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miércoles, 20 de agosto de 2014

Historias de fantasmas.

Historia de Fantasmas.



.......No sé si  he escogido bien  el titulo de  este nuevo relato,pues  sinceramente los fantasmas  no existen,sólo son
recreaciones  del  estado  de  nuestro cerebro,que  nos  hace  ver  u oír  cosas  que  no  existen,solamente en  nuestro
subconsciente. Pero  hay personas  que demuestran  mayor sensibilidad  a estos  fenómenos,cuando quedan  solas o  visitan
lugares aislados y siniestros...yo he tenido experiencia sobrenaturales,que achaco a mi poder de sugestión,sin dar mayor
importancia...mi primera experiencia  data del año  1983,me encontraba realizando  el servicio militar  en Las Palmas de
Gran Canarias,destinado  en el  cuerpo de  la Policía  Naval...y la  Policía Naval,realizaba  guardias en  los distintos
departamentos de las autoridades  de Marina de la  isla,y uno de esos  departamentos era un juzgado,en  la calle de Grau
Bassas. Este juzgado poseía una fachada  gótica,bastante siniestra cómo de película  de terror,y allí nos alojábamos  los
Policías Navales,a hacer guardias las 24 horas del día,en dichas dependencias,solos y aislados.



En dicho juzgado,había una sala a la que llevaban los marineros o soldados de infantería de Marina,que habían  fallecido
por causas de  suicidio,perecer ahogados u  otra causa. Reunidos en  el cuartel se  contaban sucesos acaecidos  en dichas
dependencias,sucesos de otra parte  que te ponían la  piel de gallina,pues los  compañeros contaban que se  oían sonidos
extraños,voces y alguna aparición espectral,por  el contrario otros decían que  allí no había nada,y que  allí se estaba
muy bien,pues estabas todo el día solo en sus dependencias sin que nadie te molestara.....una de las noches me tocaba  a
mí hacer guardia,me trasladaron con el "land rover" y  relevé al compañero,que había pasado un día muy a  gusto,según me
comentó y que había estado leyendo novelas del gran genio H.P.Lovecraft....¡¡Joder!!..exclamé,con el miedo que da la  casa
y encima el tío se pone a leer novelas de  terror....a este compañero,lo conocíamos en el cuartel con el sobrenombre  de
"EL conde de Grau Bassas" pues tenía un cierto  parecido con el actor Cristopher Lee,que por otra parte,fue  muchos años
el actor que encarnó al personaje de la novela de Bram Stoker..."Drácula".



Me preparaba para pasar la noche en dichas dependencias,sólo con la inestimable ayuda de un subfusil "Z",y una decena de
cintas  de cassettes  de bandas  en su  mayoría anglosajonas  de nombres  tan dispares  cómo..."Saxon,Iron Maiden,Judas
Priest,Motorhead...etc" y  con un  walkman tan  de moda  por aquellos  años,y que  te encontrabas  casi regalado  en las
distintas tiendas de "Hindúes" de la isla. La lúgubre  iluminación del juzgado  invitaba a que cayeras en los  brazos de
Morfeo,pero esa noche prometía ser larga y tensa,y el proceso sugestivo comenzaba a hacer mella en mi pobre  cerebro,así
es que esa noche la pasé en vela,escuchando "crujios" de muebles viejísimos y destartalados,pero fue sobre las cuatro de
la madrugada,cuando escuché  el sonido de  una puerta como  se abría,de un  salto me incorporé  de aquel camastro,con el
vello erizado,cogí el subfusil y me dispuse a salir de la habitación dónde teníamos la guardia. Un pasadizo de unos cinco
metros,comunicaba con  el salón  en dónde  se encontraba  la sala,de  las personas  fallecidas,mientras caminaba un frío
invernal se apoderaba de mi cuerpo,descendiendo en varios grados la temperatura primaveral que gozábamos en las islas,al
llegar al salón  encendí la pobre  iluminación,sin que notara  nada extraño,baje por  unas escaleras que  conducían a la
puerta de salida,tras abrir la puerta comprobé que la calle estaba desierta y en silencio,subí de nuevo para arriba y al
llegar justo enfrente de los últimos escalones,que daban acceso  al salón,comprobé cómo la luz en la sala de  fallecidos
estaba encendida,pues se  veía por debajo  de la puerta,en  el hueco que  deja,pensé en esos  momentos que podría ser el
interruptor  del salón  que también  encendía la  luz de  la sala  de fallecidos,pero  esa luz  me hizo  pasar momentos
angustiosos,y no pegar ojo hasta que la luz de un nuevo día hiciera que cayera abatido de cansancio.



No comenté la noticia  con nadie,pero me las  ingenié para no hacer  guardias en aquel siniestro  juzgado...ahora paso a
relatar unos acontecimientos surgidos en el pueblo de  Tharsis en la década de los años setenta. La  consulta,casa, del
practicante D.Jesús,se había quedado vacía,pues este había cogido una plaza en Huelva. Debajo la consulta de los  médicos
seguía activa. Pero en el piso superior sus dependencias se encontraban vacías,varios vecinos que vivían en los  aledaños
de la casa,  dieron la voz  de alarma,al comprobar  por las noches  cómo la extraña  luz de una  vela se paseaba por sus
dependencias,causando el pánico y desasosiego entre los que la habían observado,muchos vecinos del pueblo se reunían por
los  alrededores  dispuestos  a  observar  la  extraña  luz,sin  que  esta  apareciera  y  el  supuesto  fantasma  fuese
desenmascarado,al final se hablaba de una broma del vecino Domingo Zapata,sin que esta noticia transcendiera más allá de
una  simple anécdota  graciosa. En la  década de  los años  ochenta ,sobre  mediados,otro supuesto  fantasma resurgió  con
fuerza,pero este  no se  aparecía con  velas en  casas,este se  le aparecía  a la  entonces adolescente Ana Zamorano,más
conocida cómo Ani "la de la Pinta" este supuesto"fantasma" aprovechaba que la adolescente visitaba a sus amigas por  las
noches,para presentarse de modo silencioso  en las esquinas....una de las  noches con varios amigos,salimos de  "batida"
por los  alrededores de  la casa  de Ana,los  huertos cercanos  al cementerio,la  plaza de  San Benito,la  calle Ramón y
Cajal,Huerto Lanchares. Sin divisar  nada,pero algunos de  los compañeros,prometieron haber  visto una figura  que corría
igual que el  hijo del viento,ocultando  entre chumberas e  higueras y desapareciendo  por completo. Muchos hablaron de
supuestos vecinos del pueblo,que aprovechaba la oscuridad para acechar a Ana,sin que esta noticia transcendiera más allá
del ámbito local.



Para terminar este  relato quiero hacer  mención a los  populares "marimantas" personas  que se disfrazaban  con sábanas
blancas que portaban un candil que aparecían sobre todo  por los huertos alrededor del cementerio,y que asustaban a  los
obreros de la CIA de Tharsis,que se desplazaban al no existir vehículos hasta talleres y Filón Norte,para trabajar.






Marcos Tenorio Márquez 2012




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