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sábado, 24 de agosto de 2019

El falso y el buen hermano

El falso y el buen hermano.






...Andrés y Jorge,pertenecen  a la misma reunión,pero cada uno  tiene conceptos diferentes  de sentir en  lo más profundo de su corazón,lo que significa tener fe,pasión y devoción en torno a la figura de su patrona. Son polos opuestos en pensamientos,opiniones e ideas,del modo de disfrutar de la fiesta.


Andrés hace gala de enorme,devoción,veneración y entusiasmo por la Santa,con claras muestras de sentimientos,afectos y pasión,que refleja en su rostro,cuando el estandarte,con la imagen bordada,sobre un fondo de colores burdeos y dorados ,aparece por la puerta de la ermita. Jorge por su parte, exterioriza de cara a la galería,todo un repertorio de falsas apariencias,que remata los días de celebración con fastuosos,lujosos y vistosos trajes hechos a medida,por los mejores modistos de la provincia. Varias medallas de oro y plata,luce sobre su pecho,con la imagen de la Santa. Orgulloso con toda esta parafernalia, pasea vanidoso,altivo y arrogante,extendiendo su poder egocéntrico,montado a lomos de un corcel negro,por todas las calles del pueblo.


Andrés aguarda en las inmediaciones de la ermita,la salida del simpecado,un escalofrío recorre su menudo cuerpo, cuando el estandarte de la patrona,en su carroza nacarada espera para ser guiada por bueyes. Como cada año,numerosos hermanos y hermanas se reúnen en las inmediaciones de la ermita, ataviadas con trajes típicos,proclamando,divulgando y pregonando su nombre con pasión, sentimientos y cariño. Las primeras salvas de cohetes,estallan en el azulado cielo,cuando el implacable astro rey de tonos dorados,emerge por la sierra encasillada..el vello de sus brazos comienza a erizar y un cosquilleo,sacude,como una pequeña descarga eléctrica su torso,excitado y exaltado por los sentimientos,es ahí donde descubrimos al verdadero hermano,declarando,confesando y manifestando verdadera devoción,apareciendo movimientos compulsivos,los cuales le llevan a besar repetidas veces,su vieja medalla,de cordón roído,carcomido por el paso de los años. De sus enrojecidos ojos,brotan lágrimas,sinceras,francas y nobles cuando la multitud
grita.....¡¡¡Viva Santa Barbara!!!.


Con devoción y fe,emprende el camino,siguiendo la carroza,hasta el santuario del “Barrito”. Por su parte Jorge,hace gala de su habilidad como jinete,forzando al potro a realizar cabriolas,saltos y piruetas delante de señoritas que aplauden sus excentricidades con autentico entusiasmo. Llegados hasta el incomparable marco donde se encuentra la ermita y bajado de su caballo,llega hasta la caseta, alzando la voz,pidiendo algo de beber y comer,mientras, el potro,es completamente ignorado.


Andrés, tras permanecer en la ermita acompañando la imagen de su patrona,llega hasta la caseta. Con humildad,bondad y exquisita educación, saluda a todas las personas sin excluir clases sociales e ideologías políticas. Participa en la fiesta,mostrando principal interés por las personas que acuden como invitados hasta la caseta ,erigiéndose en anfitrión para servir adecuadamente,sin malos gestos ni reproches.


Jorge,tras comer y beber,muestra claros síntomas de intoxicación etílica, que no le impide para montar de nuevo en el caballo. Su mujer recrimina los actos,respondiendo con amenazas descalificaciones e insultos. Andrés,participa en todos los actos que la Hermandad tiene previsto,con fervor y devoción,siente en sus carnes cómo  la piel eriza,cuando tras permanecer bajo palio como costalero,alzan la Santa hasta el cielo,para continuar,visitando casetas,en una noche,donde las estrellas son testigos mudos del rosario de la aurora.
Jorge fuerza al potro hasta la extenuación,con una fina vara de adelfa y espuelas,infringe daño al animal,con acciones como esta quiere demostrar su total dominio de la bestia.. Andrés,regresa para su hogar ,de madrugada,agotado por el enorme esfuerzo de
portar la  Santa,duerme unas  horas para  regresar a  media tarde,de nuevo a la ermita.
Jorge, por  su parte,  imparte discursos en la caseta,en los que reluce sus delirios de grandeza,apoyados por unos cuantos de su misma calaña y formas de pensar,le importa un pimiento el carácter religioso de la fiesta,pues piensa que las fiestas son para beber, comer y esnifar rayas de coca,para mantenerse el mayor tiempo activo. Desgraciadamente esta filosofía suya cuenta con muchos adeptos,falsos hermanos,que se escudan bajo la apariencia de buenos samaritanos,lobos disfrazados con pieles de corderos,vanidosos,orgullosos,soberbios,cómo una alta sociedad donde prevalece,la envidia,celos,rencor hacia personas que predican y pregonan con sencillez y humildad.


El  lunes  por  la  tarde,la  comitiva  regresa   para  Tharsis. Andrés  acompaña  a  su  patrona  apoyado   sobre  el simpecado,cansado pero satisfecho por el deber cumplido. Jorge a lomos de su caballo,que muestra peligrosos signos de agotamiento,exhibe una vez más su dominio de la bestia,con rápidas carreras campo a través,rompiendo el protocolo de la caballeria.
Por fin,la comitiva  llega hasta el pueblo,numerosas personas se congregan junto a la ermita,en una tarde de tonos rojizos y dorados,para rendir culto por última vez a su bella estampa.
Un año más, la Santa ha celebrado su romería,sin tener que lamentar ningún incidente. Andrés,regresa para casa,su madre entrada en años necesita la compañía que le brinda su hijo y juntos comparten la cena,donde Andrés contará todo cuanto ha sucedido.
Mientras, en el  pueblo continua  la fiesta  para Jorge,olvidando por completo lo que significa la palabra devoción,apaleando,golpeando a su pareja por regañarle su aptitud
los tres días que ha durado la romería.




El falso y el buen hermano...Un relato de Marcos Tenorio.

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