que podría escucharse, cuando el ave bastante mimada por Manuel, sale a recibir los primeros rayos de sol del día.



Llegado el tiempo de otoño y con las primeras aguas otoñales, comienza por fin, la temporada de paso de fringilidos, que tanto arraigo posee en nuestra tierra. Para la primera salida del año, acordamos un lugar lejano, un lugar que gozaba de gran tradición por parte de todos los aficionados, un lugar de obligado paso para multitud de especies de aves, que invaden el sur de España, huyendo de los rigores del frío y crudo invierno del norte.


Como primer día de caza, faltan algunos reclamos, que han perecido durante el año o aún no han cambiado de pluma totalmente. Eso es lo que sucedía a mi jilguero, que tras el verano no había cambiado la pluma y se disponía hacerlo precisamente al comienzo de temporada, falta de experiencia en nuestras jóvenes identidades. Reunidos ya algunos reclamos, sólo faltaba el más importante, el pájaro que cuenta con más adeptos en Tharsis, por su colorido y bello reclamo, el jilguero.

Tras meditarlo y pensarlo un buen momento, alguien nos recordó.


...-¿Sabéis quién tiene un buen jilguero?.


...-¡No!


Exclamamos todos.


...-¡Manuel!.


...-¡Es verdad!


Exclamé.


...-Cada vez que visito la casa de mis abuelos, puedo escuchar su extraordinario canto.


Opiné.


...Tu crees que puede acompañarnos en esta gran aventura!


Exclama, mi buen amigo, Juan.


...-De verdad, que no tengo idea, ya sabes que es muy raro, depende de su estado emocional.


Volví a dar mi opinión.


...-Muy bien, por preguntar no pasa nada.


Replica Juan, encargado como casi todos los años de reunir los reclamos. Pasadas unas horas, después de buscar los canutos, varetas y preparar el arbolete, una buena noticia recibe mis oídos.


...-¡Tenemos jilguero, tenemos jilguero!.


Exclama Juan, dando voces.


...-Bien, cerré el puño y pensé...por fin hemos reunido los cuatro reclamos...(jilguero, verdón, chamariz y jamás).


Reunidos por la noche en mi casa, acordé la hora de salida, las cinco de la mañana.


...-¡Las cinco de la mañana, no es muy temprano!


Exclaman, algunos.


...-No es temprano, fijaros que debemos ir andando hasta el poblado del dique “Lagunazo”, son casi cinco kilómetros.


...-Bueno, está bien, la verdad que es mejor salir con tiempo suficiente, de esta forma posteriormente tendremos todo preparado para los primeros momentos del día.



Con puntualidad inglesa, abandonamos el pueblo, rumbo al poblado del “Lagunazo”. La fría mañana se deja sentir, en las dedos que sujetan las jaulas, y cada momento tenemos que ir cambiando las jaulas de lugar. A la altura del huerto de Pepillo “Canta la misa” cogemos el arbolete que permanece escondido entre jaguarzos y jaras, para reemprender el viaje. Nuestro espíritu joven y sin achaques físicos de ningún tipo, hace que el camino se nos haga corto y pronto visualizamos con las linternas que portamos, el impresionante puente romano, que nos da la bienvenida al poblado conocido como “El Alosnillo” aunque en Tharsis es conocido como “Lagunazo”. Ladridos de perros mastines, nos informan que estamos bajo sus dominios y que respetemos al rebaño de ovejas que de forma paciente guardan.


Al llegar demasiado pronto, tenemos que aguardar la llegada del alba, bajo el calor de un generoso fuego de jaras viejas que encendemos para desentumecer las extremidades inferiores y superiores. Con las primeras claras del día, comenzamos con la misión de sujetar el arbolete con gruesas rocas. Una vez sujeto, mi primo Marcos, comienza a amasar la liga o “liria” de color pardo oscuro, mientras Juan, distribuye las distintas jaulas con reclamos. Yo y Manuel, colocamos los canutos en zonas estratégicas del arbolete. Una vez colocados los canutos, que sostendrán las varetas embadurnadas de “liria” comenzamos a distribuir estas por el arbolete.


Pasadas casi una hora, por fin aguardamos escondidos, bajo los derruídos muros de piedra del poblado. Los primeros pájaros, en llegar hasta las inmediaciones del arbolete, son los tan abundantes pardillos (jamases) capturando algunos de ellos. Transcurridas casi dos horas, las capturas comienzan a ser constantes. El jilguero de Manuel, comienza a sobresalir sobre los demás reclamos, con gorjeos vigorosos y fuertes, atrayendo hasta el arbolete multitud de congéneres que sobrevuelan por los alrededores.


A las once de la mañana, decidimos comer algo, que mitigue el hambre adquirida, por las continuas carreras hasta el arbolete. Cuando en las inmediaciones escuché, las escalofriantes notas, emitidas por un “cascay real” (Alcaudón real).


...-¡Atentos,,,ehhh, acabo de escuchar un “cascay real”!.


...-Si, mirad, está posado sobre aquel árbol.


Respondió, Juan.


...-Si, hay que tener cuidado, y no apartar la vista de los pájaros enjaulados.


Respondieron todos.



No ha transcurrido ni media hora, cuando afanados en arrimar a las ascuas, chorizos, tocino y algo de carne. Nuestro “cascay real” ataca de manera demoledora, fulminante, la jaula que contiene el jilguero de nuestro amigo Manuel. Fue una aparición fantasmal, un visto y no visto. Mi primo reaccionó y gritó con fuerza.


...-¡El cascay,,,el cascayyyyyyyyy!.


Abandonamos las carnes, chorizos, tocinos y fuimos velozmente a socorrer al jilguero, que permanecía sobre el fondo de la jaula, con la cabeza decapitada. Triste espectáculo, para uno de los mejores jilgueros que he escuchado y más tristeza para su dueño que caía abarrotado, abrumado, por el lamentable suceso vivido.


Abandonamos el campo, tristes, alicaídos, ninguno de los jilgueros que habíamos cogido le hace ilusión a nuestro amigo Manuel y solo una idea ronda por su cabeza.


...- Mi querido y buen jilguero, nunca más, podré tener un ejemplar como tu.


Desde ese momento, Manuel, jamás encerró ningún otro jilguero, que alegrase las mañanas soleadas desde su casa.


El “cascay”real....un relato de...Marcos Tenorio Márquez.


Dedicado a la querida memoria de Marcos Tenorio Macias y Juan Rodríguez Domínguez...(D.E.P)

domingo, 13 de octubre de 2024

El poeta y la poetisa.


  


 

 

 

El poeta y la poetisa.


Luce el poeta, pañuelo palestino

en solidaridad con el pueblo árabe.

Luce el poeta en su solapa, la insignia

del “che”Guevara, por la defensa de

las clases sociales, humildes y proletarias.

Luce el poeta barba enmarañada, descuidada

no busca la perfección en su físico, sí en

sus palabras.


Luce la poetisa, un aire desgarbado, desairado

deslucido, sin complejos, pues para componer

bellas poesías no hace falta mirarse al espejo.

Luce la poetisa, en su atuendo, ropa sencilla

simple y discreta, desprovista de joyas, alhajas

y sortijas, que hacen referencia a la abundancia

lujo y riqueza.

Luce la poetisa, gafas, que le otorgan un aire

intelectual, culto, instruido, para expresar sus

palabras con estilo, clase y elegancia.


A ti poeta, que compones, tus poemas, sin

importar el momento, mostrando en tus letras

sensibilidad, lirismo y encanto.

Expresas con tus palabras, sentimiento, afectos

y ternura, y con tus manos desnudas, manifiestas

con gestos, el mensaje que quieres transmitir,

acentuado por tu rostro, apasionado,

 desenfrenado, describiendo toda la emoción

 que contiene tus versos, poemas y estrofas.


A ti poetisa, que evocas, rememoras y

 despiertas pasiones, cuando recitas con

 maestría, poemas,de amor, odio, desencanto.

Posees magia, al incluir las palabras en el 

sitio exacto, preciso. Palabras que generan un 

torbellino de sensaciones, al recitarlas

desde el estrado, con el público puesto en pie, 

rendido, sumiso, subyugado, ante el arte

 empleado.


Gracias, escritor aficionado, por tus palabras

de alabanza, impregnadas de dulzura, pero

déjame que te deje escrito, antes de partir

hacia las lejanas tierras, estos versos,

 dedicados a mi santa.


No temas, Santa mía, son los latidos de mi 

corazón, que aceleran, ante tu presencia

latidos profundos, sinceros, porque pasaré

tiempo, sin la compañía que me ofreces y

brindas, en momentos delicados y en otros

en los cuales, la felicidad inunda, mi alma,

gracias a la profunda devoción, que te 

ofrezco, desde que mi padre, fue rescatado,

 en el derrumbe de la galería,  bastantes

 décadas, por su compañero, Simón.


Pronto marcharé, hacia tierras, extranjeras

pero juro, que te llevaré presente siempre,

cuando recite los versos que he compuesto

junto a mi señora, también poeta, y desde esas

tierras tan lejanas, una brisa de aire fresco

recorrerá un largo trecho, y sentirás mis

palabras, inundar tu bello rostro, con leves

susurros y murmullos.



Marcos Tenorio Márquez.


jueves, 10 de octubre de 2024

Recuerdos de Tharsis...Breve historia del grupo de sevillanas...Los Mineros.


 

Recuerdos de Tharsis...Breve historia del grupo de sevillanas...Los Mineros.


...Mi blog, consta de varios apartados, pues encontramos de todo un poco, como en botica, tal como diría la voz popular. En esta ocasión y es un placer para mi, y tras mantener una amigable charla, con mi buen amigo y paisano Eduardo Ibañez, decidimos quedar un día, para que me contara la historia del grupo, del cual formó parte activa en la lejana década de los setenta, ya que le comenté, que poseo un blog, donde escribo e ilustro, pasajes de tiempos pasados, del pueblo, que un día nos vio nacer, las cuales nos envuelven en nostalgia y melancolía. Al exponer mi plan, Eduardo, no dudó ni un momento, y estuvo totalmente dispuesto a colaborar, para que todos nuestros amigos/as, conocieran la historia.

Ante una buena taza de café, comenzamos, retrocediendo muchas décadas atrás, situándonos en un pueblo, donde ya comenzaba poco a poco el éxodo hacia otros lugares de España y extranjero.


Comienzos.


...Aquella nueva juventud, que inauguraba, una flamante década en los años setenta, comenzaba con inusitadas ganas, de salir de la mediocridad y vulgaridad, de décadas pasadas, bajo la batuta de una dictadura, que no concedía, brotes de rebeldía, sobre todo en jóvenes inquietos de carácter progresista. Quizás lo más llamativo de esta década, fuera dejarse crecer el pelo, como imponía la moda que llegaba desde Gran Bretaña y otros países Europeos.


En Minas de Tharsis, por supuesto, también llegó la moda y eso se tradujo que las nuevas reuniones de jóvenes, comenzaran a interesarse por la cultura y el arte, aletargado y anestesiado. Y precisamente en una de estas reuniones, surgió el grupo, cuya sede estaba ubicada en un lugar conocido como La Choza.


La Choza, ubicada en el antiguo huerto de “tío” Chaparro, era una taberna, en los años de esplendor de la mina, cuyo propietario, Antonio Poleo, era asimismo, consuegro de Chaparro.


Ahí en ese lugar, de reuniones y encuentros, comenzó a forjarse la idea de hacer un grupo, ya que la música que se escuchaba, en el equipo de sonido, eran grupos de sevillanas, flamenco y fandangos. Pronto, de aquellos amigos, surgieron cuatro nombres...Domingo Romero, Francisco Rodríguez (Berriaja) Alonso Pavón y Eduardo Ibáñez, estos dos últimos, acompañados de sus guitarras. Comenzaba de esta manera, el nacimiento de un grupo Tharsileño, el cual no tenía aún un nombre. Para su debut, que mejor, lugar que la fiesta, por excelencia del pueblo, la popular velada, en la cual actuaba ese año principio de década, una de las mejores bandas de sevillanas, que ha dado esta piel de toro nuestra...Los Romeros de la Puebla. Actuando como teloneros del popular grupo, estos quedaron gratamente sorprendidos, y preguntaron...


-¿ Como os llamáis ?


...- No sé, aún no lo hemos pensado.


Respondieron todos.


...- ¡Que sois, de aquí de Minas de Tharsis !


Exclamaron, Los Romeros.


...- Sí


...- Pues...Los Mineros.

Respondieron, Los Romeros.


Y de esta manera nace el grupo...Los Mineros, con un ascenso fulgurante, comenzando a actuar en muchos lugares de la provincia como La feria de Aljaraque, Ayamonte, Calañas y un largo etcetera.

 

Consagrados.


...Apadrinados y bendecidos por los Romeros de la Puebla y en plena vorágine compositiva, dedican cuatro sevillanas a la reina del cerro del águila...La virgen de la Peña, las cuales presentan, desde el mismo altar de la ermita, ante un publico totalmente entregado, exaltado y apasionado, que aplauden, ovacionan y aclaman hasta la extenuación.

En plena motivación y causa, contactan, con el gran compositor de origen Sevillano...Manuel Pareja Obregón, que residía en el pequeño pueblo costero de...El Rompido, el cual está dispuesto a que el joven grupo, abra camino y pase a formar parte de los grupos ya consagrados...Romeros de la Puebla, Marismeños...etc. Poco tiempo después de este contacto, ofrecen una misa flamenca, en Punta Umbría, en la iglesia ubicada en la calle ancha, donde nuevamente son aclamados. Siguiendo con la racha de éxitos, no dejan de ensayar, y nuevamente son requeridos para actuar en la gran celebración onubense por magnificencia...Las fiestas Colombinas.


Decadencia.


...En estas fechas de éxitos y fama, dan un paso más, traspasando fronteras, actuando en Torremolinos, popular población Malagueña, conocida en toda España, por la excelencia de su turismo. En un local conocido como...La Gamba de oro, ofrecen actuaciones diarias, donde nuevamente la calidad de sus composiciones y voces, son aclamadas por un público erudito y versado, en lo que a flamenco se refiere. Alojados en un hotel y para rubricar toda esta amalgama de éxitos, cosechados, tan solo queda, que todas las excelentes composiciones, puedan quedar grabadas en vinilo. Con todo dispuesto para grabar, y aún en tierras Malagueñas, el grupo se disuelve, por motivos los cuales no puedo comentar.


Estas cosas, suelen suceder en la vida, donde el factor suerte, juega una gran baza, a la hora de decidir nuestros destinos, y tan solo una suave brisa de vientos, en mala dirección, derriban un castillo de naipes, de cimientos bien construidos.

 


 

FIN.


...Agradezco como no, a mi buen amigo, Eduardo, su disposición para contar la historia del grupo, sin su consentimiento, esta historia, no hubiera podido realizarse.


Marcos Tenorio Márquez.



 

lunes, 7 de octubre de 2024

El jilguero.


 

EL JILGUERO.


Las mañanas de sábados y domingos, en tiempo de otoño, cuando la escuela nos ofrecía un merecido descanso, aprovechábamos estos días para entregarnos a nuestra afición favorita...el silvestrismo. Es común en Tharsis, esta afición heredada de padres a hijos como algo muy nuestro, como si fuera un vínculo que une al minero con estas pequeñas aves de canto melodioso y espléndido plumaje, a las cuales se enjaulaban para gozar de su extraordinario canto. Los alrededores de la corta sierra Bullones, desde la antigua casa de albañiles hasta prácticamente el huerto de Rambla, eran invadido por cualquier aficionado con un pequeño ramo de encina u otro arbusto, para colocarlo a pocos metros del abismo, en el mismo filo de la corta. A primeras horas de la mañana un sinfín de melodías se fusionaban, con las aves que comenzaban un nuevo día....así podríamos escuchar..lavanderas blancas, colirrojos tizones, bisbitas, cogujadas, junto al característico y harmonioso canto de los fringílidos...(Jilgueros, Verdecillos, Verderones, Pardillos, Lúganos y Pinzones). Bajo la figura del imponente malacate, testigo mudo, de tantas y tantas aventuras, hazañas y anécdotas, comenzábamos a disfrutar de nuestra jornada de fin de semana.


Este pequeño relato que escribo a continuación es verídico, sucedió una de tantas mañanas que acudíamos al lugar para satisfacer nuestra afición.


Titulo al relato...“El jilguero”...el cual he rescatado de mi memoria, como cualquier bibliotecario puede hacer de su extensa biblioteca, trayendo el libro que quiere consultar y de esta forma ofreceros y sumirnos juntos en la nostalgia de aquellos maravillosos años.




...Un precioso jilguero, de buen porte y esplendido canto, burlaba una y otra vez cualquier tipo de trampa que teníamos dispuesto para su captura, de esta forma, arboletes, cepos y alguna que otra red, no podían vanagloriarse de haber atrapado tan maravillosa ave. Su extraordinario y bello canto, podría escucharse a primeras horas de la mañana, desde los eucaliptos cercanos al huerto de Rambla. Desde ahí, partía todas las mañanas para dar buena cuenta de las semillas de cardo, que abundaban por los alrededores del cabezo.


Sus congéneres, enjaulados, se abatían con esplendidos reclamos para atraerlo hacia la trampa mortal, donde varetas embadurnadas de liria, esperaban ansiosas el contacto final. Algunos compañeros de nuestro maravilloso ejemplar, iban siendo capturados y la banda de la cual formaba parte, poco a poco diezmaba. Nadie podía capturar el bello jilguero, era algo insólito, extraño, inusual. Quizás, dotado de un sexto sentido, el cual advertía de las numerosas trampas que el ser humano le tendía para presumir de su belleza y canto encerrado en una triste jaula.


Juan Álvarez Zamorano, llegaba ese día, tarde a la cita con su afición favorita, en una de sus manos, portaba una jaula, donde un triste jilguero trataba de comer un poco de alpiste, en la otra mano una escoba de barrer y una bolsa donde guardaba algunas varetas, liria y canutos. Ningún lugar estaba disponible, todo estaba ocupado por numerosos aficionados que habían madrugado, para poder capturar el mayor número de aves. Cercano al huerto de Rambla ,quedaba un pequeño lugar libre, que Juan ocupó ante la atenta mirada de los numerosos aficionados que poblaban el cabezo.



Con toda la expectación, Juan, invirtió la escoba, colocándola sobre un pequeño montículo de tierra, luego, con varias rocas, la sujetaba para que no cayera, posteriormente amasaba en sus manos una liria pegajosa, realizada quizás con trozos de guantes de goma...mientras, en el cabezo, los numerosos aficionados reían a carcajadas, con aquel extraño artefacto. Pasados algunos minutos, por fin el jilguero de Juan, comenzó a cantar, el astro rey había ascendido su temperatura corporal y desde la pared del huerto donde estaba ubicado, comenzó a deleitarnos con toda una sinfonía de reclamos, atrayendo hasta nuestro ejemplar que se acercaba en un primer vuelo para posar sobre unos cardos a pocos metros donde estaba ubicado el extraño “arbolete”. De pronto, Juan emitió una palmada, que asustó a nuestro bello jilguero, posando sobre el extraño arbusto, embadurnando su frágil cuerpecillo con la liria de Juan. Nadie daba crédito de lo que había sucedido, y todos los aficionados se desplazaron para contemplar al gran ejemplar abatido....Juan, había vencido a la magnifica ave, que se había convertido en leyenda. Desde ese momento el maravilloso ejemplar ocuparía una de sus jaulas, para deleitar a Juan y cualquier aficionado de su excelente, prodigioso, portentoso, canto y plumaje.


Me dirijo, en esta mañana de sábado

reluciente y hermoso, hasta el cabezo

cómo vulgarmente es conocido en el

pueblo.


Hoy no voy a cazar, tan solo observar

los numerosos aficionados, que

disfrutan de este día de descanso

en un paraje, bello y precioso.


Al pasar junto a calle Málaga, saludo

a mi padrino Maximiliano, que da los

últimos retoques a su nuevo hogar

en la esquina, frente a la puerta de

entrada al campo de fútbol.


La calle Málaga, permanece tranquila

con muchos, cuarteles cerrados, quizás

pronto estén ocupados, por inquilinos

de la llamada zona peligrosa.


Un olor nauseabundo, fétido y hediondo

invade mis fosas nasales, al pasar junto

al retrete, en cuyo alrededor han crecido

de manera desmesurada, cardos y malvas.


Emprendo el ascenso, pasando junto

al filtro de agua, cuyo liquido derramado

permanece estancado, manteniendo

abundante vegetación, de olores

agradables, cautivantes y complacientes.


Ya junto al gran depósito, que en un

tiempo albergara agua, observo multitud

de aficionados, con reclamos y arboletes

ocupando toda la zona, en el mismo filo

de la corta.


Las postreras lluvias caídas, en estos

últimos días en el ecuador del otoño

han creado una bella alfombra vegetal

en la que observo, bisbitas, lavanderas

y cogujadas.


Frente al gran malacate, separado

por el abismo, recreo la vista y el

oído, con una sinfonía de cantos

trinos y gorjeos.


Sobre media mañana, aparece el

amigo Juan.


...-¿No sé donde se va a poner ?


Me pregunto, al estar toda la zona

ocupada.


Risotadas, carcajadas y jolgorio

se confunden con los trinos de

los pájaros, cuando Juan, invierte

la escoba, que servirá de arbolete.


...El jilguero, el jilguero, ha sido

capturado, retumba en todo el

cabezo...


...-¿ Quién lo ha cogido ?


Pregunto.


...-Juan “el chipi” con una escoba.




El Jilguero.


Un relato de Marcos Tenorio Márquez.