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jueves, 24 de febrero de 2022


 

La Maqueta.


Barcelona, año 2018, barrio de El Carmel, en un piso, de una calle, de las muchas que conforman este barrio forjado, fraguado y concebido por migrantes, sobre todo Andaluces, que migraron a estas tierras, en busca de trabajo, tan necesario en la vida.


...- Nos hemos reunido aquí, toda la familia, en este piso ocupado por nuestros queridos padres desde que migraron desde Minas de Tharsis. Esta pequeña vivienda, donde nacimos y pasemos los mejores años de nuestra infancia, adolescencia y juventud, nos servirá, para la realización de un trabajo. Como bien sabemos, nuestro querido padre no pasa por sus mejores momentos, desde el fallecimiento de su querida esposa, nuestra madre, y son continuas las alusiones, referencias y menciones, que hace a su querida tierra de nacimiento, donde conoció a la mujer que lo ha acompañado toda esta larga vida. Por eso queridos hermanos, he pensado hacer, para conmemorar su ochenta cumpleaños, un regalo que no olvide jamás.



Expone Agustín, hermano mayor, de los tres hermanos.


...-¿ Y que regalo será ?


Pregunta Sara, la hermana menor.


...-Pues he pensado en la realización de una maqueta, aquella donde aparece toda la parte antigua del pueblo, en la que desgraciadamente en la actualidad no queda nada, por supuesto vendrá reflejada la calle San Ernesto, donde nació y la calle Puebla, de nuestra querida madre y esposa.


Explica y plantea, con gestos, Agustín, a sus hermanos.


...-Bien, me gusta la idea y ya imagino el rostro de satisfacción, de nuestro querido padre.


Responde Pedro, el hermano de “enmedio” en cuanto a edad.


...-¿Y de donde vamos a conseguir, una imagen, que refleje, aquel barrio, para la realización de la maqueta ?


Pregunta Sara, con rostro dubitativo, intrigado.


...-Ya está todo pensado querida hermana, en internet está todo, y acabo de bajar una imagen del sublime, pintor local, Bartolomé Rodriguez, donde viene todo el barrio pintado con todo lujo de detalles.


Asevera Agustín, con una sonrisa.


...-Necesitaremos una gran mesa, reforzada, para que pueda soportar el peso de la masa de tierra, necesaria, en donde irán ubicada, casas, edificios y todo lo relacionado con la imagen.


Asevera Pedro.


...-También lo he pensado, y la realizaremos con tablas de pino, en la habitación, donde irá ubicada la maqueta... el dormitorio que ocupaba Sara, antes de emanciparse.


Responde Agustín.


...-También debo deciros, que nuestro padre no debe conocer nuestros planes, pues todo será una sorpresa. Aprovechando que tras el fallecimiento de nuestra madre, se encuentra en la casa de Sara, vendremos aquí por las tardes, siempre que nuestro horario de trabajo nos lo permita, e iremos dando forma a la impresionante maqueta.


Asevera Agustín, dando un fuerte abrazo a sus hermanos, que comenzarán la realización de la maqueta ayudados por sus respectivos cónyuges.


Pasados justo un mes, ya la maqueta está terminada. Han sido muchas horas de duro trabajo, donde cada hermano ha desarrollado su función y cometido, con esmero, dedicación y afán, para darle a su padre la motivación y estímulo, que necesita en estos duros momentos.


Ya está todo preparado, en el viejo y vetusto piso que ocupó el matrimonio, cuando decidieron migrar desde Minas de Tharsis, y una gran sábana blanca, cubre toda la maqueta, en la habitación que ocupó Sara. En una pequeña mesa, una tarta con una vela, conmemorará sus ochenta cumpleaños.


Reunidos todos los hermanos, con sus respectivos cónyuges, hijos e hijas, en torno a su padre, en casa de Sara, inician el camino, para el piso, sin que José, apodado el minero, sepa nada de la enorme sorpresa, que le espera en su propia casa.


Llegados al piso, Agustín, hijo mayor, comienza un breve discurso, donde reitera y confirma, el profundo amor, que todos sienten por un hombre, que desarrolló los más duros trabajos, para que a su familia nunca le faltara de nada. También el afecto y cariño, que prodigaron, el matrimonio en vida, estuvo presente en la alocución y charla, con un aplauso final que emocionó al anciano José.


...-Bueno, querido padre, sé que en estos momentos, obviamente, no estás pasando por tus mejores instantes, tras el fallecimiento de tu querida esposa, nuestra madre, por eso toda la familia ha contribuido en un regalo especial que te devuelva y motive, las ganas de vivir....y el regalo no es este, que....


En esos momentos, José, con rostro dubitativo queda mirando la enorme mesa, sin saber que se esconde tras ella.



...Esta gran, maqueta, de tu querido barrio, donde naciste y desarrollaste, tu infancia, adolescencia y juventud, donde conociste a nuestra querida madre, tu esposa.


Asevera Agustín, totalmente emocionado, entre lágrimas.


.-Oh, pero si es mi querida tierra de Minas de Tharsis...


Grita, José, totalmente entusiasmado, mientras lágrimas, sinceras y francas, descienden como torrentes por sus enrojecidos ojos.


...-Gracias hijos míos, nunca hubiera imaginado tan sublime, excelente y magnifico regalo, por el cual os estaré eternamente agradecido.


...-Pero aún falta algo, esas fragancias, aromas que solo encontrarás en la tierra que te vió nacer y de la cual te entregamos, en este precioso ramo..


En esos momentos, el más pequeño de los nietos, asoma por la puerta de entrada, portando en su mano derecha un precioso ramo de flores de eucalipto, aromos y brezos.


Los siguientes días, meses y años, José, en una cómoda butaca, no se mueve de su rincón favorito, la antigua habitación de Sara, donde está ubicada la maqueta. Allí sentado, hace volar su imaginación e imagina los momentos, vividos, con todas las personas que conformaron su núcleo familiar y de amistad, en especial su querida esposa..Martina.


La Maqueta.


Un relato original de Marcos Tenorio Márquez.

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